En Colombia a partir del proceso de implementación de la política nacional para la gestión del recurso hídrico (PIGRH)
En Colombia a partir del proceso de implementación de la política nacional para la gestión del recurso hídrico (PIGRH) se ha avanzado en la construcción del concepto de gobernanza del agua, el cual reconoce la prioridad del consumo humano en procesos de coordinación y cooperación de distintos y diversos actores presentes en el territorio. Para la política nacional la cuenca es la unidad adecuada para la planificación ambiental del recurso, cuyo proceso debe ser permanente, sistemático previsivo e integral, adelantando por el conjunto de actores que interactúan en la cuenca.
Para este efecto, los planes de ordenación y manejo de cuencas hidrográficas (POMCAS) son los instrumentos propicios para que tanto en su formulación, como en su implementación, se construyan escenarios que permitan el desarrollo de la gobernanza del agua, que reflejen acuerdos y compromisos entre el poder público, la sociedad civil, comunidades étnicas y sectores productivos. Ello implica dentro del proceso de formulación del POMCA: fomentar la conciencia colectiva frente al valor económico de la gestión del agua, identificar estrategias de autogestión y autofinanciamiento desde los mismos territorios para garantizar la implementación de proyectos que mantenga y preserve el recurso hídrico.
La pregunta que podrían hacerse los cesarenses es: ¿todos esos planteamientos de la política, cómo se reflejan en el manejo de nuestras cuencas? Y¿ qué rol cumple Corpocesar? Luego de un trabajo de investigación periodistica, le compartimos a nuestros lectores, lo siguiente: 1. Existe un ambicioso proyecto de ordenación de cuencas para el país (se inicia con 62 cuencas prioritarias), en el Cesar fueron elegidas las cuencas del rio Guatapurí y la parte baja del río Cesar, incluyendo el complejo de la cienaga de zapatosa. 2. Los recursos asignados para este proyecto son de alrededor de 3.324 millones para río Cesar (parte baja) y 1.544 millones para río Guatapurí, dineros que el fondo de adaptación entrega a Corpocesar para la contratación de los estudios. 3. Los estudios fueron adjudicados por Corpocesar al consorcio Guatapurí –Cesar- y en la actualidad se encuentran en fase de aprestamiento.
Aunque no son todas nuestras cuencas, el Cesar tiene la oportunidad de planificar el recurso hídrico y el territorio aferente a estas dos cuencas, planteando la adaptación de gran parte del territorio al cambio climático. Lo que llama la atención de todo esto, es que las socializaciones, auditorias visibles y consultas previas que se deben realizar en la fase de aprestamiento no han sido difundidas lo suficientemente, para fomentar la conciencia colectiva planteada por la politica nacional. Sea esta la oportunidad para que Corpocesar y el consorcio Guatapuri – Cesar saquen del anonimato este transcendental proyecto.
En Colombia a partir del proceso de implementación de la política nacional para la gestión del recurso hídrico (PIGRH)
En Colombia a partir del proceso de implementación de la política nacional para la gestión del recurso hídrico (PIGRH) se ha avanzado en la construcción del concepto de gobernanza del agua, el cual reconoce la prioridad del consumo humano en procesos de coordinación y cooperación de distintos y diversos actores presentes en el territorio. Para la política nacional la cuenca es la unidad adecuada para la planificación ambiental del recurso, cuyo proceso debe ser permanente, sistemático previsivo e integral, adelantando por el conjunto de actores que interactúan en la cuenca.
Para este efecto, los planes de ordenación y manejo de cuencas hidrográficas (POMCAS) son los instrumentos propicios para que tanto en su formulación, como en su implementación, se construyan escenarios que permitan el desarrollo de la gobernanza del agua, que reflejen acuerdos y compromisos entre el poder público, la sociedad civil, comunidades étnicas y sectores productivos. Ello implica dentro del proceso de formulación del POMCA: fomentar la conciencia colectiva frente al valor económico de la gestión del agua, identificar estrategias de autogestión y autofinanciamiento desde los mismos territorios para garantizar la implementación de proyectos que mantenga y preserve el recurso hídrico.
La pregunta que podrían hacerse los cesarenses es: ¿todos esos planteamientos de la política, cómo se reflejan en el manejo de nuestras cuencas? Y¿ qué rol cumple Corpocesar? Luego de un trabajo de investigación periodistica, le compartimos a nuestros lectores, lo siguiente: 1. Existe un ambicioso proyecto de ordenación de cuencas para el país (se inicia con 62 cuencas prioritarias), en el Cesar fueron elegidas las cuencas del rio Guatapurí y la parte baja del río Cesar, incluyendo el complejo de la cienaga de zapatosa. 2. Los recursos asignados para este proyecto son de alrededor de 3.324 millones para río Cesar (parte baja) y 1.544 millones para río Guatapurí, dineros que el fondo de adaptación entrega a Corpocesar para la contratación de los estudios. 3. Los estudios fueron adjudicados por Corpocesar al consorcio Guatapurí –Cesar- y en la actualidad se encuentran en fase de aprestamiento.
Aunque no son todas nuestras cuencas, el Cesar tiene la oportunidad de planificar el recurso hídrico y el territorio aferente a estas dos cuencas, planteando la adaptación de gran parte del territorio al cambio climático. Lo que llama la atención de todo esto, es que las socializaciones, auditorias visibles y consultas previas que se deben realizar en la fase de aprestamiento no han sido difundidas lo suficientemente, para fomentar la conciencia colectiva planteada por la politica nacional. Sea esta la oportunidad para que Corpocesar y el consorcio Guatapuri – Cesar saquen del anonimato este transcendental proyecto.