Un hecho lamentable ocurrió en la Institución Educativa de Valledupar, Joaquín Ochoa Maestre. Allí, un menor de 7 años fue atacado por un perro callejero, ocasionándole heridas en sus brazos y originando una incapacidad por varios días.

El incidente entre el canino y el niño ocurrió cuando el estudiante de grado tercero se dirigía al baño, en el camino encontró al animal que se abalanzó sobre su humanidad y le causó mordeduras en sus miembros superiores, obligando a sus padres a trasladarlo hasta el Hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martín, donde lo atendieron.

El personal médico del centro asistencial, encabezado por la doctora Gina Aragón, encontró heridas abiertas en el menor, las cuales revisten gravedad, el ataque del perro originó que al niño le tomaran 13 suturas en diferentes partes del cuerpo para cerrar las heridas.

“El niño manifestó que los hechos ocurrieron antes de llegar al baño, luego su papá se encargó de llevarlo al hospital donde finalmente atendieron el caso”, dice el informe policial de la dependencia del Grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia.

El secretario de Educación Municipal, Asdrúbal Rocha Lengua, lamentó el hecho y le dijo a este medio que en conversación con el celador del colegio conoció que el animal ingresaba con frecuencia al área de la institución, pero nunca había tenido un acto de rabia en contra de los estudiantes.

“Lamentamos el hecho, activamos la hoja de ruta con la Policía Nacional y vamos a pedirle a la Secretaría de Salud que intervengan los animales cercanos al lugar. Sabemos que fue un riesgo y el hecho pudo ser mayor, pero gracias a Dios el menor sufrió heridas y pudo ser atendido en el hospital, pedimos a la comunidad dueña de estos animales, tenerlos en sus casas, porque es un peligro y más para un menor encontrarse con un perro rabioso”, aseguró Rocha Lengua.

Por su parte, el gerente del Hospital Eduardo Arredondo Daza, Leonardo Maya Amaya, manifestó que el niño sería evaluado por cirujanos plásticos. “El informe médico indica que hubo heridas profundas en antebrazos bilaterales, llegó estable, pero muy aterrorizado por el momento que vivió y creemos que necesitará en el futuro, asistencia psicológica”, resaltó Maya Amaya.

Sobre los riesgos, el médico explicó que las mordeduras de perros son infecciosas, se necesitan hacer lavados y luego verificar que el animal no esté infectado con la enfermedad de la rabia. Resaltó que en los últimos dos años no se han presentado casos de rabia canina en Valledupar.

El ataque del canino originó que al estudiante de tercer grado le tomaran 13 suturas para cerrarle las heridas.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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