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General - 26 agosto, 2015

¿Diversidad sexual o restricción afectiva en colegios?

Mientras que la Corte Constitucional ordenó que las instituciones educativas deben garantizar el respeto por la orientación sexual en sus manuales de convivencia, el Procurador General pide a la Corte restringir manifestaciones de afecto en colegios.

Estudiantes de los colegios de Colombia deberán respetar la diversidad sexual, es decir tendrán que dejar a un lado la discriminación si no quieren ser sometidos a sanciones.
Estudiantes de los colegios de Colombia deberán respetar la diversidad sexual, es decir tendrán que dejar a un lado la discriminación si no quieren ser sometidos a sanciones.
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“Los colegios deben respetar, aparte de la sexualidad individual, la libre expresión. Yo puedo ser amiga de cualquier persona y darle un abrazo y eso no puede significar nada”.

Así se refirió la estudiante de secundaria de Valledupar, Erica Ospino, sobre los polémicos temas que rondan hoy los colegios de Colombia ante una orden dada por la Corte Constitucional y una petición del procurador General, Alejandro Ordóñez ante el alto tribunal.

El primer tema tiene que ver con un fallo de la Corte que resultó ser un acto de desagravio en memoria de Sergio Urrego, el estudiante de Bogotá que se suicidó en agosto del año pasado luego de sufrir discriminación y acoso en el colegio Gimnasio Castillo Campestre por su sexualidad, según lo dejó escrito en dos cartas.

Esta sentencia ordena que un plazo de seis meses, el Ministerio de Educación deberá crear una política dirigida a que las instituciones educativas enseñen el respeto a la diversidad sexual, así como también que cada colegio replantee su manual de convivencia, los cuales deberán ser revisados por la máxima autoridad educativa en un plazo de un año.

De esta manera, las instituciones educativas del departamento del Cesar también deberán acatar la orden del alto tribunal a través del replanteamiento de sus manuales de convivencia donde se tendrá que garantizar el respeto de la orientación sexual y orientación de género de los estudiantes.

El segundo tema se refiere a solicitud hecha ante el alto tribunal por el Procurador General en la que pide que a través de los manuales de convivencia se restrinjan las manifestaciones de afecto como besos y abrazos.

A través del documento de 55 páginas, presentada a la magistrada de la Corte Constitucional Gloria Ortiz Delgado, el jefe del Ministerio Público considera que no hubo discriminación por parte del colegio, donde estudió Sergio Urrego, en su manual y asegura que si las manifestaciones obscenas están prohibidas en espacio público para todos los ciudadanos, es normal que una institución las sancione cuando se ejercen dentro de ella.

En el texto Ordóñez indicó “Si efectivamente no se pudiera exigir a los niños el recato y el pudor al interior de sus instituciones educativas, ¿qué razones válidas existirían o podrían existir para exigirlas a los ciudadanos? Pero, en cambio, si el recato y la moderación son virtudes socialmente exigibles a los adultos, entonces ¿por qué no podemos formar a los niños en su ejercicio?”.

En cuanto a esto, el estudiante Camilo Daza aseguró “a uno no lo pueden obligar a hacer o dejar de hacer cosas que uno no quiere. Si uno tiene un amigo o amiga a quien abrazar es normal, es una expresión de cariño y no quiere decir que seamos novios o no, o que seamos homosexuales”.

Los manuales deben ser concertados
Luego de analizar el caso del estudiantes Sergio Urrego, explicado en la Sentencia T-565/13, donde el alto tribunal estableció que los manuales de convivencia deben estar precedidos de la participación de directivos, profesores, educandos y padres de familia, la Corte también ordenó que, en un plazo de un año, el Ministerio de Educación deberá crear el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y el Comité Nacional de Convivencia Escolar.

El documento de la Corte Constitucional consta de 87 páginas, que revoca la sentencia del Consejo de Estado, que había declarado improcedente la tutela interpuesta por la madre de Sergio Urrego, Alba Reyes, donde pide la revisión del caso de su hijo.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]

 

General
26 agosto, 2015

¿Diversidad sexual o restricción afectiva en colegios?

Mientras que la Corte Constitucional ordenó que las instituciones educativas deben garantizar el respeto por la orientación sexual en sus manuales de convivencia, el Procurador General pide a la Corte restringir manifestaciones de afecto en colegios.


Estudiantes de los colegios de Colombia deberán respetar la diversidad sexual, es decir tendrán que dejar a un lado la discriminación si no quieren ser sometidos a sanciones.
Estudiantes de los colegios de Colombia deberán respetar la diversidad sexual, es decir tendrán que dejar a un lado la discriminación si no quieren ser sometidos a sanciones.
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“Los colegios deben respetar, aparte de la sexualidad individual, la libre expresión. Yo puedo ser amiga de cualquier persona y darle un abrazo y eso no puede significar nada”.

Así se refirió la estudiante de secundaria de Valledupar, Erica Ospino, sobre los polémicos temas que rondan hoy los colegios de Colombia ante una orden dada por la Corte Constitucional y una petición del procurador General, Alejandro Ordóñez ante el alto tribunal.

El primer tema tiene que ver con un fallo de la Corte que resultó ser un acto de desagravio en memoria de Sergio Urrego, el estudiante de Bogotá que se suicidó en agosto del año pasado luego de sufrir discriminación y acoso en el colegio Gimnasio Castillo Campestre por su sexualidad, según lo dejó escrito en dos cartas.

Esta sentencia ordena que un plazo de seis meses, el Ministerio de Educación deberá crear una política dirigida a que las instituciones educativas enseñen el respeto a la diversidad sexual, así como también que cada colegio replantee su manual de convivencia, los cuales deberán ser revisados por la máxima autoridad educativa en un plazo de un año.

De esta manera, las instituciones educativas del departamento del Cesar también deberán acatar la orden del alto tribunal a través del replanteamiento de sus manuales de convivencia donde se tendrá que garantizar el respeto de la orientación sexual y orientación de género de los estudiantes.

El segundo tema se refiere a solicitud hecha ante el alto tribunal por el Procurador General en la que pide que a través de los manuales de convivencia se restrinjan las manifestaciones de afecto como besos y abrazos.

A través del documento de 55 páginas, presentada a la magistrada de la Corte Constitucional Gloria Ortiz Delgado, el jefe del Ministerio Público considera que no hubo discriminación por parte del colegio, donde estudió Sergio Urrego, en su manual y asegura que si las manifestaciones obscenas están prohibidas en espacio público para todos los ciudadanos, es normal que una institución las sancione cuando se ejercen dentro de ella.

En el texto Ordóñez indicó “Si efectivamente no se pudiera exigir a los niños el recato y el pudor al interior de sus instituciones educativas, ¿qué razones válidas existirían o podrían existir para exigirlas a los ciudadanos? Pero, en cambio, si el recato y la moderación son virtudes socialmente exigibles a los adultos, entonces ¿por qué no podemos formar a los niños en su ejercicio?”.

En cuanto a esto, el estudiante Camilo Daza aseguró “a uno no lo pueden obligar a hacer o dejar de hacer cosas que uno no quiere. Si uno tiene un amigo o amiga a quien abrazar es normal, es una expresión de cariño y no quiere decir que seamos novios o no, o que seamos homosexuales”.

Los manuales deben ser concertados
Luego de analizar el caso del estudiantes Sergio Urrego, explicado en la Sentencia T-565/13, donde el alto tribunal estableció que los manuales de convivencia deben estar precedidos de la participación de directivos, profesores, educandos y padres de familia, la Corte también ordenó que, en un plazo de un año, el Ministerio de Educación deberá crear el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y el Comité Nacional de Convivencia Escolar.

El documento de la Corte Constitucional consta de 87 páginas, que revoca la sentencia del Consejo de Estado, que había declarado improcedente la tutela interpuesta por la madre de Sergio Urrego, Alba Reyes, donde pide la revisión del caso de su hijo.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
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