Esta relación tormentosa se analizó durante cinco días en Valledupar en el marco de la Segunda Cumbre Internacional de Periodismo en homenaje al Nobel de Literatura ‘Gabriel García Márquez.
Esta relación tormentosa se analizó durante cinco días en Valledupar en el marco de la Segunda Cumbre Internacional de Periodismo en homenaje al Nobel de Literatura ‘Gabriel García Márquez, liderada por Compañeros Internacionales de Periodistas y Editores, Conape A.C, organización periodística de los Estados Unidos Mexicanos, país de donde vino una delegación a contar cómo hacen el periodismo y a decirnos cómo ven el colombiano y en especial el vallenato.
En los diferentes paneles se habló del papel del periodismo en la sociedad y se concluyó que definitivamente es muy difícil ejercer esta profesión de la mano del poder. “No puede existir el periodismo si está en maridaje (matrimonio) con el poder público, el periodismo es contrapeso a los excesos de poder. El periodista que está al servicio de un político deja su conciencia de periodista”, fue la contundente frase con la que abrió esta Cumbre el abogado, periodista, escritor y locutor Rafael Loret de Mola.
Hoy queremos hacer eco a esta importante reflexión porque el periodismo vallenato padece esta enfermedad que impide que desde los medios de comunicación se haga una verdadera labor de control social al sector público, especialmente a los gobernantes, líderes políticos y económicos.
La pauta publicitaria es el anillo que sella esta unión y la misma que impide que seamos los agentes de la opinión pública y de la información que determina los rumbos de la sociedad. En Valledupar se hace buen periodismo, pero sería mejor si se estableciera una mejor relación con el poder, que entendieran que los contratos de publicidad no son para comprar periodistas ni medios y que éstos son el mejor espacio para que la ciudadanía conozca qué hacen y qué dejan de hacer y que sea esta la que finalmente se forme la opinión de su gestión.
Aunque esta Cumbre fue bastante invisible para los periodistas de la ciudad, situación que lamentamos, fue un buen ejercicio que ha tenido eco internacional y nacional. A los colegas que vinieron desde otros países a conocer Valledupar, su cultura y su periodismo, gracias. Al presidente de Conape, Raúl González Nova, y su vicepresidente anfitrión, el periodista vallenato Pedro Pablo Polo Anaya, nuestro reconocimiento por el logro. También a las universidades, empresas y entidades que sí apoyaron este encuentro y a las que no, también porque así se impidió que estuviera contaminada de tanto poder.
Esta relación tormentosa se analizó durante cinco días en Valledupar en el marco de la Segunda Cumbre Internacional de Periodismo en homenaje al Nobel de Literatura ‘Gabriel García Márquez.
Esta relación tormentosa se analizó durante cinco días en Valledupar en el marco de la Segunda Cumbre Internacional de Periodismo en homenaje al Nobel de Literatura ‘Gabriel García Márquez, liderada por Compañeros Internacionales de Periodistas y Editores, Conape A.C, organización periodística de los Estados Unidos Mexicanos, país de donde vino una delegación a contar cómo hacen el periodismo y a decirnos cómo ven el colombiano y en especial el vallenato.
En los diferentes paneles se habló del papel del periodismo en la sociedad y se concluyó que definitivamente es muy difícil ejercer esta profesión de la mano del poder. “No puede existir el periodismo si está en maridaje (matrimonio) con el poder público, el periodismo es contrapeso a los excesos de poder. El periodista que está al servicio de un político deja su conciencia de periodista”, fue la contundente frase con la que abrió esta Cumbre el abogado, periodista, escritor y locutor Rafael Loret de Mola.
Hoy queremos hacer eco a esta importante reflexión porque el periodismo vallenato padece esta enfermedad que impide que desde los medios de comunicación se haga una verdadera labor de control social al sector público, especialmente a los gobernantes, líderes políticos y económicos.
La pauta publicitaria es el anillo que sella esta unión y la misma que impide que seamos los agentes de la opinión pública y de la información que determina los rumbos de la sociedad. En Valledupar se hace buen periodismo, pero sería mejor si se estableciera una mejor relación con el poder, que entendieran que los contratos de publicidad no son para comprar periodistas ni medios y que éstos son el mejor espacio para que la ciudadanía conozca qué hacen y qué dejan de hacer y que sea esta la que finalmente se forme la opinión de su gestión.
Aunque esta Cumbre fue bastante invisible para los periodistas de la ciudad, situación que lamentamos, fue un buen ejercicio que ha tenido eco internacional y nacional. A los colegas que vinieron desde otros países a conocer Valledupar, su cultura y su periodismo, gracias. Al presidente de Conape, Raúl González Nova, y su vicepresidente anfitrión, el periodista vallenato Pedro Pablo Polo Anaya, nuestro reconocimiento por el logro. También a las universidades, empresas y entidades que sí apoyaron este encuentro y a las que no, también porque así se impidió que estuviera contaminada de tanto poder.