Los grandes problemas sociales que conocemos a diario a través de los medios de comunicación y que vivimos en carne propia no son más que producto de la super población sin ningún tipo de control y que se palpa más en las familias de bajos recursos en las principales ciudades del país. Ese crecimiento desmedido […]
Los grandes problemas sociales que conocemos a diario a través de los medios de comunicación y que vivimos en carne propia no son más que producto de la super población sin ningún tipo de control y que se palpa más en las familias de bajos recursos en las principales ciudades del país.
Ese crecimiento desmedido alimenta más la pobreza que se convierte en inseguridad, falta de educación, hambre, miseria indigencia, violaciones prostitución, fortalecimiento de grupos ilegales, drogadicción maltrato infantil, entre otros, por una sencilla razón: los menores adolescentes producto de la irresponsabilidad de traer hijos al mundo sin control alguno y sin la capacidad económica que esto representa. Esos menores cuando llegan a cierta edad y por la misma necesidad, no tienen otra opción que delinquir o prostituirse. Cualquier mujer puede tener los hijos que quiera y nadie se pronuncia, no hay políticas estatales que lo regule.
Habría que revisar e implementar esa medida de control a la explosión demográfica, con resultados a largo plazo, pero sería el comienzo del final de la de la pobreza absoluta, esto se aplicaría inicialmente en las regiones más pobladas, ese crecimiento informal que aumenta de manera alarmante por la desproporción entre nacimiento y muerte, a pesar que estamos en un país violento, hay ponerle freno.
Cada vez que nace un niño bajo esas circunstancias se aumenta la pobreza, no tienen otra forma de subsistir porque los gastos aumentan considerablemente. Según algunos datos, en Colombia son abandonados un promedio de tres niños recién nacidos diariamente, por razones de pobreza. Son más de 20 mil los niños con desnutrición severa en La Guajira. En un solo pueblo del Cauca hay 30 mil habitantes en extrema pobreza, una mujer de 33 años de edad es madre de 11 hijos, en un pueblo de Nariño donde el 30 % de sus habitantes no saben leer ni escribir y viven en precarias condiciones, la mayoría de mujeres desconocen la palabra planificación.
Solo en 2014 fueron capturadas y judicializadas más de 270 mil personas por hurto y otros delitos menores, cada hora se roban en Colombia más de 100 celulares.
Algunos programas del gobierno como Familias en Acción, no hay duda de su bondad, estimulan a las mujeres a dar a luz seguidamente, hay hogares con muchos hijos que viven o subsisten solo de ese programa. Esta podría ser una solución si el Estado tomara medidas de carácter obligatorio.
Los grandes problemas sociales que conocemos a diario a través de los medios de comunicación y que vivimos en carne propia no son más que producto de la super población sin ningún tipo de control y que se palpa más en las familias de bajos recursos en las principales ciudades del país. Ese crecimiento desmedido […]
Los grandes problemas sociales que conocemos a diario a través de los medios de comunicación y que vivimos en carne propia no son más que producto de la super población sin ningún tipo de control y que se palpa más en las familias de bajos recursos en las principales ciudades del país.
Ese crecimiento desmedido alimenta más la pobreza que se convierte en inseguridad, falta de educación, hambre, miseria indigencia, violaciones prostitución, fortalecimiento de grupos ilegales, drogadicción maltrato infantil, entre otros, por una sencilla razón: los menores adolescentes producto de la irresponsabilidad de traer hijos al mundo sin control alguno y sin la capacidad económica que esto representa. Esos menores cuando llegan a cierta edad y por la misma necesidad, no tienen otra opción que delinquir o prostituirse. Cualquier mujer puede tener los hijos que quiera y nadie se pronuncia, no hay políticas estatales que lo regule.
Habría que revisar e implementar esa medida de control a la explosión demográfica, con resultados a largo plazo, pero sería el comienzo del final de la de la pobreza absoluta, esto se aplicaría inicialmente en las regiones más pobladas, ese crecimiento informal que aumenta de manera alarmante por la desproporción entre nacimiento y muerte, a pesar que estamos en un país violento, hay ponerle freno.
Cada vez que nace un niño bajo esas circunstancias se aumenta la pobreza, no tienen otra forma de subsistir porque los gastos aumentan considerablemente. Según algunos datos, en Colombia son abandonados un promedio de tres niños recién nacidos diariamente, por razones de pobreza. Son más de 20 mil los niños con desnutrición severa en La Guajira. En un solo pueblo del Cauca hay 30 mil habitantes en extrema pobreza, una mujer de 33 años de edad es madre de 11 hijos, en un pueblo de Nariño donde el 30 % de sus habitantes no saben leer ni escribir y viven en precarias condiciones, la mayoría de mujeres desconocen la palabra planificación.
Solo en 2014 fueron capturadas y judicializadas más de 270 mil personas por hurto y otros delitos menores, cada hora se roban en Colombia más de 100 celulares.
Algunos programas del gobierno como Familias en Acción, no hay duda de su bondad, estimulan a las mujeres a dar a luz seguidamente, hay hogares con muchos hijos que viven o subsisten solo de ese programa. Esta podría ser una solución si el Estado tomara medidas de carácter obligatorio.