Un suboficial del ejército, oriundo de Aguachica, no pudo escapar por segunda vez de la muerte que lo perseguía desde Chaparral, Tolima donde dos helicópteros tipo Black Howk, se estrellaron la semana anterior en un siniestro que hasta la fecha, no ha sido esclarecido todavía.
El militar aguachiquense identificado como, Jorge Armando Caviedes de 25 años de edad, era miembro activo de la Fuerza de Tarea del Sur, conformada por la Brigada Móvil Número 8, la Brigada Móvil número 20, el Batallón de Alta Montaña ‘General Santos Gutiérrez Prieto’, una compañía del Batallón Especial Energético y Vial número 6, un destacamento de tiradores de alta precisión y una compañía de servicios.
Cuentan sus familiares, que el día que el cabo tercero Jorge Armando Caviedes,  llegó a Aguachica, narró con su cara entristecida que sus superiores habían muerto al estrellarse dos helicópteros cuando decolaban de un helipuerto improvisado.
“En uno de esos helicópteros me iba a subir yo, pero me bajaron porque iba muy pesado, entonces yo me quedé para el segundo viaje, cuando vi que se estrellaron y la mayoría murieron allí, de la que me salvé, contaba a sus familiares”.
Desde que ocurrió la tragedia, sus comandantes lo notaban triste y por ello decidieron mandarlo a descansar unos días para que se recuperara sicológicamente y después regresara para reintegrarse a su nueva unidad militar, pero la muerte le salió adelante.
El pasado domingo cuando estaba sentado en la puerta de su casa, unos amigos llegaron a buscarlo para que los acompañara a Gamarra a dar un paseo; él se negó al comienzo pero fue tanta la insistencia de sus conocidos que lo convencieron y al salir, le dijo a su mamá, “luego vuelvo”, pero esa promesa no la cumplió, la muerte lo esperaba en ‘la curva del diablo’.
El vehículo Chevrolet  Aveo, color negro donde se desplazaba con sus amigos, se estrelló de frente contra unos árboles y un alambrado de una de las cercas del lugar, muriendo en el instante que lo evacuaban de las latas retorcidas del automotor.