Las autoridades buscan por cielo y tierra a una niña que, al parecer, fue raptada por un hombre en la vereda Cominos de Tamacal, en el noroccidente de Valledupar.
La última vez que en la vereda Cominos de Tamacal vieron a Andrea Carolina Rojas Erazo, de siete años, fue el pasado sábado a las 2:00 de la tarde, cuando salió junto a sus hermanitos de dos y cuatro años, respectivamente, a comprar galletas en una tienda cercana a su casa, en la finca Villa Miriam.
Gregoria Erazo Morales, madre de los pequeños, contó que los dos menores regresaron a la casa 20 minutos después, pero Andrea Carolina no volvió.
Ella contó que confiada en que su hija estaba en buenas manos esperó varias horas a que regresara, pero a las 10:20 de la noche no aguantó más y reportó la desaparición a la Policía.
“El señor Totto los había invitado a comprar galletas, le pregunté al niño de cuatro años y me dijo que la niña se había quedado con Totto porque iban a recoger leña y salieron hacia un potrero”, contó la desesperada madre en la casa de su hermana menor, en la invasión Francisco Javier, zona periférica de Valledupar, a donde se desplazó con sus otros tres hijos luego de la extraña desaparición de Andrea Carolina.
En la finca Villa Miriam, donde Gregoria trabaja, quedó su compañero sentimental y padre del menor de sus cuatro hijos. Allí esperan que cualquier habitante de la zona suministre alguna información sobre el paradero de la niña. Aunque no hay certeza de dónde está, si la tienen sobre quién la habría raptado.
En Cominos de Tamacal muchos coinciden en que el presunto raptor de Andrea Carolina sería un hombre de aproximadamente 60 años de edad, que recientemente había llegado a la zona a trabajar y que con su acento del interior del país y amplios conocimientos de la biblia logró ganarse la confianza de la familia de la niña, a tal punto que llevaba una semana viviendo en la finca Villa Miriam.
“Él (Totto) estaba haciendo un trabajo de una socola en la finca vecina y cuando terminó el trabajo nos dijo a nosotros, al marido mío, que le diera posada por unos días y tenía más de una semana de estar en la casa”, reveló Gregoria Erazo.
Según la madre, durante la corta estancia que el foráneo tuvo en la finca, este le manifestó que quería hacerse cargo de la niña para darle estudios, pero ella aseguró que no era capaz de separarse de ninguno de sus hijos.
“Él (Totto) es evangélico, siempre trataba bien a los pelados y les daba cualquier cosa. Él se la quería llevar porque estaba con el afán, me dijo el otro día que le diera a la niña para darle unos estudios, unas clases, pero le dije que no”, recordó.
La Policía inició las labores de búsqueda desde el momento que el caso fue denunciado y ayer se intensificaron los operativos con sobrevuelos en helicóptero sobre los corregimientos noroccidentales de Valledupar, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde se distribuyeron volantes con la fotografía de la niña y un retrato hablado del presunto raptor.
“Estamos haciendo una búsqueda exhaustiva, utilizando toda la capacidad institucional como es el grupo Gaula, Emcar, los Carabineros y la Policía de Infancia y Adolescencia”, precisó el subcomandante de la Policía Cesar, coronel Edgar Martínez.
Las autoridades ayer ofrecieron una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que permita encontrar a la niña.
Por Redacción Judicial / EL PILÓN
Las autoridades buscan por cielo y tierra a una niña que, al parecer, fue raptada por un hombre en la vereda Cominos de Tamacal, en el noroccidente de Valledupar.
La última vez que en la vereda Cominos de Tamacal vieron a Andrea Carolina Rojas Erazo, de siete años, fue el pasado sábado a las 2:00 de la tarde, cuando salió junto a sus hermanitos de dos y cuatro años, respectivamente, a comprar galletas en una tienda cercana a su casa, en la finca Villa Miriam.
Gregoria Erazo Morales, madre de los pequeños, contó que los dos menores regresaron a la casa 20 minutos después, pero Andrea Carolina no volvió.
Ella contó que confiada en que su hija estaba en buenas manos esperó varias horas a que regresara, pero a las 10:20 de la noche no aguantó más y reportó la desaparición a la Policía.
“El señor Totto los había invitado a comprar galletas, le pregunté al niño de cuatro años y me dijo que la niña se había quedado con Totto porque iban a recoger leña y salieron hacia un potrero”, contó la desesperada madre en la casa de su hermana menor, en la invasión Francisco Javier, zona periférica de Valledupar, a donde se desplazó con sus otros tres hijos luego de la extraña desaparición de Andrea Carolina.
En la finca Villa Miriam, donde Gregoria trabaja, quedó su compañero sentimental y padre del menor de sus cuatro hijos. Allí esperan que cualquier habitante de la zona suministre alguna información sobre el paradero de la niña. Aunque no hay certeza de dónde está, si la tienen sobre quién la habría raptado.
En Cominos de Tamacal muchos coinciden en que el presunto raptor de Andrea Carolina sería un hombre de aproximadamente 60 años de edad, que recientemente había llegado a la zona a trabajar y que con su acento del interior del país y amplios conocimientos de la biblia logró ganarse la confianza de la familia de la niña, a tal punto que llevaba una semana viviendo en la finca Villa Miriam.
“Él (Totto) estaba haciendo un trabajo de una socola en la finca vecina y cuando terminó el trabajo nos dijo a nosotros, al marido mío, que le diera posada por unos días y tenía más de una semana de estar en la casa”, reveló Gregoria Erazo.
Según la madre, durante la corta estancia que el foráneo tuvo en la finca, este le manifestó que quería hacerse cargo de la niña para darle estudios, pero ella aseguró que no era capaz de separarse de ninguno de sus hijos.
“Él (Totto) es evangélico, siempre trataba bien a los pelados y les daba cualquier cosa. Él se la quería llevar porque estaba con el afán, me dijo el otro día que le diera a la niña para darle unos estudios, unas clases, pero le dije que no”, recordó.
La Policía inició las labores de búsqueda desde el momento que el caso fue denunciado y ayer se intensificaron los operativos con sobrevuelos en helicóptero sobre los corregimientos noroccidentales de Valledupar, en estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde se distribuyeron volantes con la fotografía de la niña y un retrato hablado del presunto raptor.
“Estamos haciendo una búsqueda exhaustiva, utilizando toda la capacidad institucional como es el grupo Gaula, Emcar, los Carabineros y la Policía de Infancia y Adolescencia”, precisó el subcomandante de la Policía Cesar, coronel Edgar Martínez.
Las autoridades ayer ofrecieron una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que permita encontrar a la niña.
Por Redacción Judicial / EL PILÓN