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Columnista - 27 junio, 2015

Inversión de valores en el vallenato

El célebre saludo o las “nombradas” se volvieron habituales en el folclor vallenato, es más, algunos conjuntos han tratado de abolirlo y la verdad a fuerza de costumbre se escuchan hasta raras las canciones sin este elemento. Desde que esta moda comenzó, los marimberos fueron los predilectos de los artistas para saludarlos en sus discos, […]

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El célebre saludo o las “nombradas” se volvieron habituales en el folclor vallenato, es más, algunos conjuntos han tratado de abolirlo y la verdad a fuerza de costumbre se escuchan hasta raras las canciones sin este elemento. Desde que esta moda comenzó, los marimberos fueron los predilectos de los artistas para saludarlos en sus discos, dado que les representaba jugosos ingresos económicos, en efectivo o regalos como lujosos relojes, joyas, carros o casas, el folclor es un negocio redondo y los artistas deben hacer un costoso trabajo de mercadeo para que sus producciones sean exitosas, a esto se le suma que algunos programadores y locutores se han vuelto unos verdaderos “extorsionistas” con la famosa “payola”, que no es más que un impuesto que le cobran a los artistas para no vetar su música en las emisoras, si una agrupación quiere que su disco suene y se “pegue” debe ligar a ciertos individuos.

No estoy en contra del saludo, pues a mí también me han saludado varios artistas, solo por amistad, que es lo único que les puedo regalar, porque dinero no tengo, lo que no comparto es que ahora prevalezca el interés monetario y solo les interese relacionarse principalmente con gente cuyos ingresos son de dudosa procedencia y algunos lo reciban sin importarles que esta plata esté sucia de sangre, o le haya sido arrebatada a gente inocente y hasta pobre. Además de gente buena, folcloristas insignes y uno que otro seguidor, delincuentes de cuello blanco, asesinos, narcos y políticos corruptos también están a la orden día en las listas de saludos, el objetivo es obtener dinero sin importar de donde venga, lo más triste es que personas decentes y verdaderos amantes del folclor, muchas veces son nombrados al lado de estos personajes siniestros y de esta manera sus nombres se ven enlodados, porque la gente los relaciona sin saber que ni siquiera se conocen. Para muestra un botón, hay un éxito vallenato de los años noventa, en donde un gran artista de nuestro folclor menciona ocho personas, de los cuales seis eran capos del bajo mundo, todos muertos en vendettas de la mafia, aquí en realidad tiene más culpa el manager, que es la persona responsable en gran parte de hacer esa selección y recibir los dineros, increíble pero cierto, es la triste realidad.

Hay un caso reciente de una señora “endiosada” por algunos locutores, managers y músicos, la cual se hizo famosa por su desenfrenada y explicita “generosidad” con ellos, regalándoles costosos vehículos, desde un principio dudé de la procedencia de esos dineros, porque como dicen los paisas: “De eso bueno, no dan tanto”. Hoy día la “generosa” señora, que hasta se daba el lujo de paralizar a los empleados del salón de belleza donde concurría, quienes no atendían a ningún otro cliente hasta cuando ella llegaba, pagando exorbitantes sumas por un corte de cabello o un manicure, ahora está envuelta en un escando por una estafa múltiple y se encuentra tras las rejas en Bogotá, lejos de sus hijos, de su familia y de su séquito de lambones y sanguijuelas, quienes también comieron platica de la robada a cientos de incautos. Las autoridades del folclor, los artistas, locutores, programadores de radio, periodistas serios y de buen corazón, deben hacer un alto y replantear el camino a seguir dentro de la música vallenata, porque ciertas actitudes, no son sanas para el bien del mismo, que la delincuencia se dedique a escuchar los explícitos “narcocorridos” y dejemos el vallenato en paz.
@juliomceledon

Columnista
27 junio, 2015

Inversión de valores en el vallenato

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Julio Mario Celedon

El célebre saludo o las “nombradas” se volvieron habituales en el folclor vallenato, es más, algunos conjuntos han tratado de abolirlo y la verdad a fuerza de costumbre se escuchan hasta raras las canciones sin este elemento. Desde que esta moda comenzó, los marimberos fueron los predilectos de los artistas para saludarlos en sus discos, […]


El célebre saludo o las “nombradas” se volvieron habituales en el folclor vallenato, es más, algunos conjuntos han tratado de abolirlo y la verdad a fuerza de costumbre se escuchan hasta raras las canciones sin este elemento. Desde que esta moda comenzó, los marimberos fueron los predilectos de los artistas para saludarlos en sus discos, dado que les representaba jugosos ingresos económicos, en efectivo o regalos como lujosos relojes, joyas, carros o casas, el folclor es un negocio redondo y los artistas deben hacer un costoso trabajo de mercadeo para que sus producciones sean exitosas, a esto se le suma que algunos programadores y locutores se han vuelto unos verdaderos “extorsionistas” con la famosa “payola”, que no es más que un impuesto que le cobran a los artistas para no vetar su música en las emisoras, si una agrupación quiere que su disco suene y se “pegue” debe ligar a ciertos individuos.

No estoy en contra del saludo, pues a mí también me han saludado varios artistas, solo por amistad, que es lo único que les puedo regalar, porque dinero no tengo, lo que no comparto es que ahora prevalezca el interés monetario y solo les interese relacionarse principalmente con gente cuyos ingresos son de dudosa procedencia y algunos lo reciban sin importarles que esta plata esté sucia de sangre, o le haya sido arrebatada a gente inocente y hasta pobre. Además de gente buena, folcloristas insignes y uno que otro seguidor, delincuentes de cuello blanco, asesinos, narcos y políticos corruptos también están a la orden día en las listas de saludos, el objetivo es obtener dinero sin importar de donde venga, lo más triste es que personas decentes y verdaderos amantes del folclor, muchas veces son nombrados al lado de estos personajes siniestros y de esta manera sus nombres se ven enlodados, porque la gente los relaciona sin saber que ni siquiera se conocen. Para muestra un botón, hay un éxito vallenato de los años noventa, en donde un gran artista de nuestro folclor menciona ocho personas, de los cuales seis eran capos del bajo mundo, todos muertos en vendettas de la mafia, aquí en realidad tiene más culpa el manager, que es la persona responsable en gran parte de hacer esa selección y recibir los dineros, increíble pero cierto, es la triste realidad.

Hay un caso reciente de una señora “endiosada” por algunos locutores, managers y músicos, la cual se hizo famosa por su desenfrenada y explicita “generosidad” con ellos, regalándoles costosos vehículos, desde un principio dudé de la procedencia de esos dineros, porque como dicen los paisas: “De eso bueno, no dan tanto”. Hoy día la “generosa” señora, que hasta se daba el lujo de paralizar a los empleados del salón de belleza donde concurría, quienes no atendían a ningún otro cliente hasta cuando ella llegaba, pagando exorbitantes sumas por un corte de cabello o un manicure, ahora está envuelta en un escando por una estafa múltiple y se encuentra tras las rejas en Bogotá, lejos de sus hijos, de su familia y de su séquito de lambones y sanguijuelas, quienes también comieron platica de la robada a cientos de incautos. Las autoridades del folclor, los artistas, locutores, programadores de radio, periodistas serios y de buen corazón, deben hacer un alto y replantear el camino a seguir dentro de la música vallenata, porque ciertas actitudes, no son sanas para el bien del mismo, que la delincuencia se dedique a escuchar los explícitos “narcocorridos” y dejemos el vallenato en paz.
@juliomceledon