En el lugar hay una enorme grieta en el tallo que pone en riesgo a más de 300 deportistas que entrenan allí.
El riesgo de una tragedia mantiene en alerta a más de 300 niños que utilizan una de las canchas de fútbol del barrio Doce de Octubre, en Valledupar, debido al mal estado que presenta un árbol de ceiba que está a punto de colapsar.
Una enorme grieta en el tallo, a un metro de la raíz, prendió las alarmas entre algunos entrenadores y miembros de la comunidad que utilizan el lugar para fomentar y masificar la práctica del fútbol en niños entre 5 y 12 años.
Fredy Manuel Chiquillo, del club Doce de Octubre, hizo un llamado a las autoridades ambientales o a la misma Administración Municipal para que tomen cartas en el asunto y así se pueda evitar una tragedia.
“Mire, esa cancha nunca está desocupada, siempre hay niños jugando y la ceiba está a diez metros de ella, llevamos más de un año con esta preocupación y nadie se apersona de esta situación, acá llegan muchos niños y padres de familia y la única sombra es un palo de mango que está a escasos metros del de ceiba”, dijo el dirigente.
Pared deteriorada
El presidente del club Doce de Octubre también alertó a las autoridades escolares de la subsede de la Institución Educativa ‘Leonidas Acuña’, ubicada en la parte alterna del árbol, para que elaboren mecanismos de prevención para que la pared del centro educativo no se venga a tierra.
“Esa pared también está a punto de caerse, precisamente porque la raíz del árbol permanece debajo de la estructura. Incluso, hay un problema porque los estudiantes salen a las doce del día y el bus los recoge a las dos de la tarde y se quedan jugando, bien sea en la cancha de baloncesto o en la de fútbol, acá hay muchos riesgos con ese árbol en mal estado”, advirtió Fredy Manuel Chiquillo.
Igual inconformidad tiene Javier Acuña González, padre de familia de uno de los niños que ayer jugaba en el escenario. “Acá corremos el riesgo de una tragedia, los espacios son reducidos a la hora de que los niños se diviertan, este problema tiene más de un año, entonces cuando ocurra un hecho lamentable es cuando van a actuar”.
En las diferentes canchas del barrio Doce de Octubre los clubes tienen sus horarios de entrenamientos y la que está al lado de la ceiba es la más utilizadas por jugadores de las categorías menores.
Sobre el tema, el secretario de Educación Municipal, Asdrúbal Rocha Lengua anunció una inspección al lugar para encontrar una salida a la problemática que acarrea el mal estado del árbol.
“Nosotros no podemos tomar medidas sin la autorización de Corpocesar, hoy mismo (ayer) haré una visita al lugar para ver cómo podemos solucionar esta amenaza”, explicó Rocha Lengua.
En el lugar hay una enorme grieta en el tallo que pone en riesgo a más de 300 deportistas que entrenan allí.
El riesgo de una tragedia mantiene en alerta a más de 300 niños que utilizan una de las canchas de fútbol del barrio Doce de Octubre, en Valledupar, debido al mal estado que presenta un árbol de ceiba que está a punto de colapsar.
Una enorme grieta en el tallo, a un metro de la raíz, prendió las alarmas entre algunos entrenadores y miembros de la comunidad que utilizan el lugar para fomentar y masificar la práctica del fútbol en niños entre 5 y 12 años.
Fredy Manuel Chiquillo, del club Doce de Octubre, hizo un llamado a las autoridades ambientales o a la misma Administración Municipal para que tomen cartas en el asunto y así se pueda evitar una tragedia.
“Mire, esa cancha nunca está desocupada, siempre hay niños jugando y la ceiba está a diez metros de ella, llevamos más de un año con esta preocupación y nadie se apersona de esta situación, acá llegan muchos niños y padres de familia y la única sombra es un palo de mango que está a escasos metros del de ceiba”, dijo el dirigente.
Pared deteriorada
El presidente del club Doce de Octubre también alertó a las autoridades escolares de la subsede de la Institución Educativa ‘Leonidas Acuña’, ubicada en la parte alterna del árbol, para que elaboren mecanismos de prevención para que la pared del centro educativo no se venga a tierra.
“Esa pared también está a punto de caerse, precisamente porque la raíz del árbol permanece debajo de la estructura. Incluso, hay un problema porque los estudiantes salen a las doce del día y el bus los recoge a las dos de la tarde y se quedan jugando, bien sea en la cancha de baloncesto o en la de fútbol, acá hay muchos riesgos con ese árbol en mal estado”, advirtió Fredy Manuel Chiquillo.
Igual inconformidad tiene Javier Acuña González, padre de familia de uno de los niños que ayer jugaba en el escenario. “Acá corremos el riesgo de una tragedia, los espacios son reducidos a la hora de que los niños se diviertan, este problema tiene más de un año, entonces cuando ocurra un hecho lamentable es cuando van a actuar”.
En las diferentes canchas del barrio Doce de Octubre los clubes tienen sus horarios de entrenamientos y la que está al lado de la ceiba es la más utilizadas por jugadores de las categorías menores.
Sobre el tema, el secretario de Educación Municipal, Asdrúbal Rocha Lengua anunció una inspección al lugar para encontrar una salida a la problemática que acarrea el mal estado del árbol.
“Nosotros no podemos tomar medidas sin la autorización de Corpocesar, hoy mismo (ayer) haré una visita al lugar para ver cómo podemos solucionar esta amenaza”, explicó Rocha Lengua.