En el municipio de Chimichagua comenzó a funcionar la segunda fase de Telemedicina.
En el hospital Inmaculada Concepción del municipio de Chimichagua se puso en marcha la segunda fase del programa de Telemedicina con el fin de beneficiar a habitantes de la zona rural, en especial a los residentes del corregimiento de Sampegua.
El programa permitirá que especialistas de alto nivel diagnostiquen y brinden los tratamientos a pacientes de zonas más alejadas del casco urbano a través del servicio médico a distancia, según explicó Dalma Ospino Pérez, gerente del Hospital Inmaculada Concepción de Chimichagua.
Según Ospino Pérez, el novedoso sistema consiste en contar con hospitales de alto nivel de resolución para que sus especialistas, a través de la teleconsulta, diagnostiquen y formulen a los pacientes y así llevar la asistencia en salud a todas las comunidades lejanas que por diversas razones en varias ocasiones no recibían la atención médica oportuna.
Con este sistema, según la experta en salud, los pacientes podrán recibir atención en ginecología, pediatría, neurología y hasta cirugía. Para dichos procedimientos, la Gerente del hospital explicó que cada una de las unidades cuenta con un equipo de cómputo habilitado, una cámara especial de telemedicina, pantallas y equipos compatibles de ultrasonido y electrocardiograma; así como la infraestructura necesaria de conectividad que les permita mantener una comunicación fluida y de calidad.
El hospital Inmaculada Concepción proyecta ampliar el programa de Telemedicina a otros centros de salud como aquellos ubicados en los corregimientos de Mandinguilla, Candelaria y Saloa.
Según la Organización Mundial de Salud, la Telemedicina es definida como la distribución de servicios de salud en la que la distancia es un factor crítico, donde los profesionales de la salud usan información y tecnología de comunicaciones para el intercambio de información válida para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades o daños, investigación, evaluación y para la educación de proveedores de la salud.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
En el municipio de Chimichagua comenzó a funcionar la segunda fase de Telemedicina.
En el hospital Inmaculada Concepción del municipio de Chimichagua se puso en marcha la segunda fase del programa de Telemedicina con el fin de beneficiar a habitantes de la zona rural, en especial a los residentes del corregimiento de Sampegua.
El programa permitirá que especialistas de alto nivel diagnostiquen y brinden los tratamientos a pacientes de zonas más alejadas del casco urbano a través del servicio médico a distancia, según explicó Dalma Ospino Pérez, gerente del Hospital Inmaculada Concepción de Chimichagua.
Según Ospino Pérez, el novedoso sistema consiste en contar con hospitales de alto nivel de resolución para que sus especialistas, a través de la teleconsulta, diagnostiquen y formulen a los pacientes y así llevar la asistencia en salud a todas las comunidades lejanas que por diversas razones en varias ocasiones no recibían la atención médica oportuna.
Con este sistema, según la experta en salud, los pacientes podrán recibir atención en ginecología, pediatría, neurología y hasta cirugía. Para dichos procedimientos, la Gerente del hospital explicó que cada una de las unidades cuenta con un equipo de cómputo habilitado, una cámara especial de telemedicina, pantallas y equipos compatibles de ultrasonido y electrocardiograma; así como la infraestructura necesaria de conectividad que les permita mantener una comunicación fluida y de calidad.
El hospital Inmaculada Concepción proyecta ampliar el programa de Telemedicina a otros centros de salud como aquellos ubicados en los corregimientos de Mandinguilla, Candelaria y Saloa.
Según la Organización Mundial de Salud, la Telemedicina es definida como la distribución de servicios de salud en la que la distancia es un factor crítico, donde los profesionales de la salud usan información y tecnología de comunicaciones para el intercambio de información válida para el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades o daños, investigación, evaluación y para la educación de proveedores de la salud.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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