Como una de las mayores alegrías católicas describió el Obispo de la Diócesis de Valledupar, monseñor Óscar José Vélez Isaza, la ordenación presbiteral de cinco diáconos, a quienes pidió no perder el celo por la gloria de Dios.
El máximo jerarca de la iglesia católica en el departamento del Cesar reflexionó sobre la importancia de los jóvenes que llegan a presidir parroquias en todo este territorio porque “no están llamados a ofrecer el pan de la vida, sino que están llamados a transformarse en pan que alimenta a la comunidad”.

El acto se cumplió la mañana de este sábado en el Seminario Juan Pablo II, ubicado al norte de Valledupar, con un nutrido acompañamiento de fieles, seguidores de la iglesia católica de la capital del Cesar, así como el también obispo de Sincelejo, monseñor José Clavijo.
Durante la homilía reconoció que el sacerdote no tiene horario como un profesional, sino que debe estar dispuesto a cualquier hora para llevar el mensaje de Cristo. Y bendijo a Carlos Andrés Cadena Rueda, nacido en Ciénaga, Magdalena y criado en Valledupar; Carlos Enrique Imbrecht Escandón, oriundo de Chiriguaná; Miguel Ángel Rincón Quintero de Curumaní; José Carlos Orozco Cañizares del corregimiento de Mariangola; y Alexander Torres Oñate, nacido en Urumita, La Guajira, para de ahí en adelante lleven el mensaje de Dios a las comunidades más vulnerables.
Monseñor basó el mensaje a los nuevos sacerdotes bajo la palabra del apóstol San Pablo y un mensaje del papa Benedicto XVI. “El sacerdote no es un señor, no es un patrón, no es un dueño de la fe, sino un humilde servidor de ella y del pueblo, el servicio sea de realizar con auténtica humildad, los dones del ministerio se reciben con gratitud y se reparten con generosidad y humildad”.

A las nuevas promesas, Monseñor les dio un mensaje claro y para toda la vida, “la iglesia no necesita sacerdotes derrotados por la vida que se refugien en la mundanalidad, buscando el éxito mundano, no necesitamos sacerdotes derrotados por la vida, sino entusiasmados, renovando constantemente el primer amor para entregar la vida entera al servicio de la iglesia como el Apóstol aún en el ocaso de su vida”.
Mientras que la ciudadanía que acompañó el acto le fue entregado el mensaje que emite la canción ‘Cuidado con Judas’, interpretada por Silvestre Dangond.

Cambios en la Diócesis
Los nuevos sacerdotes fueron ofrecidos a parroquias de esta capital y otras como Codazzi y San Diego.
Por su parte, como rector del Seminario Juan Pablo II fue designado el presbítero Miguel Enrique Ávila Díaz, quien está de rector del colegio Parroquial El Carmelo y párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en su reemplazo llegará Enrique Carlos Sandoval, mientras que el Vicario Parroquial del colegio Parroquial El Carmelo y Capellán es Milton Manuel Arias, a la parroquia La Concepción llega Jesús Antonio Cárdenas como vicario parroquial, el vicerrector del Seminario Menor y delegado del Pastoral Vocacional será el sacerdote Luis Carlos Bermúdez, a Codazzi llegará el párroco Jorge Cujia, así como también administrador temporal de las iglesias Divino Niño y San Isidro, Miguel Ángel Rincones, y a San Diego llega Hermes Ardila.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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