EL PILÓN en su Tema del Día de hoy aborda el eterno problema de la salud mental que en Valledupar -y todo el Cesar en general- está tan rezagado. Si buscamos en nuestros archivos periodísticos encontramos que en la última década, años tras año, se repite la misma noticia: “No hay política de salud mental […]
EL PILÓN en su Tema del Día de hoy aborda el eterno problema de la salud mental que en Valledupar -y todo el Cesar en general- está tan rezagado. Si buscamos en nuestros archivos periodísticos encontramos que en la última década, años tras año, se repite la misma noticia: “No hay política de salud mental y menos una Unidad que brinde atención a los pacientes con cuadros siquiátricos”. Siguen enviando a los enfermos mentales a Barranquilla, Bucaramanga o Cartagena.
El Hospital Rosario Pumarejo de López tiene una Unidad Mental atrasada, obsoleta, con las mismas 15 camas de hace 20 años cuando el médito siquiátra Juan Rojano se peleaba con los gobernantes y les exigía que invirtieran en ella.
Las promesas son las mismas. Se habla de un proyecto que dotará al departamento del Cesar de una digna Unidad Mental, que facilite la atención de las personas (hombres, mujeres y niños) con problemas emocionales leves o severos. Han pasado varios gobernadores y ninguno ha podido consolidar las propuestas enfocadas a solucionar este problema de salud pública. Menos este, el del gobernador Monsalvo, que se enfrascó desde el inicio en una pelea político-legal con el gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López, que ha impedido que fluyan las inversiones para el más importante centro hospitalario del departamento.
La salud mental de los colombianos ha mostrado una tendencia al aumento, son cada vez más los casos registrados. En el Cesar el comportamiento es igual. Los especialistas en el tema saben que ahora se ven más casos de violencia intrafamiliar, farmacodependencia y suicidio., siendo este último un fenómeno global, con significado existencial, impactante, que afecta todas las esferas de la sociedad.
A pesar de todo el entramaje social que representa la salud mental, a los gobernantes, ni a los políticos (congresistas) les interesa el tema. Creen que lo resuelven con programas esporádicos que se solo se traducen en charlas en colegios y poblaciones vulnerables, que hacen más por cumplir con un contrato que por atender con seriedad y responsabilidad este serio problema.
la Ley 1616 del 21 de enero de 2013 ordena: “Garantizar el ejercicio pleno del Derecho a la Salud Mental a la población colombiana, priorizando a los niños, las niñas y adolescentes, mediante la promoción de la salud y la prevención del trastorno mental, la Atención Integral e Integrada en Salud Mental en el ámbito del Sistema General de Seguridad Social en Salud, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 49 de la Constitución y con fundamento en el enfoque promocional de Calidad de vida y la estrategia y principios de la Atención Primaria en Salud”, y establece los criterios de política para la reformulación, implementación y evaluación de la Política Pública Nacional de Salud Mental, con base en los enfoques de derechos, territorial y poblacional por etapa del ciclo vital.
La Salud Mental es de interés y prioridad nacional para el Estado, es un derecho fundamental, es tema prioritario de salud pública, es un bien de interés público y es componente esencial del bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. ¿Cuándo acabarán los intereses políticos por darle paso a la aplicación de la ley?
EL PILÓN en su Tema del Día de hoy aborda el eterno problema de la salud mental que en Valledupar -y todo el Cesar en general- está tan rezagado. Si buscamos en nuestros archivos periodísticos encontramos que en la última década, años tras año, se repite la misma noticia: “No hay política de salud mental […]
EL PILÓN en su Tema del Día de hoy aborda el eterno problema de la salud mental que en Valledupar -y todo el Cesar en general- está tan rezagado. Si buscamos en nuestros archivos periodísticos encontramos que en la última década, años tras año, se repite la misma noticia: “No hay política de salud mental y menos una Unidad que brinde atención a los pacientes con cuadros siquiátricos”. Siguen enviando a los enfermos mentales a Barranquilla, Bucaramanga o Cartagena.
El Hospital Rosario Pumarejo de López tiene una Unidad Mental atrasada, obsoleta, con las mismas 15 camas de hace 20 años cuando el médito siquiátra Juan Rojano se peleaba con los gobernantes y les exigía que invirtieran en ella.
Las promesas son las mismas. Se habla de un proyecto que dotará al departamento del Cesar de una digna Unidad Mental, que facilite la atención de las personas (hombres, mujeres y niños) con problemas emocionales leves o severos. Han pasado varios gobernadores y ninguno ha podido consolidar las propuestas enfocadas a solucionar este problema de salud pública. Menos este, el del gobernador Monsalvo, que se enfrascó desde el inicio en una pelea político-legal con el gerente del Hospital Rosario Pumarejo de López, que ha impedido que fluyan las inversiones para el más importante centro hospitalario del departamento.
La salud mental de los colombianos ha mostrado una tendencia al aumento, son cada vez más los casos registrados. En el Cesar el comportamiento es igual. Los especialistas en el tema saben que ahora se ven más casos de violencia intrafamiliar, farmacodependencia y suicidio., siendo este último un fenómeno global, con significado existencial, impactante, que afecta todas las esferas de la sociedad.
A pesar de todo el entramaje social que representa la salud mental, a los gobernantes, ni a los políticos (congresistas) les interesa el tema. Creen que lo resuelven con programas esporádicos que se solo se traducen en charlas en colegios y poblaciones vulnerables, que hacen más por cumplir con un contrato que por atender con seriedad y responsabilidad este serio problema.
la Ley 1616 del 21 de enero de 2013 ordena: “Garantizar el ejercicio pleno del Derecho a la Salud Mental a la población colombiana, priorizando a los niños, las niñas y adolescentes, mediante la promoción de la salud y la prevención del trastorno mental, la Atención Integral e Integrada en Salud Mental en el ámbito del Sistema General de Seguridad Social en Salud, de conformidad con lo preceptuado en el artículo 49 de la Constitución y con fundamento en el enfoque promocional de Calidad de vida y la estrategia y principios de la Atención Primaria en Salud”, y establece los criterios de política para la reformulación, implementación y evaluación de la Política Pública Nacional de Salud Mental, con base en los enfoques de derechos, territorial y poblacional por etapa del ciclo vital.
La Salud Mental es de interés y prioridad nacional para el Estado, es un derecho fundamental, es tema prioritario de salud pública, es un bien de interés público y es componente esencial del bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. ¿Cuándo acabarán los intereses políticos por darle paso a la aplicación de la ley?