Docenas de estos productos coloridos y llamativos se verán expuestos en el próximo concurso del Festival Vallenato llamado Las Piloneras.
Son vallenatos, pero por sus venas corre la sangre indígena, de la parte norte de Colombia, La Guajira. De ahí su amor por un arte muy conocido pero poco valorado como es la creación de calzados llamados por los ancestros como ‘guaireñas’.
Viven en el barrio Primero de Mayo, en la carrera 22 con calle 26. No fue difícil ubicar sus viviendas, en las afueras de las mismas estaban los característicos y coloridos productos exhibidos, así como las llantas que son utilizadas como plantillas de estos hermosos y llamativos accesorios para pies de diferentes tamaños, colores y formas.
Concentrado en una máquina de trenzar hilo se encontraba en el patio de su vivienda Tomás Enrique Díaz. Él es el encargado de esta actividad, aunque sabe el proceso completo y a veces lo aplica, dice que el tiempo sería insuficiente para entregar los pedidos que suelen siempre aumentarse para época del Festival de la Leyenda Vallenata.
Las guaireñas hechas por los hermanos Díaz se convirtieron en una de las elegidas a la hora de participar en el concurso de Las Piloneras, que año tras año realiza el festival de acordeones más grande de Colombia. Aseguran que con ellas, que es uno de los accesorios auténticos exigidos por el jurado calificador de este concurso, han logrado que varios de los grupos participantes ocupen el primer lugar.
Tomás lleva alrededor de 37 años de estar trabajando en este arte que eligió para vivir. Mientras se concentraba en el telar recordó que sus padres, ambos guajiros, se conocieron en Valledupar, se casaron y crearon una fábrica de guaireñas en el barrio Cañahuate. Al fallecer su padre, él continúo con esta actividad que ahora enamora a casi toda la familia. En total son tres hermanos, más los hijos y sobrinos, los encargados de no dejar desfallecer su legado.
“La guaireña se vendía en Valledupar como pan, casi todo el mundo las usaba por su comodidad y tranquilidad, pero ahora sólo se utilizan para épocas especiales, aunque hay personas que aún continúan representando sus ancestros con el uso de ellas”, dijo el hombre de 63 años.
José Eugenio Díaz es el encargado de cortar las llantas y hacer los moldes de los calzados. Él asegura que no toda persona es experta para esta actividad que es una de las más importantes para que las guaireñas duren.
Aunque en sus inicios estos calzados eran vendidos a cinco pesos, con el transcurrir del tiempo y del aumento de los productos, pasó a costar 15 mil, precio individual y ocho mil pesos al por mayor. Sin embargo, en páginas web, estos calzados con vendidos en 40 mil pesos.
Los hermanos Díaz aseguran que sus coloridos productos han llegado a ser tan apetecidos por los extranjeros que en época de Festival han llegado ‘gringos’ a comprarles en cantidades, acontecimiento que espera que en los próximos días se vuelva a repetir.
Asimismo, doña Ibis Díaz, la mayor de los hermanos, mencionó que sus productos han gustado tanto que están exportando a diferentes partes del mundo. Indicó también que a nivel nacional envían pedidos a diferentes partes y en los próximos días mandarán unas para el Chocó.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
[email protected]
Docenas de estos productos coloridos y llamativos se verán expuestos en el próximo concurso del Festival Vallenato llamado Las Piloneras.
Son vallenatos, pero por sus venas corre la sangre indígena, de la parte norte de Colombia, La Guajira. De ahí su amor por un arte muy conocido pero poco valorado como es la creación de calzados llamados por los ancestros como ‘guaireñas’.
Viven en el barrio Primero de Mayo, en la carrera 22 con calle 26. No fue difícil ubicar sus viviendas, en las afueras de las mismas estaban los característicos y coloridos productos exhibidos, así como las llantas que son utilizadas como plantillas de estos hermosos y llamativos accesorios para pies de diferentes tamaños, colores y formas.
Concentrado en una máquina de trenzar hilo se encontraba en el patio de su vivienda Tomás Enrique Díaz. Él es el encargado de esta actividad, aunque sabe el proceso completo y a veces lo aplica, dice que el tiempo sería insuficiente para entregar los pedidos que suelen siempre aumentarse para época del Festival de la Leyenda Vallenata.
Las guaireñas hechas por los hermanos Díaz se convirtieron en una de las elegidas a la hora de participar en el concurso de Las Piloneras, que año tras año realiza el festival de acordeones más grande de Colombia. Aseguran que con ellas, que es uno de los accesorios auténticos exigidos por el jurado calificador de este concurso, han logrado que varios de los grupos participantes ocupen el primer lugar.
Tomás lleva alrededor de 37 años de estar trabajando en este arte que eligió para vivir. Mientras se concentraba en el telar recordó que sus padres, ambos guajiros, se conocieron en Valledupar, se casaron y crearon una fábrica de guaireñas en el barrio Cañahuate. Al fallecer su padre, él continúo con esta actividad que ahora enamora a casi toda la familia. En total son tres hermanos, más los hijos y sobrinos, los encargados de no dejar desfallecer su legado.
“La guaireña se vendía en Valledupar como pan, casi todo el mundo las usaba por su comodidad y tranquilidad, pero ahora sólo se utilizan para épocas especiales, aunque hay personas que aún continúan representando sus ancestros con el uso de ellas”, dijo el hombre de 63 años.
José Eugenio Díaz es el encargado de cortar las llantas y hacer los moldes de los calzados. Él asegura que no toda persona es experta para esta actividad que es una de las más importantes para que las guaireñas duren.
Aunque en sus inicios estos calzados eran vendidos a cinco pesos, con el transcurrir del tiempo y del aumento de los productos, pasó a costar 15 mil, precio individual y ocho mil pesos al por mayor. Sin embargo, en páginas web, estos calzados con vendidos en 40 mil pesos.
Los hermanos Díaz aseguran que sus coloridos productos han llegado a ser tan apetecidos por los extranjeros que en época de Festival han llegado ‘gringos’ a comprarles en cantidades, acontecimiento que espera que en los próximos días se vuelva a repetir.
Asimismo, doña Ibis Díaz, la mayor de los hermanos, mencionó que sus productos han gustado tanto que están exportando a diferentes partes del mundo. Indicó también que a nivel nacional envían pedidos a diferentes partes y en los próximos días mandarán unas para el Chocó.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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