En la XXI Asamblea Nacional de la Liga Antituberculosa Colombiana y de Enfermedades Respiratorias, LAC, Ernesto Varela, médico epidemiólogo, profesional especializado del Instituto Departamental de Salud en Nariño y representante ante el Comité Asesor Nacional de Tuberculosis de los departamentos y distritos del país, dijo que en Colombia se siguen presentando alrededor de 11 mil a 11.500 casos anuales de esta enfermedad transmisible.

“La tuberculosis (enfermedad infecciosa, provocada por un bacilo, que se transmite a través del aire) sigue siendo una enfermedad olvidada, que no se tiene en cuenta y que lastimosamente lleva a que tengamos una importante mortalidad, pese a que existen medicamentos para tratarla y mecanismos para diagnosticarlas”, dijo el profesional de la salud.

En Cesar, desde 2009, son reportados alrededor de 300 casos de tuberculosis por año, en todas sus formas, tanto pulmonar como extrapulmonar, según datos del programa Tuberculosis del Departamento.
Saray Agámez, referente del programa, especificó que esta zona del país tiene una incidencia de 26 por 100 habitantes.

“Como departamento, tenemos unos grupos poblacionales específicos, que son de gran interés, como la tuberculosis en población indígena y en las tres cárceles del departamento”, dijo la encargada del área.
Agámez indicó que entre los retos que tiene el departamento está el diagnosticar la tuberculosis en personas que conviven con el VIH, las muertes por tuberculosis, la identificación de tuberculosis en población infantil y en personas trabajadores de la salud.

¿Pero de qué manera se atiende y se previene la tuberculosis en el departamento? Según la referente de dicho programa, el departamento tiene proyectado capacitaciones para los ciudadanos de los 25 municipios del departamento, asistencias técnicas y fortaleza en el sector salud, debido al desconocimiento de la enfermedad que se convirtió en un problema vigente.
En Cesar se reportan anualmente muertes por esta patología, con respecto a esta situación, la Secretaría, según Agámez, comenzó a analizar las causas de muertes y encontró que el 50% están relacionadas con la tuberculosis VIH y el diagnóstico tardío, es decir que los pacientes no son atendidos a tiempo.

Sin embargo, al parecer, Cesar comenzó a implementar los medicamentos a personas afectadas y a través del régimen subsidiado se le hace la supervisión estrictica, en la que se desplazan los funcionarios hasta el hogar de los pacientes para darles los medicamente, lo que ha permitido una tasa de superior al 85%.
En lo que va de 2015, Cesar reporta dos muertes por tuberculosis.

Un problema actual
Magnolia Arango Lobo Guerrero, profesora titular de la Universidad Nacional de Colombia, dijo que la tuberculosis en este país es un problema actual, en la que se observan alrededor de 550 casos de niños infectados.

“La tuberculosis tiene tratamiento, es curable, pero hay que detectarla, pero en los niños hay mucha susceptibilidad, porque muchos menores, desafortunadamente, no están vacunados o están en condiciones de marginalidad, de carencias económicas, nutricionales y cuando se suman todos esos factores de riesgo es posible la enfermedad”, dijo la docente.

La experta en esta patología enfatizó que es necesario detectar a tiempo esta enfermedad y para ello es necesario tener en cuenta que toda persona que tosa más de 15 días debe ser estudiado, aunque esto no quiere decir que la persona vaya a estar enferma, pero es la única manera de detectarla a tiempo.
Otros de los síntomas de la tuberculosis es la fiebre continua, pérdida de pesos, de niños que se estancan en el crecimiento, entre otras.

Liga Antituberculosa
En el departamento, la Liga Antituberculosa, fundada en 1971, está conformada por ocho miembros: Miriam Céspedes, presidenta; Lucy Baute de Quintero, secretaria; María Elena Castro de Quintero, vicepresidente; Nelly Castro, vicepresidenta; Claudia Mojica, vocal; Josefina Flórez, vocal y Julia de Rosales, vocal.
“Esto ha sido un éxito, que nos motiva a seguir trabajando por la liga, pero tenemos problemas con la sede, porque hicimos un comodato por 10 años con el Hospital Eduardo Arredondo, con el fin de estuvieran en ese lugar los programas de vías respiratorias, pero por problemas económicos tuvieron que ser trasladas al barrio El Carmen”, explicó Miriam Céspedes.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
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