El municipio de Codazzi es uno de los más azotados por la violencia en todas sus manifestaciones. La riqueza agrícola que siempre caracterizó a esta población por ser el epicentro de extensos cultivos de algodón (más de 60 mil hectáreas sembradas), le cedió el terreno a épocas aciagas que fueron disminuyendo el empuje de sus […]
El municipio de Codazzi es uno de los más azotados por la violencia en todas sus manifestaciones. La riqueza agrícola que siempre caracterizó a esta población por ser el epicentro de extensos cultivos de algodón (más de 60 mil hectáreas sembradas), le cedió el terreno a épocas aciagas que fueron disminuyendo el empuje de sus habitantes.
Aunque conserva su vocación agrícola, los tiempos no son los mismos. Muchos de sus pobladores tuvieron que irse desplazados a otros lugares y aun temen volver. Llama la atención que en los últimos 15 días el Ejército Nacional, a través de la Décima Brigada Blindada específicamente, ha informado de hechos ocurridos en Codazzi. Desde capturas de bandas de abigeato, contrabando de gasolina, bandas criminales, micro y narcotráfico, entre otros, están a la orden del día.
¿Por qué sigue Codazzi siendo un municipio violento? Su cercanía con la Serranía del Perijá, dicen algunos expertos, ayuda a que sea un territorio apetecido por los delincuentes y por la guerrilla. Esta situación genera inseguridad tanto en su zona rural como urbana. Desde hace algún tiempo, sus pobladores sienten temor de salir a sus calles en horas de la noche, por lo que se nota un pueblo solitario, casi fantasma.
De los pueblos que pertenecen al eje minero del Cesar, Codazzi es uno de los más afectados por la violencia. En la época paramilitar (2000-2005) desaparecieron, asesinaron y desplazaron a muchos de sus habitantes. Hoy las cifras de desaparecidos supera los 100, los homicidios pasaron de 140, sin hablar de las familias desplazadas.
Mientras sus dirigentes hacen esfuerzos para darle un nuevo aire a Codazzi, por otro los delincuentes le cierran las oportunidades de una mejor calidad de vida. La población de Codazzi debe reflexionar y analizar qué futuro quieren para que la sociedad no se pregunte ¿qué pasa en Codazzi? Y las autoridades no deben cesar sus acciones para acabar con la violencia enquistada.
Es una meta que necesita del trabajo de todos: comunidad-autoridad. En la Serranía del Perijá existe otro mundo diferente a la siembra de coca o a los corredores guerrilleros.
El municipio de Codazzi es uno de los más azotados por la violencia en todas sus manifestaciones. La riqueza agrícola que siempre caracterizó a esta población por ser el epicentro de extensos cultivos de algodón (más de 60 mil hectáreas sembradas), le cedió el terreno a épocas aciagas que fueron disminuyendo el empuje de sus […]
El municipio de Codazzi es uno de los más azotados por la violencia en todas sus manifestaciones. La riqueza agrícola que siempre caracterizó a esta población por ser el epicentro de extensos cultivos de algodón (más de 60 mil hectáreas sembradas), le cedió el terreno a épocas aciagas que fueron disminuyendo el empuje de sus habitantes.
Aunque conserva su vocación agrícola, los tiempos no son los mismos. Muchos de sus pobladores tuvieron que irse desplazados a otros lugares y aun temen volver. Llama la atención que en los últimos 15 días el Ejército Nacional, a través de la Décima Brigada Blindada específicamente, ha informado de hechos ocurridos en Codazzi. Desde capturas de bandas de abigeato, contrabando de gasolina, bandas criminales, micro y narcotráfico, entre otros, están a la orden del día.
¿Por qué sigue Codazzi siendo un municipio violento? Su cercanía con la Serranía del Perijá, dicen algunos expertos, ayuda a que sea un territorio apetecido por los delincuentes y por la guerrilla. Esta situación genera inseguridad tanto en su zona rural como urbana. Desde hace algún tiempo, sus pobladores sienten temor de salir a sus calles en horas de la noche, por lo que se nota un pueblo solitario, casi fantasma.
De los pueblos que pertenecen al eje minero del Cesar, Codazzi es uno de los más afectados por la violencia. En la época paramilitar (2000-2005) desaparecieron, asesinaron y desplazaron a muchos de sus habitantes. Hoy las cifras de desaparecidos supera los 100, los homicidios pasaron de 140, sin hablar de las familias desplazadas.
Mientras sus dirigentes hacen esfuerzos para darle un nuevo aire a Codazzi, por otro los delincuentes le cierran las oportunidades de una mejor calidad de vida. La población de Codazzi debe reflexionar y analizar qué futuro quieren para que la sociedad no se pregunte ¿qué pasa en Codazzi? Y las autoridades no deben cesar sus acciones para acabar con la violencia enquistada.
Es una meta que necesita del trabajo de todos: comunidad-autoridad. En la Serranía del Perijá existe otro mundo diferente a la siembra de coca o a los corredores guerrilleros.