La Gobernación del departamento del Cesar abrió el año pasado (2014) una convocatoria para conceder becas en maestrías y doctorados para profesionales del Cesar, a cursar en la Universidad de Los Andes en diversos programas. El objetivo, según la Gobernación, es el de apoyar la formación de profesionales que contribuyan a aumentar las capacidades de ciencia y tecnología y la gestión pública del departamento.
Para darle transparencia al proceso el gobernador Luis Alberto Monsalvo expresó en su momento que la convocatoria y selección serían auspiciadas por Colciencias.

Los recursos son del Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Sistema General de Regalías, asignados al Departamento mediante el proyecto “Fortalecimiento del departamento del Cesar en sus capacidades de investigación en CT+I”, aprobado por el OCAD del 19 de julio de 2013.
Las becas cubren matrícula, sostenimiento mensual hasta por un valor de $2.500.000. Curso de inglés hasta por un valor de $2.500.000.
Inclusive, para la iniciativa el Gobernador y su equipo asesor de comunicaciones lanzaron una agresiva (millonaria ¿?) campaña publicitaria seguramente con el ánimo de que el mensaje llegara a cada lugar del Departamento y se inscribieran muchos cesarenses.
El proceso comenzó entre rimbombantes campañas publicitarias y no había escenario en que el señor Gobernador no manifestara la convocatoria de su administración.

Pero como todo plazo tiene su fin, el 22 de diciembre (2014) la Gobernación dio a conocer en su página web el listado de financiables, sin nombres, con números de cedulas. Inclusive, en un hecho cuestionable a finales de enero incluyeron tres profesionales más, en doctorados.
Pero los aspirantes que no quedaron en las listas de las becas de doctorados y maestrías están inconformes y están poniendo en duda la transparencia del concurso.

Sostienen que así como se pregonó en la convocatoria que era un evento de tanta envergadura, por qué ahora las publicaciones de los listados se hacen por la página web y no se recurre a los grandes volúmenes publicitarios ni se muestran los porcentajes de los ganadores y perdedores, como debería hacerse.
La duda, según varios participantes, es que nadie les ha dicho qué puntaje sacaron y por qué perdieron el concurso. “No se dan a conocer nombres sino números de cedulas y eso no es sano, queremos nombres y apellidos para saber si no nos han metido gato por liebre”, ha dicho uno de los quejosos.
Lo más sensato y transparente, según mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan es que el señor Gobernador del Cesar use las mismas herramientas publicitarias que usó en la convocatoria para entregar los resultados y mostrar, acompañado de Colciencias, que su administración está limpia y que todo se ha hecho con transparencia, sin un asomo de ilegalidad.
¿Por qué no se publica la lista total de participantes y elegidos con sus nombres y porcentajes en la convocatoria? ¿Por qué están tan calladitos?, ¿a quién le conviene ese silencio sepulcral? ¿Qué está pasando?, por Dios. Hasta la próxima semana.

[email protected] @tiochiro.