Este año es decisivo para el país debido a que se espera un acuerdo entre Gobierno y Farc para ponerle fin al conflicto interno.
Los diálogos en La Habana se retomaron ayer, este nuevo ciclo se extenderá hasta el 12 de febrero donde el principal punto a discutir en la agenda será el de víctimas y además se hará una revisión sobre el cese al fuego bilateral.
El ciclo 32 del proceso que ya lleva dos años, empieza con el estudio de las propuestas que presentaron las delegaciones de víctimas que se han trasladado a la capital de Cuba desde agosto del año pasado y se tendrá en cuenta también el informe que presentarán expertos de la Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas.
Hay que recordar que los negociadores del Gobierno llegan a esta etapa con órdenes importantes del Presidente Juan Manuel Santos Calderón: abordar lo más pronto posible un cese al fuego bilateral y definitivo con la guerrilla para conseguir un acuerdo final y acelerar los diálogos.
Respecto a este punto, el Gobierno Nacional se viene preparando con altos oficiales en servicio activo de las fuerzas armadas, el cual es encabezado por el general Javier Flórez, quien viene de ser Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares y hoy es el jefe del Comando de Transición.
El punto de las víctimas es uno de los más esperados y de los cuales hay una gran expectativa pues presenta una oportunidad histórica para saldar la deuda que tiene el Estado con esas personas que sufrieron el flagelo de la violencia. Se debe garantizar a estas la reparación integral en términos de verdad y garantías de no repetición.
Se espera que junto con el punto de víctimas las partes aborden simultáneamente el siguiente y último apartado para firmar la paz, referido al desarme y la desmovilización de los guerrilleros vinculados a ese grupo armado ilegal.
Pese a que hay mucho optimismo por lo que pueda concretarse en la isla, el líder del grupo negociador del Gobierno Nacional, Humberto De la Calle, hizo un llamado a moderar ese sentimiento pies “el gran nudo está en la justicia transicional. Hay todavía distancias considerables entre el Gobierno y las Farc”. La justicia transicional es una alternativa jurídica que permite una implementación de mecanismos de reparación que son distintos a la cárcel donde se da prioridad a la verdad, sin embargo ésta contempla penas y existen disposiciones jurídicas de la Corte Penal Internacional y de la Corte Constitucional que enfatizan en que la suspensión de las penas no puede ser total.
Esta será una etapa difícil pues la guerrilla no quiere cárcel, pero quieren una constituyente, argumentando que la base del final de guerra no solo se da con pactos jurídicos sino también políticos; el Gobierno por su parte, busca el cese al fuego y la dejación de armas de la guerrilla.
Pese a la complejidad y a los debates los diálogos ya han posibilitado acuerdos parciales en temas de reforma rural y participación política, y en mayo de 2014 en el relacionado con los cultivos ilícitos y el narcotráfico.
Además de los puntos sobre las víctimas y el fin del conflicto, quedan por definir los mecanismos de implementación, verificación y refrendación de un acuerdo final.
Pide hablar de desminado
En el cierre del Hay Festival en Cartagena, Humberto De la Calle, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz, conversó con la Nobel de Paz, Jody Williams, sobre las víctimas en el centro del proceso de paz y la importancia del trabajo de desminado en Colombia.
De la Calle se expresó respecto a las víctimas como centro de las discusiones que se adelantan en Cuba y sobre la urgencia de que las Farc hagan gestos en torno a temas como el reclutamiento de menores, los desaparecidos y de las minas antipersona.
“Una vez plantada, la mina no distingue entre el soldado y el civil. Una vez llega la paz, la mina no reconoce la paz, queda ahí plantada para siempre”, dijo y agregó que “el problemas de las minas debe ser afrontado desde ya”.
Respecto a la legitimación de los acuerdos, De la Calle aseguró que la mejor manera es sometiéndolos a una refrendación que será un mecanismo acordado entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
[email protected]
Este año es decisivo para el país debido a que se espera un acuerdo entre Gobierno y Farc para ponerle fin al conflicto interno.
Los diálogos en La Habana se retomaron ayer, este nuevo ciclo se extenderá hasta el 12 de febrero donde el principal punto a discutir en la agenda será el de víctimas y además se hará una revisión sobre el cese al fuego bilateral.
El ciclo 32 del proceso que ya lleva dos años, empieza con el estudio de las propuestas que presentaron las delegaciones de víctimas que se han trasladado a la capital de Cuba desde agosto del año pasado y se tendrá en cuenta también el informe que presentarán expertos de la Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas.
Hay que recordar que los negociadores del Gobierno llegan a esta etapa con órdenes importantes del Presidente Juan Manuel Santos Calderón: abordar lo más pronto posible un cese al fuego bilateral y definitivo con la guerrilla para conseguir un acuerdo final y acelerar los diálogos.
Respecto a este punto, el Gobierno Nacional se viene preparando con altos oficiales en servicio activo de las fuerzas armadas, el cual es encabezado por el general Javier Flórez, quien viene de ser Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares y hoy es el jefe del Comando de Transición.
El punto de las víctimas es uno de los más esperados y de los cuales hay una gran expectativa pues presenta una oportunidad histórica para saldar la deuda que tiene el Estado con esas personas que sufrieron el flagelo de la violencia. Se debe garantizar a estas la reparación integral en términos de verdad y garantías de no repetición.
Se espera que junto con el punto de víctimas las partes aborden simultáneamente el siguiente y último apartado para firmar la paz, referido al desarme y la desmovilización de los guerrilleros vinculados a ese grupo armado ilegal.
Pese a que hay mucho optimismo por lo que pueda concretarse en la isla, el líder del grupo negociador del Gobierno Nacional, Humberto De la Calle, hizo un llamado a moderar ese sentimiento pies “el gran nudo está en la justicia transicional. Hay todavía distancias considerables entre el Gobierno y las Farc”. La justicia transicional es una alternativa jurídica que permite una implementación de mecanismos de reparación que son distintos a la cárcel donde se da prioridad a la verdad, sin embargo ésta contempla penas y existen disposiciones jurídicas de la Corte Penal Internacional y de la Corte Constitucional que enfatizan en que la suspensión de las penas no puede ser total.
Esta será una etapa difícil pues la guerrilla no quiere cárcel, pero quieren una constituyente, argumentando que la base del final de guerra no solo se da con pactos jurídicos sino también políticos; el Gobierno por su parte, busca el cese al fuego y la dejación de armas de la guerrilla.
Pese a la complejidad y a los debates los diálogos ya han posibilitado acuerdos parciales en temas de reforma rural y participación política, y en mayo de 2014 en el relacionado con los cultivos ilícitos y el narcotráfico.
Además de los puntos sobre las víctimas y el fin del conflicto, quedan por definir los mecanismos de implementación, verificación y refrendación de un acuerdo final.
Pide hablar de desminado
En el cierre del Hay Festival en Cartagena, Humberto De la Calle, jefe de la delegación del Gobierno en los diálogos de paz, conversó con la Nobel de Paz, Jody Williams, sobre las víctimas en el centro del proceso de paz y la importancia del trabajo de desminado en Colombia.
De la Calle se expresó respecto a las víctimas como centro de las discusiones que se adelantan en Cuba y sobre la urgencia de que las Farc hagan gestos en torno a temas como el reclutamiento de menores, los desaparecidos y de las minas antipersona.
“Una vez plantada, la mina no distingue entre el soldado y el civil. Una vez llega la paz, la mina no reconoce la paz, queda ahí plantada para siempre”, dijo y agregó que “el problemas de las minas debe ser afrontado desde ya”.
Respecto a la legitimación de los acuerdos, De la Calle aseguró que la mejor manera es sometiéndolos a una refrendación que será un mecanismo acordado entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.
Por Freddy Oñate Acevedo / EL PILÓN
[email protected]