BOGOTA (AP) —
Un renombrado narcotraficante colombiano, solicitado en extradición por Estados Unidos, llegó ayer a Bogotá deportado desde Ecuador, donde fue capturado durante un control rutinario de la Policía en Quito.
El avión de la Policía que recogió al narco Ramón Quintero Sanclemente en la capital de Ecuador, aterrizó en una pista de esa institución en el occidente de Bogotá, a las 12:25, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad y ante decenas de periodistas y camarógrafos.
Quintero, detenido el martes en Quito, llegó esposado y con chaleco antibalas y fue escoltado desde el avión a una camioneta blanca de la Policía por dos agentes.
Según la Policía, Quintero, de 51 años, será trasladado a la sede de la policía judicial (Dijin) y luego llevado en un helicóptero a la cárcel de máxima seguridad del municipio de Cómbita, departamento de Boyacá.
En la jornada, el presidente Álvaro Uribe hizo pública una declaración en la que agradeció a su homólogo ecuatoriano Rafael Correa y a sus Fuerzas Armadas la detención de Quintero, “lo cual ayuda mucho en la tarea necesaria de erradicar el narcoterrorismo”.
El director de la Policía, general Oscar Naranjo, explicó a la AP que por la captura de Quintero se pagará una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos (unos 1,5 millones de dólares) a por los menos dos informantes que a lo largo del último año ayudaron a las autoridades colombo-ecuatorianas con la localización del delincuente.
La Policía calcula que Quintero tenía dos años en Quito, ocultándose, “gastando dinero” y que había escogido a Ecuador como ruta de envío de embarques de drogas hacia Centroamérica, Venezuela y Europa, dijo el oficial. Tenía como fachada varios restaurantes lujosos en la capital ecuatoriana, agregó.  No lo detectaron con anterioridad porque usaba falsas identidades.
El jefe policial recordó que, para Estados Unidos, Quintero era uno de los 10 narcotraficantes más buscados del mundo. El gobierno de Washington ofrecía hasta cinco millones de dólares por su ubicación.