Los cuadernos, lápices, borradores y colores vuelven hoy a ser protagonistas en la vida de los estudiantes de las instituciones públicas del Cesar, que hoy inician el año lectivo 2015. El nuevo año escolar es una nueva oportunidad para la educación cesarense que tiene dos opciones: seguir igual, con los mismos resultados que van de regular a malo, o dar el primer paso para iniciar un nuevo camino que lleve a la calidad educativa, tan lejana en la realidad del departamento.

Las Pruebas Saber 2014, realizados en los diferentes grados (11, 9, 5 y 3) reflejaron lo que pasa en la educación del Cesar. Hay fortalezas, pero existen más debilidades, y es en esas en las que las secretarías de Educación de la mano del magisterio deben trabajar. Por algún lado se debe comenzar. En los resultados de las Pruebas Saber 11, tanto en el 2013 como en el 2014, el Cesar mostró resultados pobres, no sobrepasan el promedio nacional que alcanza los 57 puntos.

La actividad educativa no solo se reduce a los útiles y textos escolares, que en gran medida dependen de los padres de familia que deben equipar a sus hijos con los elementos necesarios para que reciban las clases sin contratiempos; hay otra parte, quizás más importante, la de infraestructura escolar. Salones en buen estado, baños, comedores, canchas y zonas adecuadas para que el ambiente escolar sea el apropiado.
EL PILÓN hoy publica un informe sobre cómo comienzan el año los colegios (en la parte física), por lo menos los de Valledupar que reciben a más de 70 mil estudiantes.

Hay avances que hay que reconocer en el tema educativo, especialmente de las estrategias que buscan disminuir la deserción escolar, como la alimentación escolar (desayunos y almuerzos). Este año justo con el inicio de clases ya está listo el contrato de alimentación escolar para todos los colegios del departamento. La administración departamental puso a tono el inicio del año lectivo con la firma del contrato para el Programa de Alimentación, que en años anteriores iniciaba cuando ya los estudiantes habían iniciado las clases.

El reto educativo del 2015 tiene tantos matices que ninguno debe descuidarse: cobertura, calidad, infraestructura y magisterio. Si uno de estos cuatro componentes falla, los únicos perjudicados serán los estudiantes.