Para el ministro de Salud Alejandro Gaviria, el Hospital Rosario Pumarejo de Valledupar se encuentra en la lista de los hospitales que más le preocupan.
Las palabras del ministro de Salud Alejando Gaviria, indican que la crisis del Rosario Pumarejo ya pasó de ser un problema regional a ser algo que inquieta a nivel nacional.
“Los nombres de algunos hospitales que me preocupan: el Hospital San Jerónimo, en Córdoba, el Hospital Rosario Pumarejo de López del Cesar, el San Francisco de Asís en el departamento de Chocó; el Hospital Universitario de Sucre, el Hospital San Andrés de Tumaco. Todos son centros de disputas políticas locales. Eso no debería ocurrir en la salud”, explicó el ministro Alejandro Gaviria.
El Ministro también mencionó una solución para este problema de los hospitales que están en crisis y es la intervención de la Superintendencia de Salud, que tiene la facultad, pero las intervenciones son problemáticas, debido a que tienen que usarse selectivamente. En Colombia hay casi mil hospitales públicos de los que más del 50% están en riesgo financiero medio alto.
La crisis financiera del Rosario Pumarejo de López, al parecer no es nueva, según funcionarios, desde el 2012 la administración ha tenido ciertas falencias. El centro asistencial venía trabajando con presupuestos superiores a los 70 mil millones de pesos, cuando la población del departamento del Cesar en su mayoría era pobre no asegurada.
A esta crítica situación, también se le agrega un acontecimiento relevante, los compromisos del hospital. A corte 13 de mayo de 2013, cuando la administración la recibió Rubén Sierra, el informe final registraba un presupuesto de 74 mil millones de pesos, pero la ejecución presupuestal del anterior administrador muestra un comprometido hasta abril 30 del mismo año de 45 mil millones, es decir que el Gerente sólo contraría con 29 mil millones.
A esto hay que sumarle los cierres que ha tenido el Rosario como lo fue el del Banco de Sangre el 27 de noviembre del año anterior, luego de que el Invima realizara una revisión minuciosa de la dependencia. Posterior a esto, la Unidad Materno Infantil también fue cerrada, dejando en funcionamiento el área de urgencias.
El año pasado el hospital poco a poco fue dejando de prestar varios servicios porque se vieron afectados económicamente los 950 profesionales de la salud, que pertenecen a empresas contratistas, entre ellos 600 enfermeras, 140 médicos generales, 30 instrumentadoras quirúrgicas, 120 administrativos y 60 personas en plantas, lo que ha afectado la atención de pacientes a quienes les toca esperar en los pasillos en sillas y camillas. A partir del 19 de diciembre del año pasado los empleados que estaban por contrato quedaron sin él.
Por Redacción EL PILÓN
Para el ministro de Salud Alejandro Gaviria, el Hospital Rosario Pumarejo de Valledupar se encuentra en la lista de los hospitales que más le preocupan.
Las palabras del ministro de Salud Alejando Gaviria, indican que la crisis del Rosario Pumarejo ya pasó de ser un problema regional a ser algo que inquieta a nivel nacional.
“Los nombres de algunos hospitales que me preocupan: el Hospital San Jerónimo, en Córdoba, el Hospital Rosario Pumarejo de López del Cesar, el San Francisco de Asís en el departamento de Chocó; el Hospital Universitario de Sucre, el Hospital San Andrés de Tumaco. Todos son centros de disputas políticas locales. Eso no debería ocurrir en la salud”, explicó el ministro Alejandro Gaviria.
El Ministro también mencionó una solución para este problema de los hospitales que están en crisis y es la intervención de la Superintendencia de Salud, que tiene la facultad, pero las intervenciones son problemáticas, debido a que tienen que usarse selectivamente. En Colombia hay casi mil hospitales públicos de los que más del 50% están en riesgo financiero medio alto.
La crisis financiera del Rosario Pumarejo de López, al parecer no es nueva, según funcionarios, desde el 2012 la administración ha tenido ciertas falencias. El centro asistencial venía trabajando con presupuestos superiores a los 70 mil millones de pesos, cuando la población del departamento del Cesar en su mayoría era pobre no asegurada.
A esta crítica situación, también se le agrega un acontecimiento relevante, los compromisos del hospital. A corte 13 de mayo de 2013, cuando la administración la recibió Rubén Sierra, el informe final registraba un presupuesto de 74 mil millones de pesos, pero la ejecución presupuestal del anterior administrador muestra un comprometido hasta abril 30 del mismo año de 45 mil millones, es decir que el Gerente sólo contraría con 29 mil millones.
A esto hay que sumarle los cierres que ha tenido el Rosario como lo fue el del Banco de Sangre el 27 de noviembre del año anterior, luego de que el Invima realizara una revisión minuciosa de la dependencia. Posterior a esto, la Unidad Materno Infantil también fue cerrada, dejando en funcionamiento el área de urgencias.
El año pasado el hospital poco a poco fue dejando de prestar varios servicios porque se vieron afectados económicamente los 950 profesionales de la salud, que pertenecen a empresas contratistas, entre ellos 600 enfermeras, 140 médicos generales, 30 instrumentadoras quirúrgicas, 120 administrativos y 60 personas en plantas, lo que ha afectado la atención de pacientes a quienes les toca esperar en los pasillos en sillas y camillas. A partir del 19 de diciembre del año pasado los empleados que estaban por contrato quedaron sin él.
Por Redacción EL PILÓN