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Columnista - 10 diciembre, 2014

Crispación por precios del gas

En vísperas del Día de las velitas que precede la celebración de las festividades de la Inmaculada concepción de la Virgen María, los usuarios de los servicios de gas natural recibieron como un baldado de agua fría el anuncio del alza inusitada en el precio del gas. Ello nos llevó a urgirle al Gobierno su […]

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En vísperas del Día de las velitas que precede la celebración de las festividades de la Inmaculada concepción de la Virgen María, los usuarios de los servicios de gas natural recibieron como un baldado de agua fría el anuncio del alza inusitada en el precio del gas. Ello nos llevó a urgirle al Gobierno su oportuna intervención, con el fin de desactivar esta bomba de tiempo, antes de que estalle y cause estragos sociales de imprevisibles consecuencias. La crispación de los ánimos por este motivo no puede ser mayor.
En el primer caso se trata de un incremento desproporcionado en el precio del gas natural, a causa de una distorsión derivada de la aplicación a rajatabla de la Resolución 089 de agosto de 2013 expedida por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). Se trata de la actualización periódica de los contratos de suministro de largo plazo que se firma entre oferentes y demandantes del gas natural bajo las modalidades firme, firmeza condicionada y opción de compra. A través de la circular 108 de la CREG, del 27 de noviembre se da cuenta por parte de la misma de los precios a los cuales se transó el gas natural en la subasta del mes anterior para la provisión del mismo para el año próximo.

En ese momento se hace público el precio ponderado del gas natural que se entrega por parte de los productores al Sistema Nacional de Transporte (SNT) en Ballena (La Guajira) de US $5,4529 y en Cusiana (Casanare) US $3,4478 el millón de BTU. Como este precio se transa en dólares, en lo que va corrido del año la devaluación del peso supera el 17%, el efecto neto sobre el precio sobrepasaría el 40%, al tiempo que el aumento en la tarifa para consumo domiciliario se estima en el 16% y para el industrial del 10%. Ello para la región Caribe, que se sirve del gas proveniente de los campos de La Guajira y Sucre, pues para el interior del país al aplicar dicha Resolución se contempla una baja en el precio del gas del 3%. Ello no deja de ser paradójico, toda vez que desde la región Caribe se abastece el 60% del consumo nacional de este energético.

La razón primordial para que se de esta alza en el precio son las restricciones que acusa la oferta de gas en la región Caribe, en el caso de la producción de La Guajira debido a la declinación del campo de Chuchupa, Ballena y Riohacha, amén de las limitaciones operativas y en el de La Creciente y El Hobo, en Sucre por limitaciones en la capacidad de transporte. Es bien sabido que un 30 % de la capacidad de generación eléctrica del país es de origen térmico y el 53 % de dicha capacidad está en la región Caribe, de allí que más del 80% de su demanda corresponde a su parque térmico de generación. Pues bien, ante la amenaza del Fenómeno del Niño, que aún sigue latente, esta demanda se incrementó y la oferta se quedó corta, lo cual indujo este mayor precio. Huelga decir que la disponibilidad de las plantas de generación térmica de la región Caribe le sirve de respaldo a todo el Sistema eléctrico nacional, razón por la cual este efecto indeseado no debería absórbelo en su integridad sólo la región Caribe. Un alza como esta, además de atentar contra la competitividad regional, por lo súbito de la misma introduce un factor de incertidumbre muy inconveniente como señal inapropiada a los inversionistas.

Columnista
10 diciembre, 2014

Crispación por precios del gas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Amylkar D. Acosta

En vísperas del Día de las velitas que precede la celebración de las festividades de la Inmaculada concepción de la Virgen María, los usuarios de los servicios de gas natural recibieron como un baldado de agua fría el anuncio del alza inusitada en el precio del gas. Ello nos llevó a urgirle al Gobierno su […]


En vísperas del Día de las velitas que precede la celebración de las festividades de la Inmaculada concepción de la Virgen María, los usuarios de los servicios de gas natural recibieron como un baldado de agua fría el anuncio del alza inusitada en el precio del gas. Ello nos llevó a urgirle al Gobierno su oportuna intervención, con el fin de desactivar esta bomba de tiempo, antes de que estalle y cause estragos sociales de imprevisibles consecuencias. La crispación de los ánimos por este motivo no puede ser mayor.
En el primer caso se trata de un incremento desproporcionado en el precio del gas natural, a causa de una distorsión derivada de la aplicación a rajatabla de la Resolución 089 de agosto de 2013 expedida por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG). Se trata de la actualización periódica de los contratos de suministro de largo plazo que se firma entre oferentes y demandantes del gas natural bajo las modalidades firme, firmeza condicionada y opción de compra. A través de la circular 108 de la CREG, del 27 de noviembre se da cuenta por parte de la misma de los precios a los cuales se transó el gas natural en la subasta del mes anterior para la provisión del mismo para el año próximo.

En ese momento se hace público el precio ponderado del gas natural que se entrega por parte de los productores al Sistema Nacional de Transporte (SNT) en Ballena (La Guajira) de US $5,4529 y en Cusiana (Casanare) US $3,4478 el millón de BTU. Como este precio se transa en dólares, en lo que va corrido del año la devaluación del peso supera el 17%, el efecto neto sobre el precio sobrepasaría el 40%, al tiempo que el aumento en la tarifa para consumo domiciliario se estima en el 16% y para el industrial del 10%. Ello para la región Caribe, que se sirve del gas proveniente de los campos de La Guajira y Sucre, pues para el interior del país al aplicar dicha Resolución se contempla una baja en el precio del gas del 3%. Ello no deja de ser paradójico, toda vez que desde la región Caribe se abastece el 60% del consumo nacional de este energético.

La razón primordial para que se de esta alza en el precio son las restricciones que acusa la oferta de gas en la región Caribe, en el caso de la producción de La Guajira debido a la declinación del campo de Chuchupa, Ballena y Riohacha, amén de las limitaciones operativas y en el de La Creciente y El Hobo, en Sucre por limitaciones en la capacidad de transporte. Es bien sabido que un 30 % de la capacidad de generación eléctrica del país es de origen térmico y el 53 % de dicha capacidad está en la región Caribe, de allí que más del 80% de su demanda corresponde a su parque térmico de generación. Pues bien, ante la amenaza del Fenómeno del Niño, que aún sigue latente, esta demanda se incrementó y la oferta se quedó corta, lo cual indujo este mayor precio. Huelga decir que la disponibilidad de las plantas de generación térmica de la región Caribe le sirve de respaldo a todo el Sistema eléctrico nacional, razón por la cual este efecto indeseado no debería absórbelo en su integridad sólo la región Caribe. Un alza como esta, además de atentar contra la competitividad regional, por lo súbito de la misma introduce un factor de incertidumbre muy inconveniente como señal inapropiada a los inversionistas.