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Columnista - 2 diciembre, 2014

Sigo Invicto

Después que los cantores campesinos vallenatos se liberaron de la brutal discriminación a que estuvo sometido su arte durante largos años, que los mantuvo escondidos ante la faz nacional, tocando su música en los patios de las casas de sus parientes y amigos de infortunio económico, eventos conocidos como parrandas, de los cuales muchos incautos […]

Después que los cantores campesinos vallenatos se liberaron de la brutal discriminación a que estuvo sometido su arte durante largos años, que los mantuvo escondidos ante la faz nacional, tocando su música en los patios de las casas de sus parientes y amigos de infortunio económico, eventos conocidos como parrandas, de los cuales muchos incautos recuerdan como un gran acontecimiento, hoy la música vallenata continúa liderando el gusto popular colombiano, tanto en ventas de discos como en asistencia masiva a los conciertos
Así quedó plenamente comprobado el pasado fin de semana con el lanzamiento que hizo Silvestre Dangond y su joven acordeonero Lucas Dangond, de su más reciente álbum, ‘Sigo Invicto’.
Lógico que este hecho, que tuvo repercusión nacional e internacional, estuvo precedido por una exhaustiva labor de promoción y divulgación a cargo del manejador artístico de Silvestre, Carlos Bloom y su sequito de asesores.
Este álbum musical, según el directivo disquero Guillermo Mazorra, destrozó todas las expectativas de ventas que se tenían previstas. En menos de una semana se vendieron cien mil unidades, sin contar que por primera vez, un artista de la música vallenata pone en venta sus canciones en una plataforma virtual.
Lo refrescante de ‘Sigo Invicto’ es que más de un 50 % es música con un alto contenido folclórico, de compositores que estaban en el ostracismo, como ‘Alejo’ Durán, Sergio Moya, Alberto Rada y Julio de la Ossa. Claro, Dangond no olvidó el repertorio joven, es un disco elaborado con compositores de todas las generaciones del canto vallenato.
La incógnita musical era Lucas Dangond, pero la gente de Silvestre le dio su total respaldo, con la compra del nuevo disco y la asistencia masiva al parque, que estuvo abarrotado desde tempranas horas, con asistencia de seguidores de todos los confines de Colombia y el exterior.
Dangond Corrales deslumbró a su gente con un concierto de más de dos horas y la puesta en escena con un alto grado tecnológico, con un valor cercano a los mil millones de pesos, que no tiene nada que envidiarle a ningún grupo foráneo
El parque le quedó pequeño a Silvestre para este evento, al que nos tiene acostumbrado cada vez que publica un nuevo disco. Un grueso sector de seguidores queda sin verlo, los patrocinadores y el propio artista proyectan para el próximo álbum el lanzamiento durante dos días, para que su gente quede satisfecha.
Queda desmostado hasta la saciedad, que la gran vitrina de Valledupar es el folclor. Durante varios días la economía vallenata se dinamizó, la capacidad hotelera estuvo copada, lo mismo que los vuelos a diferentes regiones, el transporte terrestre, y el resto de la economía en todas sus formas.
La dirigencia empresarial de la ciudad debería hacer un frente común para que este tipo de eventos musicales sean más frecuentes en el Valle, y de esta forma atraer a los cientos de miles de personas que están ávidos de estar en contacto con sus ídolos musicales y con la tierra que los vio nacer.

Columnista
2 diciembre, 2014

Sigo Invicto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Después que los cantores campesinos vallenatos se liberaron de la brutal discriminación a que estuvo sometido su arte durante largos años, que los mantuvo escondidos ante la faz nacional, tocando su música en los patios de las casas de sus parientes y amigos de infortunio económico, eventos conocidos como parrandas, de los cuales muchos incautos […]


Después que los cantores campesinos vallenatos se liberaron de la brutal discriminación a que estuvo sometido su arte durante largos años, que los mantuvo escondidos ante la faz nacional, tocando su música en los patios de las casas de sus parientes y amigos de infortunio económico, eventos conocidos como parrandas, de los cuales muchos incautos recuerdan como un gran acontecimiento, hoy la música vallenata continúa liderando el gusto popular colombiano, tanto en ventas de discos como en asistencia masiva a los conciertos
Así quedó plenamente comprobado el pasado fin de semana con el lanzamiento que hizo Silvestre Dangond y su joven acordeonero Lucas Dangond, de su más reciente álbum, ‘Sigo Invicto’.
Lógico que este hecho, que tuvo repercusión nacional e internacional, estuvo precedido por una exhaustiva labor de promoción y divulgación a cargo del manejador artístico de Silvestre, Carlos Bloom y su sequito de asesores.
Este álbum musical, según el directivo disquero Guillermo Mazorra, destrozó todas las expectativas de ventas que se tenían previstas. En menos de una semana se vendieron cien mil unidades, sin contar que por primera vez, un artista de la música vallenata pone en venta sus canciones en una plataforma virtual.
Lo refrescante de ‘Sigo Invicto’ es que más de un 50 % es música con un alto contenido folclórico, de compositores que estaban en el ostracismo, como ‘Alejo’ Durán, Sergio Moya, Alberto Rada y Julio de la Ossa. Claro, Dangond no olvidó el repertorio joven, es un disco elaborado con compositores de todas las generaciones del canto vallenato.
La incógnita musical era Lucas Dangond, pero la gente de Silvestre le dio su total respaldo, con la compra del nuevo disco y la asistencia masiva al parque, que estuvo abarrotado desde tempranas horas, con asistencia de seguidores de todos los confines de Colombia y el exterior.
Dangond Corrales deslumbró a su gente con un concierto de más de dos horas y la puesta en escena con un alto grado tecnológico, con un valor cercano a los mil millones de pesos, que no tiene nada que envidiarle a ningún grupo foráneo
El parque le quedó pequeño a Silvestre para este evento, al que nos tiene acostumbrado cada vez que publica un nuevo disco. Un grueso sector de seguidores queda sin verlo, los patrocinadores y el propio artista proyectan para el próximo álbum el lanzamiento durante dos días, para que su gente quede satisfecha.
Queda desmostado hasta la saciedad, que la gran vitrina de Valledupar es el folclor. Durante varios días la economía vallenata se dinamizó, la capacidad hotelera estuvo copada, lo mismo que los vuelos a diferentes regiones, el transporte terrestre, y el resto de la economía en todas sus formas.
La dirigencia empresarial de la ciudad debería hacer un frente común para que este tipo de eventos musicales sean más frecuentes en el Valle, y de esta forma atraer a los cientos de miles de personas que están ávidos de estar en contacto con sus ídolos musicales y con la tierra que los vio nacer.