El 11° Congreso Nacional de Infraestructura realizado en Cartagena y que contó con nutrida y calificada asistencia, se dedicó a analizar su tema de interés como clave para un país más próspero. Se estudiaron los avances a nivel mundial y su aplicación en lo local. La ministra de Transporte, Natalia Abello, manifestó que tenemos […]
El 11° Congreso Nacional de Infraestructura realizado en Cartagena y que contó con nutrida y calificada asistencia, se dedicó a analizar su tema de interés como clave para un país más próspero. Se estudiaron los avances a nivel mundial y su aplicación en lo local.
La ministra de Transporte, Natalia Abello, manifestó que tenemos que acercar los centros productivos del país a los puertos y fortalecer toda la institucionalidad con políticas claras y metas en el Plan de Desarrollo. Los grandes retos son: garantizar la operación y mantenimiento de lo existente y financiar y ejecutar las obras nuevas con la mayor cooperación público-privada.
Hubo varios temas que llamaron la atención. En especial, la importancia del transporte multimodal para abaratar costos, lograr más eficiencia y competitividad. En Colombia, solo se mueve el 1.5% de la carga de manera multimodal cifra muy baja si se compara con el 60% de Europa.
Se concretaron varias metas: lograr el transporte de siete millones de toneladas sin carbón ni petróleo por nuestros ríos y aeropuertos. Impulsar la concesión de los principales aeropuertos con inversiones que superen los $3 billones para adaptarlos a las nuevas exigencias.
Se sacarán varios documentos Conpes con su reglamentación: políticas de movilidad, decreto sobre tasas compensadas para que llegue un mayor volumen de recursos a la infraestructura de transporte, plan maestro férreo para su rehabilitación, articulación y construcción; plan maestro fluvial para los ríos Magdalena, Meta, Atrato, y Cauca y un documento Conpes con el plan maestro de transporte Intermodal para articular los servicios logísticos.
La ANIF presentó un estudio sobre la situación del transporte de carga y pasajeros. Transportamos petróleo, carbón, café, textiles, prendas de vestir y flores, pero cada uno de ellos ha tenido que desarrollar su propia logística.
Los costos de transporte llegan al 35% de los productos exportados, cuando a nivel mundial solamente alcanzan 6%. Vale US$2.200 sacar un contenedor de Bogotá a nuestros puertos mientras que de allí a Hong Kong cuesta US$1.000.
Colombia está en una posición baja en el estudio del Foro Económico Mundial “Doing Business”. Está en el puesto 130 a nivel mundial. No es una tarea fácil avanzar.
La infraestructura actual está estancada y saturada. Entre 2002 y 2006 el volumen de pasajeros creció 13% cada año y la carga 17%, pero del 2007 al 2013 los pasajeros han crecido únicamente al 1% y la carga 3%.
Lo que sí está claro es que Colombia ha construido todo su aparato productivo lejos de los puertos y ahora tenemos que hacer una gran inversión en infraestructura para tratar de hacer viable una operación de exportación e importación. Eso nos pasa por haber construido un país al revés.
El 11° Congreso Nacional de Infraestructura realizado en Cartagena y que contó con nutrida y calificada asistencia, se dedicó a analizar su tema de interés como clave para un país más próspero. Se estudiaron los avances a nivel mundial y su aplicación en lo local. La ministra de Transporte, Natalia Abello, manifestó que tenemos […]
El 11° Congreso Nacional de Infraestructura realizado en Cartagena y que contó con nutrida y calificada asistencia, se dedicó a analizar su tema de interés como clave para un país más próspero. Se estudiaron los avances a nivel mundial y su aplicación en lo local.
La ministra de Transporte, Natalia Abello, manifestó que tenemos que acercar los centros productivos del país a los puertos y fortalecer toda la institucionalidad con políticas claras y metas en el Plan de Desarrollo. Los grandes retos son: garantizar la operación y mantenimiento de lo existente y financiar y ejecutar las obras nuevas con la mayor cooperación público-privada.
Hubo varios temas que llamaron la atención. En especial, la importancia del transporte multimodal para abaratar costos, lograr más eficiencia y competitividad. En Colombia, solo se mueve el 1.5% de la carga de manera multimodal cifra muy baja si se compara con el 60% de Europa.
Se concretaron varias metas: lograr el transporte de siete millones de toneladas sin carbón ni petróleo por nuestros ríos y aeropuertos. Impulsar la concesión de los principales aeropuertos con inversiones que superen los $3 billones para adaptarlos a las nuevas exigencias.
Se sacarán varios documentos Conpes con su reglamentación: políticas de movilidad, decreto sobre tasas compensadas para que llegue un mayor volumen de recursos a la infraestructura de transporte, plan maestro férreo para su rehabilitación, articulación y construcción; plan maestro fluvial para los ríos Magdalena, Meta, Atrato, y Cauca y un documento Conpes con el plan maestro de transporte Intermodal para articular los servicios logísticos.
La ANIF presentó un estudio sobre la situación del transporte de carga y pasajeros. Transportamos petróleo, carbón, café, textiles, prendas de vestir y flores, pero cada uno de ellos ha tenido que desarrollar su propia logística.
Los costos de transporte llegan al 35% de los productos exportados, cuando a nivel mundial solamente alcanzan 6%. Vale US$2.200 sacar un contenedor de Bogotá a nuestros puertos mientras que de allí a Hong Kong cuesta US$1.000.
Colombia está en una posición baja en el estudio del Foro Económico Mundial “Doing Business”. Está en el puesto 130 a nivel mundial. No es una tarea fácil avanzar.
La infraestructura actual está estancada y saturada. Entre 2002 y 2006 el volumen de pasajeros creció 13% cada año y la carga 17%, pero del 2007 al 2013 los pasajeros han crecido únicamente al 1% y la carga 3%.
Lo que sí está claro es que Colombia ha construido todo su aparato productivo lejos de los puertos y ahora tenemos que hacer una gran inversión en infraestructura para tratar de hacer viable una operación de exportación e importación. Eso nos pasa por haber construido un país al revés.