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Columnista - 19 noviembre, 2014

Éxito del voto catalán

Los resultados del voto catalán el pasado 9 de noviembre (9N) y las reacciones del gobierno español y las de la propia Cataluña merecen atención y análisis. Los 2.3 millones de votos reflejan la solidaridad que los catalanes reclaman a Madrid. Ponen como ejemplo el pago de peajes en sus autopistas que el resto de […]

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Los resultados del voto catalán el pasado 9 de noviembre (9N) y las reacciones del gobierno español y las de la propia Cataluña merecen atención y análisis.
Los 2.3 millones de votos reflejan la solidaridad que los catalanes reclaman a Madrid. Ponen como ejemplo el pago de peajes en sus autopistas que el resto de España no paga. Las autopistas las hizo la nación en todo el país y, por citar un caso, Andalucía tiene ocho veces más autopistas gratuitas que Cataluña, esta última región construyó sus vías con recursos propios.
Cansado del centralismo del gobierno español, Cataluña promueve un proceso que busca su conversión a Estado Independiente. Se sienten maltratados.
Ortega y Gasset escribió en 1921 el libro ‘España invertebrada’, en el que sustentaba la desarticulación generada por los regionalismos, los separatismos y los riesgos de la desintegración física, humana y económica de la península.
La gente deja de sentirse parte de un sentimiento colectivo que comparte como país y hay “ausencia de los mejores en su construcción”. Sobre esa base de “egocentrismos nacionalistas” creció el ‘proceso catalán’. 81% votó a favor de la independencia, a pesar de que el gobierno central, con el presidente Rajoy a la cabeza, consideró que no debía haber referendo ni consulta porque no había garantías democráticas plenas, ni siquiera, un censo oficial de votantes.
Arthur Mas, líder del proceso catalán, envió una carta a Rajoy pidiendo la apertura de un diálogo permanente para encontrar una solución política a la “crisis independentista catalana”. Propuso, con el apoyo de los partidos pro-consulta, anticipar las elecciones autonómicas como forma civilizada de avanzar, pero ha estado cauto y ha dicho que “no va a empezar la casa por el tejado”.
El primer ministro británico, el conservador David Camerón, aconsejó fortalecer la unidad española y consideró que los referendos debían celebrarse respetando el marco constitucional. Recomendó a Mariano Rajoy mejorar la relación con Cataluña como lo ha hecho Reino Unido con Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, para evitar una escisión.
El partido PP ha criticado al presidente Rajoy porque los catalanes votaron sin que el gobierno lo impidiera y porque Arthur Mas se vanagloria del éxito ante el silencio del gobierno. Han llamado el proceso de votación “simulacro” en su afán de minimizarlo.
El secretario del PSOE, Pedro Sánchez ha solicitado a Rajoy un manejo más político que consolide las autonomías, especialmente la catalana, para evitar una mayor fracturación y futuros momentos difíciles. La respuesta de Rajoy ha sido tajante. No habrá negociación con los catalanes y no se les permitirá celebrar consulta sobre su independencia. La oposición al gobierno y los catalanes consideran la reacción del gobierno central como “decepcionante”, a pesar, de ser consistente con su decisión de rechazar el referendo.
Lo más importante para nosotros en el Caribe colombiano es que cada vez más apreciamos y valoramos los 2.5 millones de nuestro Voto Caribe, que habla de mayor autonomía enmarcada en la unidad de Colombia. Hay que insistir.

Columnista
19 noviembre, 2014

Éxito del voto catalán

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo Verano De La Rosa

Los resultados del voto catalán el pasado 9 de noviembre (9N) y las reacciones del gobierno español y las de la propia Cataluña merecen atención y análisis. Los 2.3 millones de votos reflejan la solidaridad que los catalanes reclaman a Madrid. Ponen como ejemplo el pago de peajes en sus autopistas que el resto de […]


Los resultados del voto catalán el pasado 9 de noviembre (9N) y las reacciones del gobierno español y las de la propia Cataluña merecen atención y análisis.
Los 2.3 millones de votos reflejan la solidaridad que los catalanes reclaman a Madrid. Ponen como ejemplo el pago de peajes en sus autopistas que el resto de España no paga. Las autopistas las hizo la nación en todo el país y, por citar un caso, Andalucía tiene ocho veces más autopistas gratuitas que Cataluña, esta última región construyó sus vías con recursos propios.
Cansado del centralismo del gobierno español, Cataluña promueve un proceso que busca su conversión a Estado Independiente. Se sienten maltratados.
Ortega y Gasset escribió en 1921 el libro ‘España invertebrada’, en el que sustentaba la desarticulación generada por los regionalismos, los separatismos y los riesgos de la desintegración física, humana y económica de la península.
La gente deja de sentirse parte de un sentimiento colectivo que comparte como país y hay “ausencia de los mejores en su construcción”. Sobre esa base de “egocentrismos nacionalistas” creció el ‘proceso catalán’. 81% votó a favor de la independencia, a pesar de que el gobierno central, con el presidente Rajoy a la cabeza, consideró que no debía haber referendo ni consulta porque no había garantías democráticas plenas, ni siquiera, un censo oficial de votantes.
Arthur Mas, líder del proceso catalán, envió una carta a Rajoy pidiendo la apertura de un diálogo permanente para encontrar una solución política a la “crisis independentista catalana”. Propuso, con el apoyo de los partidos pro-consulta, anticipar las elecciones autonómicas como forma civilizada de avanzar, pero ha estado cauto y ha dicho que “no va a empezar la casa por el tejado”.
El primer ministro británico, el conservador David Camerón, aconsejó fortalecer la unidad española y consideró que los referendos debían celebrarse respetando el marco constitucional. Recomendó a Mariano Rajoy mejorar la relación con Cataluña como lo ha hecho Reino Unido con Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, para evitar una escisión.
El partido PP ha criticado al presidente Rajoy porque los catalanes votaron sin que el gobierno lo impidiera y porque Arthur Mas se vanagloria del éxito ante el silencio del gobierno. Han llamado el proceso de votación “simulacro” en su afán de minimizarlo.
El secretario del PSOE, Pedro Sánchez ha solicitado a Rajoy un manejo más político que consolide las autonomías, especialmente la catalana, para evitar una mayor fracturación y futuros momentos difíciles. La respuesta de Rajoy ha sido tajante. No habrá negociación con los catalanes y no se les permitirá celebrar consulta sobre su independencia. La oposición al gobierno y los catalanes consideran la reacción del gobierno central como “decepcionante”, a pesar, de ser consistente con su decisión de rechazar el referendo.
Lo más importante para nosotros en el Caribe colombiano es que cada vez más apreciamos y valoramos los 2.5 millones de nuestro Voto Caribe, que habla de mayor autonomía enmarcada en la unidad de Colombia. Hay que insistir.