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Columnista - 12 noviembre, 2014

La gira de Santos, un punto de partida exitoso

La gira de Santos por Europa nos permite concluir que no se debe despreciar el interés de la comunidad internacional por nuestro proceso de paz y por el mensaje esperanzador que solo busca el final de un proceso revolucionario, algo exótico y pasado de moda, que dejó a los colombianos una herencia cruel de siete […]

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La gira de Santos por Europa nos permite concluir que no se debe despreciar el interés de la comunidad internacional por nuestro proceso de paz y por el mensaje esperanzador que solo busca el final de un proceso revolucionario, algo exótico y pasado de moda, que dejó a los colombianos una herencia cruel de siete millones de víctimas, desolación, muerte y ríos de sangre.
A pesar de que en algunas regiones del viejo continente llegaron a mirar con relativo interés y romanticismo este proceso de las guerrillas, hoy la situación es diferente porque se enteraron de primera mano de la realidad, atrocidades y sevicia de estos militantes.
Se puede asegurar que no se debe trivializar y mirar con algo de desdén las gestiones realizadas por el presidente Santos, al más alto nivel, por una Colombia que pasó de enfrentar grandes desafíos a tener un futuro promisorio. Las mejoras de los indicadores económicos, sociales y de seguridad, llaman la atención en todas partes y confirman nuestro desarrollo con resultados ciertos y medibles. No se trata, como afirman algunos, de palmaditas en la espalda y fantasías efímeras.
Tenemos que evitar sorpresas en los análisis políticos relacionados con la justicia transicional, para lo cual hay que utilizar la diplomacia en toda su extensión, sobre todo con aquellos países que tienen una gran influencia en el nuevo esquema.
Además, es muy importante la iniciativa de crear un fondo multilateral para centralizar los recursos que lleguen con destino al postconflicto, siendo este un proceso complejo que requiere tiempo, manejo inteligente y mucha prudencia para financiar especialmente los proyectos de desarrollo agrícola, el fortalecimiento de los gobiernos locales y la educación rural ¡Solos no podemos y seguramente esta gira no será la última. Todos debemos ser parte de la solución!
En este esfuerzo realizado en la reciente gira por el presidente Santos para sembrar la paz en nuestro país, recibió el apoyo de forma inequívoca de la Unión Europea que mira con buenos ojos el valor que se tiene en Colombia para vencer las resistencias mediante el diálogo civilizado y coherente. Esta posición la comparten Italia, los Países Bajos, América Latina, Estados Unidos y ahora la Unión Europea. Hoy el mundo entiende la importancia que debe tener la búsqueda de la paz en el único conflicto armado que queda en el Hemisferio Occidental. Es necesario perseverar en la reconciliación después de una lucha inútil de 50 años arando en el desierto, solo para cosechar infortunios con lágrimas de llanto.
AGREGADO: Nelson Mandela nos enseñó que “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero”.

Columnista
12 noviembre, 2014

La gira de Santos, un punto de partida exitoso

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

La gira de Santos por Europa nos permite concluir que no se debe despreciar el interés de la comunidad internacional por nuestro proceso de paz y por el mensaje esperanzador que solo busca el final de un proceso revolucionario, algo exótico y pasado de moda, que dejó a los colombianos una herencia cruel de siete […]


La gira de Santos por Europa nos permite concluir que no se debe despreciar el interés de la comunidad internacional por nuestro proceso de paz y por el mensaje esperanzador que solo busca el final de un proceso revolucionario, algo exótico y pasado de moda, que dejó a los colombianos una herencia cruel de siete millones de víctimas, desolación, muerte y ríos de sangre.
A pesar de que en algunas regiones del viejo continente llegaron a mirar con relativo interés y romanticismo este proceso de las guerrillas, hoy la situación es diferente porque se enteraron de primera mano de la realidad, atrocidades y sevicia de estos militantes.
Se puede asegurar que no se debe trivializar y mirar con algo de desdén las gestiones realizadas por el presidente Santos, al más alto nivel, por una Colombia que pasó de enfrentar grandes desafíos a tener un futuro promisorio. Las mejoras de los indicadores económicos, sociales y de seguridad, llaman la atención en todas partes y confirman nuestro desarrollo con resultados ciertos y medibles. No se trata, como afirman algunos, de palmaditas en la espalda y fantasías efímeras.
Tenemos que evitar sorpresas en los análisis políticos relacionados con la justicia transicional, para lo cual hay que utilizar la diplomacia en toda su extensión, sobre todo con aquellos países que tienen una gran influencia en el nuevo esquema.
Además, es muy importante la iniciativa de crear un fondo multilateral para centralizar los recursos que lleguen con destino al postconflicto, siendo este un proceso complejo que requiere tiempo, manejo inteligente y mucha prudencia para financiar especialmente los proyectos de desarrollo agrícola, el fortalecimiento de los gobiernos locales y la educación rural ¡Solos no podemos y seguramente esta gira no será la última. Todos debemos ser parte de la solución!
En este esfuerzo realizado en la reciente gira por el presidente Santos para sembrar la paz en nuestro país, recibió el apoyo de forma inequívoca de la Unión Europea que mira con buenos ojos el valor que se tiene en Colombia para vencer las resistencias mediante el diálogo civilizado y coherente. Esta posición la comparten Italia, los Países Bajos, América Latina, Estados Unidos y ahora la Unión Europea. Hoy el mundo entiende la importancia que debe tener la búsqueda de la paz en el único conflicto armado que queda en el Hemisferio Occidental. Es necesario perseverar en la reconciliación después de una lucha inútil de 50 años arando en el desierto, solo para cosechar infortunios con lágrimas de llanto.
AGREGADO: Nelson Mandela nos enseñó que “Si quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Entonces él se vuelve tu compañero”.