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Editorial - 16 octubre, 2014

Ejecución lenta

La Asamblea del Cesar y el Concejo de Valledupar se pusieron de acuerdo para pedir cuentas y agilidad en la ejecución de obras de los respectivos gobiernos. La preocupación de los concejales y diputados, que entre otras cosas ya era hora de que hicieran sentir su voz, coincide con la de la comunidad que observa […]

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La Asamblea del Cesar y el Concejo de Valledupar se pusieron de acuerdo para pedir cuentas y agilidad en la ejecución de obras de los respectivos gobiernos. La preocupación de los concejales y diputados, que entre otras cosas ya era hora de que hicieran sentir su voz, coincide con la de la comunidad que observa el retraso de los proyectos que anunciaron e iniciaron desde hace dos vigencias.

Por los lados de la Gobernación del Cesar, que aún sigue poniendo primeras piedras, hay varias obras que pierden el año y seguramente no estarán listas para cuando culmine la administración Monsalvo Gnecco. Si bien es cierto son todas obras importantes y de impacto, preocupa que proyectos como la Universidad Nacional, el Estadio Municipal, el Parque del barrio Las Flores en Valledupar, la vía a Pueblo Bello, tengan tan bajos porcentajes de ejecución.

El seguimiento como supervisor natural de las obras en ejecución de los entes territoriales debe ser contundente y evidente, pues no se justifica que se deje todo en manos de las interventorías que muchas veces obedecen a los mismos intereses de los contratistas. Es muy valioso por ello el rol de los diputados, en el caso del departamento, para que hagan el control político que se requiere y puedan tener un feliz término las millonarias inversiones.

Los concejales de Valledupar también han pedido a la Administración Municipal más claridad en varios temas, que aunque vienen de gobiernos anteriores se deben solucionar pronto, como es el caso de los bienes inmuebles del municipio (lote Terminal de Transportes, Parqueadero Público Municipal), que están en un limbo jurídico.

También desempolvó el tema del Plan Maestro de Acueducto y alcantarillado que desde Emdupar se debe trabajar, pensando en la ciudad sostenible por la que tanto ha trabajado el actual gobierno. Lo importante del control político es que se haga de manera paralela a la ejecución de las obras y no esperar que el tiempo dilate las inversiones, que terminan en elefantes blancos de los que ya están cansados los cesarenses.

Es importante que no solo se sienta la voz de los diputados y los concejales, sino también de las veedurías ciudadanas que se han conformado a la par de los inicios de las grandes obras. Si la ciudadanía no se empodera y cuida los recursos públicos, difícilmente se recibirán los beneficios de los proyectos.

Editorial
16 octubre, 2014

Ejecución lenta

La Asamblea del Cesar y el Concejo de Valledupar se pusieron de acuerdo para pedir cuentas y agilidad en la ejecución de obras de los respectivos gobiernos. La preocupación de los concejales y diputados, que entre otras cosas ya era hora de que hicieran sentir su voz, coincide con la de la comunidad que observa […]


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La Asamblea del Cesar y el Concejo de Valledupar se pusieron de acuerdo para pedir cuentas y agilidad en la ejecución de obras de los respectivos gobiernos. La preocupación de los concejales y diputados, que entre otras cosas ya era hora de que hicieran sentir su voz, coincide con la de la comunidad que observa el retraso de los proyectos que anunciaron e iniciaron desde hace dos vigencias.

Por los lados de la Gobernación del Cesar, que aún sigue poniendo primeras piedras, hay varias obras que pierden el año y seguramente no estarán listas para cuando culmine la administración Monsalvo Gnecco. Si bien es cierto son todas obras importantes y de impacto, preocupa que proyectos como la Universidad Nacional, el Estadio Municipal, el Parque del barrio Las Flores en Valledupar, la vía a Pueblo Bello, tengan tan bajos porcentajes de ejecución.

El seguimiento como supervisor natural de las obras en ejecución de los entes territoriales debe ser contundente y evidente, pues no se justifica que se deje todo en manos de las interventorías que muchas veces obedecen a los mismos intereses de los contratistas. Es muy valioso por ello el rol de los diputados, en el caso del departamento, para que hagan el control político que se requiere y puedan tener un feliz término las millonarias inversiones.

Los concejales de Valledupar también han pedido a la Administración Municipal más claridad en varios temas, que aunque vienen de gobiernos anteriores se deben solucionar pronto, como es el caso de los bienes inmuebles del municipio (lote Terminal de Transportes, Parqueadero Público Municipal), que están en un limbo jurídico.

También desempolvó el tema del Plan Maestro de Acueducto y alcantarillado que desde Emdupar se debe trabajar, pensando en la ciudad sostenible por la que tanto ha trabajado el actual gobierno. Lo importante del control político es que se haga de manera paralela a la ejecución de las obras y no esperar que el tiempo dilate las inversiones, que terminan en elefantes blancos de los que ya están cansados los cesarenses.

Es importante que no solo se sienta la voz de los diputados y los concejales, sino también de las veedurías ciudadanas que se han conformado a la par de los inicios de las grandes obras. Si la ciudadanía no se empodera y cuida los recursos públicos, difícilmente se recibirán los beneficios de los proyectos.