La humanidad ha logrado extraordinarios avances científicos y tecnológicos que proporcionan beneficios y comodidades, sin embargo, es paralelo el inconformismo en todas las latitudes y ámbitos sociales que provocan múltiples inconvenientes, entre los cuales sobresalen los conflictos armados, que conllevan a funestas acciones terroristas como el ataque de las torres gemelas de la ciudad de […]
La humanidad ha logrado extraordinarios avances científicos y tecnológicos que proporcionan beneficios y comodidades, sin embargo, es paralelo el inconformismo en todas las latitudes y ámbitos sociales que provocan múltiples inconvenientes, entre los cuales sobresalen los conflictos armados, que conllevan a funestas acciones terroristas como el ataque de las torres gemelas de la ciudad de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001 con aviones de empresas aéreas cargados de pasajeros.
Todo radica en la disputa sistemática por la riqueza, disfrazada con falacias compatibles con ideologías, tradiciones y esperanzas de la gente que, cuando es fundamentalista, las defienden sin importarle la muerte, que la consideran como ofrenda sublime por la causa.
Ahora, los líderes de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, secundados por países satélites, están bombardeando con aviones sofisticados, el supuesto Estado Islámico, ubicado en territorio de Irak y Siria, esto es la repetición de la guerra por el control del petróleo y sus derivados muy abundantes en esa zona de países árabes musulmanes.
Aunque la gente es consciente de que la guerra genera más guerra, la codicia predomina y con tal de adueñarse de lo ajeno invaden otras regiones y asesinan a sus dirigentes, a sabiendas de que surgirán otros más precavidos y por ende más beligerantes, dispuestos a matar a los usurpadores, antes de que los eliminen, así, cada día nacen más fundamentalistas.
Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, desapareció a Osama Bin Laden (su cuerpo dizque fue arrojado al mar), el jefe supremo de la organización terrorista Al Qaeda que perpetro el ataque del fatídico 11-S, estrellando uno de los cuatro aviones secuestrados contra el edificio del Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, el sitio con mayor vigilancia en el mundo. El cuarto avión dirigido contra la Casa Blanca, sede de la residencia y del despacho presidencial fue estrellado antes de alcanzar su objetivo, por el amotinamiento de sus pasajeros que ya sabían iban a morir.
El líder del Estado Islámico es, Abu Bakr al-Baghdadi, autoproclamado Califa de todos los musulmanes, mucho más radical que Osama Bin Laden, a quien la dirigencia de los países ricos de occidente le temen, porque soldado o emisario de ellos que caiga en sus manos será decapitado, por eso lo bombardeos son aéreos.
La humanidad ha logrado extraordinarios avances científicos y tecnológicos que proporcionan beneficios y comodidades, sin embargo, es paralelo el inconformismo en todas las latitudes y ámbitos sociales que provocan múltiples inconvenientes, entre los cuales sobresalen los conflictos armados, que conllevan a funestas acciones terroristas como el ataque de las torres gemelas de la ciudad de […]
La humanidad ha logrado extraordinarios avances científicos y tecnológicos que proporcionan beneficios y comodidades, sin embargo, es paralelo el inconformismo en todas las latitudes y ámbitos sociales que provocan múltiples inconvenientes, entre los cuales sobresalen los conflictos armados, que conllevan a funestas acciones terroristas como el ataque de las torres gemelas de la ciudad de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001 con aviones de empresas aéreas cargados de pasajeros.
Todo radica en la disputa sistemática por la riqueza, disfrazada con falacias compatibles con ideologías, tradiciones y esperanzas de la gente que, cuando es fundamentalista, las defienden sin importarle la muerte, que la consideran como ofrenda sublime por la causa.
Ahora, los líderes de Estados Unidos, Inglaterra y Francia, secundados por países satélites, están bombardeando con aviones sofisticados, el supuesto Estado Islámico, ubicado en territorio de Irak y Siria, esto es la repetición de la guerra por el control del petróleo y sus derivados muy abundantes en esa zona de países árabes musulmanes.
Aunque la gente es consciente de que la guerra genera más guerra, la codicia predomina y con tal de adueñarse de lo ajeno invaden otras regiones y asesinan a sus dirigentes, a sabiendas de que surgirán otros más precavidos y por ende más beligerantes, dispuestos a matar a los usurpadores, antes de que los eliminen, así, cada día nacen más fundamentalistas.
Barack Obama, el presidente de Estados Unidos, desapareció a Osama Bin Laden (su cuerpo dizque fue arrojado al mar), el jefe supremo de la organización terrorista Al Qaeda que perpetro el ataque del fatídico 11-S, estrellando uno de los cuatro aviones secuestrados contra el edificio del Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, el sitio con mayor vigilancia en el mundo. El cuarto avión dirigido contra la Casa Blanca, sede de la residencia y del despacho presidencial fue estrellado antes de alcanzar su objetivo, por el amotinamiento de sus pasajeros que ya sabían iban a morir.
El líder del Estado Islámico es, Abu Bakr al-Baghdadi, autoproclamado Califa de todos los musulmanes, mucho más radical que Osama Bin Laden, a quien la dirigencia de los países ricos de occidente le temen, porque soldado o emisario de ellos que caiga en sus manos será decapitado, por eso lo bombardeos son aéreos.