La Selección terminó con 10 hombres, tras la expulsión de Cuadrado.
Dos meses y un día después de la dolorosa derrota de Colombia en los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014 frente a los anfitriones, la selección ‘cafetera’ se enfrentó de nuevo a la más veces campeona del mundo, en un partido en el que, aunque Pékerman decía que no, había un ánimo de revancha.
Y así como sucedió en Brasil, la ‘verdeamarela’ salió más enfocada. Los cariocas manejaban mejor el balón y llegaban constantemente al área de David Ospina que también se mostró inseguro al principio.
Pero a diferencia de aquel triste partido, esta vez el estadio estaba ocupado por más colombianos que brasileros, así que cada vez que atacaba Brasil recibían chiflidos, mientras que si Colombia recuperaba el balón se tronchaban las manos aplaudiendo.
A medida que pasaba el tiempo Colombia mejoró, pero Brasil seguía atacando, de hecho tuvieron una oportunidad muy clara al minuto 24 que terminó en gol pero anulado por fuera de lugar (muy cerrado, toca decirlo), que hizo silenciar por un segundo al estadio Sun Life… Y también se iba calentando el partido, como si fuera oficial y no un amistoso.
Aldo Leao Ramírez, Camilo Zúñiga y especialmente Juan Guillermo Cuadrado tuvieron buenas oportunidades para abrir el marcador con remates de media distancia, la mejor arma de Colombia que no podía penetrar con claridad el área de Brasil.
Tras el descanso, Colombia pareció salir mejor parado que Brasil. Apenas iban unos segundos cuando James Rodríguez tuvo una opción de oro con un remate cruzado desde el borde del área, pero se fue desviado.
Pero dos minutos más tarde se complicó todo para Colombia, primero con un ataque de Brasil que salvó de manera magistral Ospina y luego con una falta que exageró (¡oh sorpresa!) Neymar por lo que Cuadrado se llevó una injusta segunda amarilla y nuestra selección se quedó con un jugador menos.
Con el partido desequilibrado Brasil empezó a aprovechar el hombre de más que tenía e intensificó su ataque, mientras que Colombia empezó a verse absorbido por un torbellino de desquicio y empezó a criticar todas las decisiones del árbitro.
Al minuto 75 llegó uno de los momentos más esperados para Colombia. Radamel Falcao García se puso de nuevo la camiseta ‘tricolor’ y se paró en la banda a esperar el cambio. Quien tuvo que salir, por la expulsión de Cuadrado y para no romper defensivamente el equipo, fue James.
Y a falta de ocho minutos llegó lo que parecía inevitable: el gol de Brasil. Neymar cobró una falta de manera magistral y colgó el balón al ángulo, remate que pese a la volada de David Ospina no se detuvo.
Fue un partido valiente de Colombia, teniendo en cuenta que jugó casi todo un tiempo con un hombre de menos y aunque se vio con un fútbol inferior al mostrado en el pasado Mundial, hay que tener en cuenta que se tuvo poco tiempo para preparar este partido, que se podía perder sin mayores problemas, así sigamos con la espina clavada contra Brasil.
La revancha tendrá que esperar.
La Selección terminó con 10 hombres, tras la expulsión de Cuadrado.
Dos meses y un día después de la dolorosa derrota de Colombia en los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014 frente a los anfitriones, la selección ‘cafetera’ se enfrentó de nuevo a la más veces campeona del mundo, en un partido en el que, aunque Pékerman decía que no, había un ánimo de revancha.
Y así como sucedió en Brasil, la ‘verdeamarela’ salió más enfocada. Los cariocas manejaban mejor el balón y llegaban constantemente al área de David Ospina que también se mostró inseguro al principio.
Pero a diferencia de aquel triste partido, esta vez el estadio estaba ocupado por más colombianos que brasileros, así que cada vez que atacaba Brasil recibían chiflidos, mientras que si Colombia recuperaba el balón se tronchaban las manos aplaudiendo.
A medida que pasaba el tiempo Colombia mejoró, pero Brasil seguía atacando, de hecho tuvieron una oportunidad muy clara al minuto 24 que terminó en gol pero anulado por fuera de lugar (muy cerrado, toca decirlo), que hizo silenciar por un segundo al estadio Sun Life… Y también se iba calentando el partido, como si fuera oficial y no un amistoso.
Aldo Leao Ramírez, Camilo Zúñiga y especialmente Juan Guillermo Cuadrado tuvieron buenas oportunidades para abrir el marcador con remates de media distancia, la mejor arma de Colombia que no podía penetrar con claridad el área de Brasil.
Tras el descanso, Colombia pareció salir mejor parado que Brasil. Apenas iban unos segundos cuando James Rodríguez tuvo una opción de oro con un remate cruzado desde el borde del área, pero se fue desviado.
Pero dos minutos más tarde se complicó todo para Colombia, primero con un ataque de Brasil que salvó de manera magistral Ospina y luego con una falta que exageró (¡oh sorpresa!) Neymar por lo que Cuadrado se llevó una injusta segunda amarilla y nuestra selección se quedó con un jugador menos.
Con el partido desequilibrado Brasil empezó a aprovechar el hombre de más que tenía e intensificó su ataque, mientras que Colombia empezó a verse absorbido por un torbellino de desquicio y empezó a criticar todas las decisiones del árbitro.
Al minuto 75 llegó uno de los momentos más esperados para Colombia. Radamel Falcao García se puso de nuevo la camiseta ‘tricolor’ y se paró en la banda a esperar el cambio. Quien tuvo que salir, por la expulsión de Cuadrado y para no romper defensivamente el equipo, fue James.
Y a falta de ocho minutos llegó lo que parecía inevitable: el gol de Brasil. Neymar cobró una falta de manera magistral y colgó el balón al ángulo, remate que pese a la volada de David Ospina no se detuvo.
Fue un partido valiente de Colombia, teniendo en cuenta que jugó casi todo un tiempo con un hombre de menos y aunque se vio con un fútbol inferior al mostrado en el pasado Mundial, hay que tener en cuenta que se tuvo poco tiempo para preparar este partido, que se podía perder sin mayores problemas, así sigamos con la espina clavada contra Brasil.
La revancha tendrá que esperar.