En el transcurso de mi vida, he escuchado algunas historias reales con tinte universal, las cuales me han impactado por los ingredientes que la conforman y el aura de misterio con que están recubiertas, hechos que ocuparon primeras páginas de los periódicos y otros acontecidos en épocas remotas, están documentados en relatos y crónicas, sucesos asombrosos, algunos inverosímiles. En 1945, durante la segunda guerra mundial, un batallón de 1000 soldados japoneses fueron acorralados en la isla Birmana de Ramree, por tropas de los Royal Marines Ingleses, en un intento de huir decidieron cruzar 16 kilómetros de pantanos, infestados de cocodrilos, solo 20 sobrevivieron, los reptiles devoraron vivos a casi todos los nipones, en un festín macabro, según cuentan los soldados ingleses, es lo más horripilante que han podido vivir, en medio de la oscuridad solo se escuchaban gritos de horror y dolor de los japoneses. Otra historia que me sorprende es de la tragedia de los Andes, donde los sobrevivientes a un desastre aéreo, tuvieron que comerse los cadáveres de sus amigos, durante los dos meses que duraron perdidos en las montañas. No menos impactante es el relato de José (entre otros pasajes Bíblicos) quien fuera vendido como esclavo por sus propios hermanos y luego llegó a ser Gobernador de Egipto, gracias al don de interpretación de sueños que Dios le dio y le permitió ganarse la confianza del Faraón. En 1828 apareció en Núremberg Alemania, un adolescente con aspecto salvaje, el cual fue llamado Kaspar Hauser, no tenía ningún tipo de costumbres, no sabía hablar, leer, ni escribir, todo indicaba que el niño fue mantenido escondido y cautivo durante toda su vida, según indicios y estudios, fue fruto de una relación adúltera entre Napoleón Bonaparte y Estefanía Beauharnais, la esposa de Carlos II de Baden, al niño lo escondieron en algunas mazmorras y cámaras secretas, aislado del mundo exterior, su muerte a los 21 años también es un enigma, las heridas que le encontraron no fueron auto inflingidas como hicieron creer. Los círculos de los cultivos, kilométricas y sorprendentes figuras que aparecen en cosechas de Inglaterra. Alemania y Nueva Zelanda, las cuales son creadas de la noche a la mañana, así mismo las famosas líneas del desierto de Nazca, en el Perú, enormes dibujos antiguos, con formas de animales y que solo pueden ser divisados desde el aire y que para la época en que se calcula fueron hechas, los habitantes de esa región no tenían la capacidad ni los medios para poder realizarlas. Entre tantos archivos de psicópatas y asesinos en serie, como: Charles Manson, “El hijo de Sam”, Luis Alfredo Garavito. Pedro Alonso López (el Monstruo de los Andes) etc., hay uno que me impresiona, me refiero “Asesino del Zodiaco”, su modus operandi, su manejo de lenguajes cifrados, la forma como dio indicios y pistas para su captura, en una especie de juego del gato y el ratón con a las autoridades y los medios, como el diario San Francisco Examiner, a pesar de todo su identidad aún es un misterio. Está la conmovedora historia de Los Niños héroes de Chapultepec, 5 cadetes de la escuela militar de México entre los 13 y 17 años, quienes el 16 de septiembre de 1847, voluntariamente se quedaron a defender el castillo durante el ataque por parte de Estados Unidos, muy a pesar de que el Comandante los envió a sus casas, por ser unos muchachos, todos murieron.