Importante que en un solo escenario se hayan reunido las instituciones y los grupos de la sociedad civil para conocer el terreno en que se mueven las voluntades de paz que cada vez se sienten más fuertes. Con la presentación en Valledupar de la Campaña ‘Yo aporto a la verdad’, que hizo el Centro Nacional de Memoria Histórica, a través de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, se abre una puerta en la región para que se arme el rompecabezas que dejó el conflicto armado protagonizado por los grupos paramilitares.

Esta experiencia con desmovilizados de las autodefensas es significativa en momentos en que el país está a la expectativa de lo que suceda con los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc. Si se firma la paz, ya estaría el camino abonado para que también se sepa la verdad de la guerrilla.

Los acuerdos de contribución a la verdad y la memoria histórica son un mecanismo no judicial para la contribución a la verdad. Es decir, busca que los desmovilizados cuenten lo que pasó para que las víctimas de sus acciones delictivas puedan saber el porqué de la violencia. Para conocer la verdad también participan las víctimas del conflicto, organizaciones de la sociedad civil (líderes, defensores de derechos humanos), entes institucionales y estatales.

Para tranquilidad de las víctimas, la verdad que se busca no significa impunidad, debido a que las personas desmovilizadas que participan en estos acuerdos deben cumplir unos requisitos, como ser parte del programa de reintegración a la vida civil que lidera la ACR, y obran paralelamente procesos penales contra los participantes.

La pregunta con la que se titula este editorial es la inquietud manifestada por varios sectores de la sociedad civil y de la institucionalidad presentes en el lanzamiento de la Campaña. En el Cesar y así lo dice el primer informe de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, existe un panorama complejo y aunque se han dado avances y hay compromisos por parte de personas desmovilizadas, que incluso ya firmaron los acuerdos para aportar con sus relatos a la verdad, se registra una dificultad porque la mayoría son personas que no pertenecían a los altos mandos o fueron miembros en épocas muy cercanas a las desmovilizaciones. Ahí está el punto crucial. ¿Quién dice la verdad? ¿Desde qué óptica la cuenta?

Es una propuesta interesante que ya ha dado sus frutos. Según el coordinador de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, Álvaro Villaraga Sarmiento, ya han recibido de todo el país más de ocho mil acuerdos de parte de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) que están en proceso en las catorce regionales, incluida la del Cesar. Se deben dar pasos en ese sentido y ojalá no sea generalizado lo que sucede en el sur cesarense, según documentación de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, donde “se evidencian resistencias, silencios, intentos de ocultar muchos hechos y situaciones necesarias de esclarecer, en medio de una institucionalidad no claramente recuperada en sus posibilidades de actuación legítima”.