Un disparo en la cara le segó la vida Ismael Varela, de 17 años, quien en la madrugada del tres de agosto salió de la plaza del mercado público a entregar a domicilio la carne que su jefe, un pesero de Pelaya, envió a uno de sus clientes.
Testigos que suministraron detalles de este crimen a las autoridades de Pelaya, manifestaron que el menor iba a entregar el pedido solicitado a su jefe cuando vio que dos hombres que se movilizaban en una motocicleta trataban de asaltar una vivienda del centro de la población y cuando corrió a dar aviso a un vigilante que se encontraba cerca de ese lugar, uno de los asaltantes lo alcanzó y le propinó un disparo en la cara, provocándole la muerte instantáneamente.
El vigilante identificado como Aníbal Barbosa Yaruro de 32 años, quiso reaccionar pero el asaltante le disparó en la espalda, ocasionándole heridas graves en el pulmón derecho, por lo que inicialmente fue llevado a la unidad de urgencias del Hospital Francisco Canossa, de Pelaya, de donde fue remitido al hospital Regional José David Padilla Villafañe de Aguachica, donde es atendido.
Una vez conocido este hecho, las autoridades de Pelaya, iniciaron las investigaciones con el objeto de dar captura a los responsables del crimen del menor y de las heridas al vigilante que intentó frustrar el asalto a un a establecimiento comercial.
Aunque ya se tiene información importante sobre los posibles autores de la acción criminal, los organismos judiciales van sobre otras pistas y datos específicos para lograr la aprehensión de quienes participaron del asesinato del joven Ismael Varela, quien trabajaba en la madrugada para costearse los estudios y ayudarle a sus padres en los gasto de su casa.

Por Alvaro Lora García