Siempre he creído que los problemas que se resuelven con dinero no son problemas; por eso considero que la escasez de agua en el Cesar, ahora, se debe a la indolencia y a la ineficiencia de quienes tienen en sus manos la posible solución. El Cesar es uno de los departamentos con mayor oferta hídrica del país, pero solo nos atenemos al régimen pluviométrico y aguas escorrentías.

Israel, que en su mayoría es un desierto, con la eficiencia de sus dirigentes, ha hecho de la agricultura un generador de riqueza.

El Cesar cuenta con doce acuíferos identificados, inicialmente, por la misión Tahal, israelita, Ingeominas y Corpocesar, confirmados después por otros estudios. Validados, en la sola planicie del Cesar, a 350 y 420m se encuentran confinados 405 mil millones de metros cúbicos, Mmc, que bien utilizados harían de esta región, un paraíso.

En la sola zona de la Terraza, al norte de Valledupar, disponemos de 205 Mmc, confinados a 120 de profundidad. Sin embargo, estamos en la vía de la desertización total. Desde 1992 se tiene esta información pero al Cesar le han faltado agallas para utilizar este recurso valioso. Por ahí se ha dicho en estos días que este aprovechamiento sale muy costoso por los altos precios de la energía eléctrica tal que sale más caro el caldo que los huevos.

Es cierto, pero también lo es que Colombia tiene uno de los costos más altos del mundo por KWh, pese a que casi el 80% de nuestra generación es hidráulica, una de las más baratas. Mientras en Colombia un KWh, para uso industrial, vale US$0.10, en los EE.UU vale 0.07 y en Perú 0.06. En Colombia, para uso comercial, en estrato cuatro se pagan, en promedio, $283.00, (US$0.14/KWh en el estrato tres) con 20% de incremento para estratos cinco y seis. Mientras tanto, las electrificadoras pagan el KWh en la bolsa a $127.00.

Lo que pasa es que el precio al consumidor viene precedido de una larga ecuación que involucra seis factores de costos, incluso un costo de confiabilidad. Este es el punto a discutir por parte del consumidor; el gobierno central debe emplearse a fondo subsidiando el costo de la energía, al menos para usos industriales y pecuarios, quitándole cinco de los factores a la fórmula de costos.

¿Si ha existido un certificado de abono tributario, CERT, para exportadores, si existe un subsidio a los caficultores y exportadores de rosas, porqué, no puede existir una ayuda similar para el agro caribe, propenso a fenómenos propios del clima? Con energía barata esto es viable y mucho mejor que construir una represa de acción limitada.