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General - 23 junio, 2014

Corpus Christi, la tradición sigue vigente

Los diablos pertenecientes a esta comunidad de la Iglesia Católica danzaron ayer en Valledupar para recordar a los hermanos difuntos.

Los diablos pertenecientes a la comunidad del Corpus Christi danzaron por varias calles de Valledupar, bajo una fuerte temperatura y las miradas de curiosos. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
Los diablos pertenecientes a la comunidad del Corpus Christi danzaron por varias calles de Valledupar, bajo una fuerte temperatura y las miradas de curiosos. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
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“Esta es una fiesta de la Iglesia Católica donde se demuestra que el bien triunfa sobre el mal: el diablo está representando el mal; las cucambas y los negros representan el bien, pero el santísimo es el que derrota al diablo”.

Con esta declaración, el locutor e historiador, Jaime Pérez Parodi, explicó la celebración del Corpus Christi en Valledupar, la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

Esta celebración se realiza en Valledupar hace más de 200 años, según Pérez Parodi, quien asegura que el Corpus Chisti lo trajo a la capital del Cesar la familia Galindo y se ha venido trasmitiendo de generación en generación: “esta es la quinta generación de diablos”.

“Yo alcancé a conocer apenas tres diablos: Antonio Calderón Jimeno, Antonio María Corzo y Felicito Jiménez; para mí, un concepto muy personal, el diablo más alegre y el que mejor bailó esta danza”, señaló Jaime Pérez.

Estos actos se remontan a los años 1192 – 1258 y hasta la fecha estas festividades de la Iglesia Católica se hacen en muchas partes del mundo; su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento.

En Valledupar, los actos se efectuaron ayer en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario. A las 9:00 de la mañana partió una caminata, con los diablos a la cabeza, con rumbo al cementerio Central, en el que rindieron homenaje a los difuntos con rimas improvisadas por los diablos.

La historia

Una noche, la luna llena brillaba como plata, pero con una mancha negra; interpretó que la luna representaba a la iglesia militante en la tierra, que recibe la luz del sol: Cristo Jesús; la mancha significó para ella la carencia de una celebración litúrgica para la Eucaristía.

Juliana de Cornillón o Juliana de Lieja, como también se le reconoce, presentó petición a las autoridades eclesiásticas, hasta que el Obispo de Lieja Roberto de Theorette en el año de 1246, celebró el primer Corpus.

Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el asunto de Sor Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.

Según los expedientes de la iglesia, se cuenta que en el año 1264 el Padre Pedro de Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte.

De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa ya que cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.

La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad de Corpus Christi.

El mismo Papa Urbano IV encargó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de cantos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre los que compuso está la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en la Misa de Corpus Christi.

El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del pueblo, colocó la primera piedra de la nueva catedral de Orvieto donde aún se encuentra la sagrada reliquia.

“Aprovecho para agradecerle aquellas personas que desinteresadamente nos colaboran para revivir esta tradición”: Jaime Pérez Parodi.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

General
23 junio, 2014

Corpus Christi, la tradición sigue vigente

Los diablos pertenecientes a esta comunidad de la Iglesia Católica danzaron ayer en Valledupar para recordar a los hermanos difuntos.


Los diablos pertenecientes a la comunidad del Corpus Christi danzaron por varias calles de Valledupar, bajo una fuerte temperatura y las miradas de curiosos. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
Los diablos pertenecientes a la comunidad del Corpus Christi danzaron por varias calles de Valledupar, bajo una fuerte temperatura y las miradas de curiosos. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
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“Esta es una fiesta de la Iglesia Católica donde se demuestra que el bien triunfa sobre el mal: el diablo está representando el mal; las cucambas y los negros representan el bien, pero el santísimo es el que derrota al diablo”.

Con esta declaración, el locutor e historiador, Jaime Pérez Parodi, explicó la celebración del Corpus Christi en Valledupar, la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.

Esta celebración se realiza en Valledupar hace más de 200 años, según Pérez Parodi, quien asegura que el Corpus Chisti lo trajo a la capital del Cesar la familia Galindo y se ha venido trasmitiendo de generación en generación: “esta es la quinta generación de diablos”.

“Yo alcancé a conocer apenas tres diablos: Antonio Calderón Jimeno, Antonio María Corzo y Felicito Jiménez; para mí, un concepto muy personal, el diablo más alegre y el que mejor bailó esta danza”, señaló Jaime Pérez.

Estos actos se remontan a los años 1192 – 1258 y hasta la fecha estas festividades de la Iglesia Católica se hacen en muchas partes del mundo; su principal finalidad es proclamar y aumentar la fe de la Iglesia Católica en Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento.

En Valledupar, los actos se efectuaron ayer en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario. A las 9:00 de la mañana partió una caminata, con los diablos a la cabeza, con rumbo al cementerio Central, en el que rindieron homenaje a los difuntos con rimas improvisadas por los diablos.

La historia

Una noche, la luna llena brillaba como plata, pero con una mancha negra; interpretó que la luna representaba a la iglesia militante en la tierra, que recibe la luz del sol: Cristo Jesús; la mancha significó para ella la carencia de una celebración litúrgica para la Eucaristía.

Juliana de Cornillón o Juliana de Lieja, como también se le reconoce, presentó petición a las autoridades eclesiásticas, hasta que el Obispo de Lieja Roberto de Theorette en el año de 1246, celebró el primer Corpus.

Más adelante, el Papa Urbano IV -quien conocía bien el asunto de Sor Juliana de Cornillón- instituyó la celebración del Corpus Christi para la Iglesia Católica Universal, fijándola el jueves después de la fiesta de la Santísima Trinidad.

Según los expedientes de la iglesia, se cuenta que en el año 1264 el Padre Pedro de Praga, Bohemia, dudaba sobre el misterio de la transustanciación del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en la Eucaristía. Acudió así en peregrinación a Roma para pedir sobre la tumba de San Pedro la gracia de una fe fuerte.

De regreso de Roma, Dios se le manifestó de manera milagrosa ya que cuando celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró llenando el Corporal de la Preciosa Sangre.

La noticia del prodigio llegó pronto al Papa Urbano IV, que se encontraba en Orvieto, ciudad cercana a Bolsena. Hizo traer el corporal y, al constatar los hechos, instituyó la Solemnidad de Corpus Christi.

El mismo Papa Urbano IV encargó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico propio para esta fiesta y la creación de cantos para celebrar a Cristo Eucaristía. Entre los que compuso está la sublime secuencia “Lauda Sion” que se canta en la Misa de Corpus Christi.

El año 1290 el Papa Nicolás IV, a petición del clero y del pueblo, colocó la primera piedra de la nueva catedral de Orvieto donde aún se encuentra la sagrada reliquia.

“Aprovecho para agradecerle aquellas personas que desinteresadamente nos colaboran para revivir esta tradición”: Jaime Pérez Parodi.

Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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