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Judicial - 5 junio, 2014

Trasladan a Valledupar a uno de los policías muertos en emboscada

El patrullero muerto, había ingresado a la Policía hace siete años, inició su carrera policial en el departamento de Córdoba, luego lo trasladaron a Cúcuta, Norte de Santander y por último a Arauca, donde ofrendó su vida por defender a la patria.

Riquilda Álvarez, madre del Policía asesinado en Arauca, recibía expresiones de condolencias por amigos y familiares que se acercaron a su vivienda. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez.
Riquilda Álvarez, madre del Policía asesinado en Arauca, recibía expresiones de condolencias por amigos y familiares que se acercaron a su vivienda. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez.
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“Quienes asesinaron a mansalva a mi hijo, son unos cobardes; la guerrilla no quiere la paz; se habla mucho del proceso de paz y estamos es en guerra. La gente buena, no vale nada, quienes valen son los delincuentes en este país”. Así se refirió en medio del dolor e indignación, Riquilda Álvarez, madre del patrullero de la Policía Alejandro David Maestre Álvarez, de 26 años, natural de Valledupar, quien hacía parte de una patrulla policial emboscada por Eln en zona rural del municipio de Saravena, Arauca, donde murieron otros tres uniformados y dos más sobrevivieron.

Los agentes se movilizaban en motocicletas para atender un supuesto hecho delictivo en la región del Sarare, vereda El Pescado, zona fronteriza con Venezuela, cuando fueron sorprendidos inicialmente con explosivos, al ser minada la vía y posteriormente los remataron en el suelo con tiro de gracia en la cabeza.
El patrullero muerto, había ingresado a la Policía hace siete años, inició su carrera policial en el departamento de Córdoba, luego lo trasladaron a Cúcuta, Norte de Santander y por último a Arauca, donde ofrendó su vida por defender a la patria.

Le había pedido que se retirara 
Por lo peligroso que representaba para la fuerza pública trabajar en una zona de conflicto y de zona roja como es Arauca, doña Riquilda le había advertido a su hijo que se retirara de la Policía, porque le había anunciado que esa zona era de pura guerrilla, que era un lugar muy peligroso, que no se podía salir solo, que eso era un infierno y que no sabía cuándo iba a morir. “Cuando él me dijo eso, vivía muy preocupada y le insistía en que se viniera para Valledupar, pero Dios lo quiso así”, explicó la desesperada madre.
Los familiares de la víctima residen en la carrera 4 con calle 20H del barrio Villa Castro al suroriente de Valledupar.
El uniformado era hijo de Fabio Maestre Ramírez y Riquilda Álvarez, era el penúltimo de siete hermanos, dos de las cuales también son agentes de la Policía que prestan sus servicios en Valledupar; se había casado con Ruth Milena, de cuya unión no dejó hijos, pero quedó un niño producto de otra relación. Llevaba seis años de estar vinculado a la institución policial.

Este jueves se le dará el último adiós con honores.
Los otros uniformados muertos son el subintendente Libardo Fabio Chacón Delgado y los patrulleros, José Darío Acuña Suárez y Yan Carlos Alvis Armenta. Una recompensa de 50 millones de pesos ofrecieron las autoridades en Arauca por información que permita capturar a los responsables.

Por Abdel Martínez Pérez
[email protected]

Judicial
5 junio, 2014

Trasladan a Valledupar a uno de los policías muertos en emboscada

El patrullero muerto, había ingresado a la Policía hace siete años, inició su carrera policial en el departamento de Córdoba, luego lo trasladaron a Cúcuta, Norte de Santander y por último a Arauca, donde ofrendó su vida por defender a la patria.


Riquilda Álvarez, madre del Policía asesinado en Arauca, recibía expresiones de condolencias por amigos y familiares que se acercaron a su vivienda. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez.
Riquilda Álvarez, madre del Policía asesinado en Arauca, recibía expresiones de condolencias por amigos y familiares que se acercaron a su vivienda. EL PILÓN/ Joaquín Ramírez.
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“Quienes asesinaron a mansalva a mi hijo, son unos cobardes; la guerrilla no quiere la paz; se habla mucho del proceso de paz y estamos es en guerra. La gente buena, no vale nada, quienes valen son los delincuentes en este país”. Así se refirió en medio del dolor e indignación, Riquilda Álvarez, madre del patrullero de la Policía Alejandro David Maestre Álvarez, de 26 años, natural de Valledupar, quien hacía parte de una patrulla policial emboscada por Eln en zona rural del municipio de Saravena, Arauca, donde murieron otros tres uniformados y dos más sobrevivieron.

Los agentes se movilizaban en motocicletas para atender un supuesto hecho delictivo en la región del Sarare, vereda El Pescado, zona fronteriza con Venezuela, cuando fueron sorprendidos inicialmente con explosivos, al ser minada la vía y posteriormente los remataron en el suelo con tiro de gracia en la cabeza.
El patrullero muerto, había ingresado a la Policía hace siete años, inició su carrera policial en el departamento de Córdoba, luego lo trasladaron a Cúcuta, Norte de Santander y por último a Arauca, donde ofrendó su vida por defender a la patria.

Le había pedido que se retirara 
Por lo peligroso que representaba para la fuerza pública trabajar en una zona de conflicto y de zona roja como es Arauca, doña Riquilda le había advertido a su hijo que se retirara de la Policía, porque le había anunciado que esa zona era de pura guerrilla, que era un lugar muy peligroso, que no se podía salir solo, que eso era un infierno y que no sabía cuándo iba a morir. “Cuando él me dijo eso, vivía muy preocupada y le insistía en que se viniera para Valledupar, pero Dios lo quiso así”, explicó la desesperada madre.
Los familiares de la víctima residen en la carrera 4 con calle 20H del barrio Villa Castro al suroriente de Valledupar.
El uniformado era hijo de Fabio Maestre Ramírez y Riquilda Álvarez, era el penúltimo de siete hermanos, dos de las cuales también son agentes de la Policía que prestan sus servicios en Valledupar; se había casado con Ruth Milena, de cuya unión no dejó hijos, pero quedó un niño producto de otra relación. Llevaba seis años de estar vinculado a la institución policial.

Este jueves se le dará el último adiós con honores.
Los otros uniformados muertos son el subintendente Libardo Fabio Chacón Delgado y los patrulleros, José Darío Acuña Suárez y Yan Carlos Alvis Armenta. Una recompensa de 50 millones de pesos ofrecieron las autoridades en Arauca por información que permita capturar a los responsables.

Por Abdel Martínez Pérez
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