Los verdiblancos se alistan para el trascendental encuentro, convencidos de que aún hay vida. Raúl Peñaranda y Alexander Anaya permanecen en el departamento médico del equipo.
El próximo domingo, Valledupar Fútbol Club se despedirá del estadio ‘Armando Maestre Pavajeau’, al menos por este año, en su choque definitivo ante Cortuluá.
El lunes se realizará la demolición de las graderías, a través de explosivos controlados, por lo que Valledupar realizará en Riohacha los próximos partidos, en caso de una eventual clasificación a los cuadrangulares del Torneo Postobón.
A buen ritmo avanzan las obras en el escenario, en donde una maquinaria pesada realiza las excavaciones para la instalación de muros de contención y fortalecer la nueva estructura.
Los ‘verdiblancos’ se alistas para el trascendental encuentro, convencidos de que aún hay vida, aunque se dependa de otros, tal como lo reconoció el técnico Hugo Arrieta. “La idea era llegar con posibilidades a la última jornada, hay una luz de esperanza, vamos a luchar hasta el final, sabemos que es complicado depender de otro equipo, pero las matemáticas aún nos dan esa opción”, dijo el entrenador.
Sobre el choque en Armenia entre ‘cafeteros’ y ‘escarlatas’, Arrieta advirtió que “América quiere ascender y Quindío es un rival fuerte en los cuadrangulares, debe pensar en eliminarlo para que se faciliten las cosas, no hay que ponerle morbo a esta situación, ojalá haya juego limpio porque nosotros vamos a hacer lo que siempre hacemos en nuestra casa”.
Con 24 puntos en la tabla, Valledupar está obligado a ganar en la última fecha y esperar que América derrote a Deportes Quindío en el Centenario de Armenia.
En el departamento médico se encuentran el goleador Raúl Peñaranda quien presenta problemas de aductores, lo mismo que Alexander Anaya, con una contractura muscular, sin embargo, Hugo Arrieta cree que ambos jugadores llegarán al juego dominical sin ningún inconveniente físico.
Por Nibaldo Bustamante
Los verdiblancos se alistan para el trascendental encuentro, convencidos de que aún hay vida. Raúl Peñaranda y Alexander Anaya permanecen en el departamento médico del equipo.
El próximo domingo, Valledupar Fútbol Club se despedirá del estadio ‘Armando Maestre Pavajeau’, al menos por este año, en su choque definitivo ante Cortuluá.
El lunes se realizará la demolición de las graderías, a través de explosivos controlados, por lo que Valledupar realizará en Riohacha los próximos partidos, en caso de una eventual clasificación a los cuadrangulares del Torneo Postobón.
A buen ritmo avanzan las obras en el escenario, en donde una maquinaria pesada realiza las excavaciones para la instalación de muros de contención y fortalecer la nueva estructura.
Los ‘verdiblancos’ se alistas para el trascendental encuentro, convencidos de que aún hay vida, aunque se dependa de otros, tal como lo reconoció el técnico Hugo Arrieta. “La idea era llegar con posibilidades a la última jornada, hay una luz de esperanza, vamos a luchar hasta el final, sabemos que es complicado depender de otro equipo, pero las matemáticas aún nos dan esa opción”, dijo el entrenador.
Sobre el choque en Armenia entre ‘cafeteros’ y ‘escarlatas’, Arrieta advirtió que “América quiere ascender y Quindío es un rival fuerte en los cuadrangulares, debe pensar en eliminarlo para que se faciliten las cosas, no hay que ponerle morbo a esta situación, ojalá haya juego limpio porque nosotros vamos a hacer lo que siempre hacemos en nuestra casa”.
Con 24 puntos en la tabla, Valledupar está obligado a ganar en la última fecha y esperar que América derrote a Deportes Quindío en el Centenario de Armenia.
En el departamento médico se encuentran el goleador Raúl Peñaranda quien presenta problemas de aductores, lo mismo que Alexander Anaya, con una contractura muscular, sin embargo, Hugo Arrieta cree que ambos jugadores llegarán al juego dominical sin ningún inconveniente físico.
Por Nibaldo Bustamante