El departamento del Cesar siempre termina metido en el ojo del huracán cuando se trata de violencia, de víctimas y de restitución de derechos y de tierras. En esta ocasión se trata del tema específico de tierras y el proceso de restitución que se inició con la Ley 1448 de 2012, especialmente para beneficiar a […]
El departamento del Cesar siempre termina metido en el ojo del huracán cuando se trata de violencia, de víctimas y de restitución de derechos y de tierras. En esta ocasión se trata del tema específico de tierras y el proceso de restitución que se inició con la Ley 1448 de 2012, especialmente para beneficiar a personas de regiones que como el Cesar fueron despojadas o debieron abandonar sus predios por las presiones o amenazas de los grupos armados ilegales, llámese guerrilla o paramilitares.
El director nacional de la Unidad de Tierras, Ricardo Sabogal, y el superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez, estuvieron ayer en Valledupar para anunciar que “no les temblará la mano” para denunciar a los avivatos que se están haciendo pasar por víctimas con el fin de reclamar tierras que jamás les pertenecieron y para decirle a las personas que se han adueñado de baldíos en las zonas urbanas y rurales que si no entregan dichas tierras, les iniciarán procesos judiciales para que devuelvan lo que le pertenece a la comunidad.
Las cifras son escandalosas. A la fecha la Unidad de Tierras ha recepcionado en todo el país cerca de 20 mil reclamaciones sobre 700 mil hectáreas y de éstas les han entregado a los jueces 300 mil casos para que fallen al respecto. El escandalo está en que de las 20 mil reclamaciones, el 30 por ciento las han devuelto porque no corresponden a víctimas reales, sino a falsos casos que presentan personas que quieren burlar la ley e incluso de victimarios que se quieren hacer pasar por víctimas.
Es preocupante que el Cesar esté junto con Córdoba, Sucre y Meta, entre los departamentos con mayores casos de falsos reclamantes, que además de convertirse en un delito y que de acuerdo con la Ley 1448 (Ley de Víctimas) tiene cárcel de 8 y 12 años, le quita la oportunidad al campesino que verdaderamente fue despojado de su tierra y que hoy sufre las consecuencias de vivir en la ciudad en medio de la pobreza.
Aunque en el Cesar el proceso de restitución de tierras no ha avanzado cómo esperaban los 4.000 reclamantes que hasta el momento han solicitado la restitución de sus tierras, el cual consideran lento y a cuenta gotas, ya era hora de que el director nacional de la Unidad de Tierras hablara fuerte no solo en el tema de los tiempos del proceso, sino en lo que se refiere a las falsas víctimas, y se hiciera acompañar del Supernotariado para dar, por lo menos, un mensaje positivo de la lucha del Estado por recuperar los baldíos (parques naturales, humedales, riberas de los ríos, playones y sabanas comunales).
El departamento del Cesar ha perdido sus baldíos. Los corregimientos de Valledupar, tal como lo han denunciado sus líderes, no tienen tierras para expandirse, pues terratenientes se han apoderado de sus sabanas comunales, y lo mismo pasa en Chimichagua, El Paso, La Jagua de Ibirico, Curumaní, Astrea (donde está el tema de Santa Cecilia), entre otros municipios que perdieron sus baldíos.
Si la ley se aplica y los anuncios se cumplen, la restitución de tierras en todas sus formas puede mejorar la calidad de vida de muchos campesinos que no han vuelto a sus tierras por no tener garantías sobre sus propiedades.
El departamento del Cesar siempre termina metido en el ojo del huracán cuando se trata de violencia, de víctimas y de restitución de derechos y de tierras. En esta ocasión se trata del tema específico de tierras y el proceso de restitución que se inició con la Ley 1448 de 2012, especialmente para beneficiar a […]
El departamento del Cesar siempre termina metido en el ojo del huracán cuando se trata de violencia, de víctimas y de restitución de derechos y de tierras. En esta ocasión se trata del tema específico de tierras y el proceso de restitución que se inició con la Ley 1448 de 2012, especialmente para beneficiar a personas de regiones que como el Cesar fueron despojadas o debieron abandonar sus predios por las presiones o amenazas de los grupos armados ilegales, llámese guerrilla o paramilitares.
El director nacional de la Unidad de Tierras, Ricardo Sabogal, y el superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez, estuvieron ayer en Valledupar para anunciar que “no les temblará la mano” para denunciar a los avivatos que se están haciendo pasar por víctimas con el fin de reclamar tierras que jamás les pertenecieron y para decirle a las personas que se han adueñado de baldíos en las zonas urbanas y rurales que si no entregan dichas tierras, les iniciarán procesos judiciales para que devuelvan lo que le pertenece a la comunidad.
Las cifras son escandalosas. A la fecha la Unidad de Tierras ha recepcionado en todo el país cerca de 20 mil reclamaciones sobre 700 mil hectáreas y de éstas les han entregado a los jueces 300 mil casos para que fallen al respecto. El escandalo está en que de las 20 mil reclamaciones, el 30 por ciento las han devuelto porque no corresponden a víctimas reales, sino a falsos casos que presentan personas que quieren burlar la ley e incluso de victimarios que se quieren hacer pasar por víctimas.
Es preocupante que el Cesar esté junto con Córdoba, Sucre y Meta, entre los departamentos con mayores casos de falsos reclamantes, que además de convertirse en un delito y que de acuerdo con la Ley 1448 (Ley de Víctimas) tiene cárcel de 8 y 12 años, le quita la oportunidad al campesino que verdaderamente fue despojado de su tierra y que hoy sufre las consecuencias de vivir en la ciudad en medio de la pobreza.
Aunque en el Cesar el proceso de restitución de tierras no ha avanzado cómo esperaban los 4.000 reclamantes que hasta el momento han solicitado la restitución de sus tierras, el cual consideran lento y a cuenta gotas, ya era hora de que el director nacional de la Unidad de Tierras hablara fuerte no solo en el tema de los tiempos del proceso, sino en lo que se refiere a las falsas víctimas, y se hiciera acompañar del Supernotariado para dar, por lo menos, un mensaje positivo de la lucha del Estado por recuperar los baldíos (parques naturales, humedales, riberas de los ríos, playones y sabanas comunales).
El departamento del Cesar ha perdido sus baldíos. Los corregimientos de Valledupar, tal como lo han denunciado sus líderes, no tienen tierras para expandirse, pues terratenientes se han apoderado de sus sabanas comunales, y lo mismo pasa en Chimichagua, El Paso, La Jagua de Ibirico, Curumaní, Astrea (donde está el tema de Santa Cecilia), entre otros municipios que perdieron sus baldíos.
Si la ley se aplica y los anuncios se cumplen, la restitución de tierras en todas sus formas puede mejorar la calidad de vida de muchos campesinos que no han vuelto a sus tierras por no tener garantías sobre sus propiedades.