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Editorial - 31 marzo, 2014

El Guatapurí no puede esperar más

“Bajando desde lo alto de la Sierra / majestuosamente viene deslizándose hasta aquí. Cruzando montes, valles y praderas y regando arroceras / nos baña el Guatapurí. Él nace en la Sierra Nevada / Y todas sus aguas arhuacas se las dona al Río Cesar. Y jugando contra sus orillas chocan / Y sus aguas que van […]

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“Bajando desde lo alto de la Sierra / majestuosamente viene deslizándose hasta aquí. Cruzando montes, valles y praderas y regando arroceras / nos baña el Guatapurí. Él nace en la Sierra Nevada / Y todas sus aguas arhuacas se las dona al Río Cesar. Y jugando contra sus orillas chocan / Y sus aguas que van locas se ríen de Valledupar…”.

La descripción que hace el compositor Nicolás ‘Colacho’ Maestre Martínez, en su canción ‘El rey del Valle’ es una oportuna narrativa para recordar la importancia del río Guatapurí que atraviesa una de sus peores épocas de sequía, devastación y abandono. Es un problema que nos incumbe a todos los habitantes del municipio de Valledupar, porque así como nos beneficia también nos afecta en sus momentos aciagos.

Las alarmas están prendidas. Los diferentes estamentos de la sociedad vallenata miran hacía el río, lanzan S.O.S para no dejarlo sumir en la decadencia y mientras llega el invierno realizan diferentes campañas para ayudarlo a pasar el mal momento. ¿Pero es en realidad lo que necesita el río Guatapurí?

A partir de hoy, el diario EL PILÓN desplegará en sus páginas una serie periodística con enfoque ambiental para que la ciudadanía recuerde o conozca lo que representa el Guatapurí para las comunidades que están en sus 85 kilómetros, desde que nace a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Poner el asunto en contexto, informar sobre los efectos del cambio climático, el deshielo que sufre la Sierra Nevada; exhortar a la población a cambiar su actitud y a demostrar cultura ciudadana por el afluente, son entre otros los propósitos de este trabajo periodístico, en el entendido de que al río Guatapurí lo está acabando la deforestación, el abuso del uso de sus aguas, la falta de autoridad y de planificación.

No todo puede quedar en diagnósticos, desfiles, jornadas de limpieza, medidas paliativas, que no son más que actividades formales y de impacto publicitario. El asunto es de soluciones de fondo, para ejecutar acciones en el corto y largo plazo porque el reloj de la responsabilidad social y ambiental avanza en el tiempo. Aquí se necesita un trabajo mancomunado que comience desde las comunidades indígenas como los arhuacos y kankuamos, y los habitantes de veredas y pueblos que se sirven de sus aguas.

El tema del Guatapurí trasciende las fronteras locales, nacionales e internacionales porque se trata del sistema de la Sierra Nevada de Santa Marta, el que está al borde de una tragedia con repercusiones globales. Por lo tanto, organismos como Naciones Unidas, Ministerio de Ambiente, gobiernos locales, la academia, los gremios, miembros de la sociedad civil, deben conformar un comité multidisciplinario para la ejecución de las tareas y acciones contenidas en los múltiples diagnósticos y trabajos e investigaciones de las universidades sobre el río. El Guatapurí no puede esperar más.

Editorial
31 marzo, 2014

El Guatapurí no puede esperar más

“Bajando desde lo alto de la Sierra / majestuosamente viene deslizándose hasta aquí. Cruzando montes, valles y praderas y regando arroceras / nos baña el Guatapurí. Él nace en la Sierra Nevada / Y todas sus aguas arhuacas se las dona al Río Cesar. Y jugando contra sus orillas chocan / Y sus aguas que van […]


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“Bajando desde lo alto de la Sierra / majestuosamente viene deslizándose hasta aquí. Cruzando montes, valles y praderas y regando arroceras / nos baña el Guatapurí. Él nace en la Sierra Nevada / Y todas sus aguas arhuacas se las dona al Río Cesar. Y jugando contra sus orillas chocan / Y sus aguas que van locas se ríen de Valledupar…”.

La descripción que hace el compositor Nicolás ‘Colacho’ Maestre Martínez, en su canción ‘El rey del Valle’ es una oportuna narrativa para recordar la importancia del río Guatapurí que atraviesa una de sus peores épocas de sequía, devastación y abandono. Es un problema que nos incumbe a todos los habitantes del municipio de Valledupar, porque así como nos beneficia también nos afecta en sus momentos aciagos.

Las alarmas están prendidas. Los diferentes estamentos de la sociedad vallenata miran hacía el río, lanzan S.O.S para no dejarlo sumir en la decadencia y mientras llega el invierno realizan diferentes campañas para ayudarlo a pasar el mal momento. ¿Pero es en realidad lo que necesita el río Guatapurí?

A partir de hoy, el diario EL PILÓN desplegará en sus páginas una serie periodística con enfoque ambiental para que la ciudadanía recuerde o conozca lo que representa el Guatapurí para las comunidades que están en sus 85 kilómetros, desde que nace a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta.

Poner el asunto en contexto, informar sobre los efectos del cambio climático, el deshielo que sufre la Sierra Nevada; exhortar a la población a cambiar su actitud y a demostrar cultura ciudadana por el afluente, son entre otros los propósitos de este trabajo periodístico, en el entendido de que al río Guatapurí lo está acabando la deforestación, el abuso del uso de sus aguas, la falta de autoridad y de planificación.

No todo puede quedar en diagnósticos, desfiles, jornadas de limpieza, medidas paliativas, que no son más que actividades formales y de impacto publicitario. El asunto es de soluciones de fondo, para ejecutar acciones en el corto y largo plazo porque el reloj de la responsabilidad social y ambiental avanza en el tiempo. Aquí se necesita un trabajo mancomunado que comience desde las comunidades indígenas como los arhuacos y kankuamos, y los habitantes de veredas y pueblos que se sirven de sus aguas.

El tema del Guatapurí trasciende las fronteras locales, nacionales e internacionales porque se trata del sistema de la Sierra Nevada de Santa Marta, el que está al borde de una tragedia con repercusiones globales. Por lo tanto, organismos como Naciones Unidas, Ministerio de Ambiente, gobiernos locales, la academia, los gremios, miembros de la sociedad civil, deben conformar un comité multidisciplinario para la ejecución de las tareas y acciones contenidas en los múltiples diagnósticos y trabajos e investigaciones de las universidades sobre el río. El Guatapurí no puede esperar más.