Hace años, muchos años, la costa caribe elige, pero no gobierna y no tiene peso en las grandes decisiones nacionales. Somos parte del modelo centralista y excluyente del manejo del Estado y no hacemos nada importante para corregir este rumbo, no ajustamos las velas. Nuestros votos deben tener un gran valor democrático y determinante en […]
Hace años, muchos años, la costa caribe elige, pero no gobierna y no tiene peso en las grandes decisiones nacionales. Somos parte del modelo centralista y excluyente del manejo del Estado y no hacemos nada importante para corregir este rumbo, no ajustamos las velas. Nuestros votos deben tener un gran valor democrático y determinante en las elecciones presidenciales, pero lo ignoramos y no le damos la importancia que tiene el hecho de ser árbitros y protagonistas en esta contienda. Nuestros congresistas son sordos y mudos.
Algunos, no levantan la voz ni para contestar presente a la hora del llamado a lista y otros, algo avergonzados, solo levantan la mano que luego recogen para firmar la nómina y esparcir la mermelada en la crujiente tostada.
Hoy, con los recientes resultados electorales, somos el 26 por ciento en la composición del Senado y con el escenario incierto que presenta la elección presidencial, podemos jugar un papel de primer orden cuando se presente la arremetida de candidatos presidenciales para tratar de conseguir los votos esquivos de nuestra Región.
Espero que seamos conscientes de lo que significa tener la sartén por el mango para las reformas que se avecinan en la salud, la política, en la Procuraduría y el manejo del postconflicto. Además de la gran responsabilidad que conlleva ser el centro de grandes proyectos de infraestructura como el nuevo Puente Pumarejo y la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena, para consolidarnos como Región industrial y comercial con una gran dotación logística. ¿Estaremos a la altura de este gran compromiso? El presidente costeño Rafael Nuñez nos observa con mirada inquisidora.
Nuestros parlamentarios deben apoyar la búsqueda de la paz que es la seguridad definitiva reflejada en más empleos y en mayores recursos para la lucha contra la pobreza. Así mismo, como regiones de fronteras, es necesario renovar el compromiso de apoyar la lucha contra el contrabando, un flagelo muy antiguo que se convierte en la principal preocupación de agricultores y empresarios cuyas consecuencias las pagamos todos.
La gama de productos de contrabando es muy extensa pasando por la gasolina, aseo, cemento, arroz, textiles, confecciones, calzado, electrodomésticos, perfumes, licores y repuestos. Apoyando el proyecto de ley que presentará el gobierno en el Congreso, le estaremos dando las herramientas para enfrentarnos a esta dura lucha que significa miles de empleos y billones de pesos en recaudos tributarios.
Hace años, muchos años, la costa caribe elige, pero no gobierna y no tiene peso en las grandes decisiones nacionales. Somos parte del modelo centralista y excluyente del manejo del Estado y no hacemos nada importante para corregir este rumbo, no ajustamos las velas. Nuestros votos deben tener un gran valor democrático y determinante en […]
Hace años, muchos años, la costa caribe elige, pero no gobierna y no tiene peso en las grandes decisiones nacionales. Somos parte del modelo centralista y excluyente del manejo del Estado y no hacemos nada importante para corregir este rumbo, no ajustamos las velas. Nuestros votos deben tener un gran valor democrático y determinante en las elecciones presidenciales, pero lo ignoramos y no le damos la importancia que tiene el hecho de ser árbitros y protagonistas en esta contienda. Nuestros congresistas son sordos y mudos.
Algunos, no levantan la voz ni para contestar presente a la hora del llamado a lista y otros, algo avergonzados, solo levantan la mano que luego recogen para firmar la nómina y esparcir la mermelada en la crujiente tostada.
Hoy, con los recientes resultados electorales, somos el 26 por ciento en la composición del Senado y con el escenario incierto que presenta la elección presidencial, podemos jugar un papel de primer orden cuando se presente la arremetida de candidatos presidenciales para tratar de conseguir los votos esquivos de nuestra Región.
Espero que seamos conscientes de lo que significa tener la sartén por el mango para las reformas que se avecinan en la salud, la política, en la Procuraduría y el manejo del postconflicto. Además de la gran responsabilidad que conlleva ser el centro de grandes proyectos de infraestructura como el nuevo Puente Pumarejo y la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena, para consolidarnos como Región industrial y comercial con una gran dotación logística. ¿Estaremos a la altura de este gran compromiso? El presidente costeño Rafael Nuñez nos observa con mirada inquisidora.
Nuestros parlamentarios deben apoyar la búsqueda de la paz que es la seguridad definitiva reflejada en más empleos y en mayores recursos para la lucha contra la pobreza. Así mismo, como regiones de fronteras, es necesario renovar el compromiso de apoyar la lucha contra el contrabando, un flagelo muy antiguo que se convierte en la principal preocupación de agricultores y empresarios cuyas consecuencias las pagamos todos.
La gama de productos de contrabando es muy extensa pasando por la gasolina, aseo, cemento, arroz, textiles, confecciones, calzado, electrodomésticos, perfumes, licores y repuestos. Apoyando el proyecto de ley que presentará el gobierno en el Congreso, le estaremos dando las herramientas para enfrentarnos a esta dura lucha que significa miles de empleos y billones de pesos en recaudos tributarios.