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Columnista - 19 marzo, 2014

Alcalde Petro, entre lo judicial y lo político

Después de todos los episodios que han rodeado al Alcalde Petro, frente a sus contradictores y seguidores, su permanencia en el Palacio del Liévano sigue atada a la suerte judicial y política. En lo judicial, parece irse resolviendo el problema jurídico, después de haber decidido el Consejo de Estado sobre la tutela que se instauró […]

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Después de todos los episodios que han rodeado al Alcalde Petro, frente a sus contradictores y seguidores, su permanencia en el Palacio del Liévano sigue atada a la suerte judicial y política.

En lo judicial, parece irse resolviendo el problema jurídico, después de haber decidido el Consejo de Estado sobre la tutela que se instauró para impedir la separación del cargo y sobre la cual se decidió que no es el mecanismo para atacar los actos administrativos de contenido sancionatorio, sin embargo aún no se sabe cuál será el sentido de la decisión del Consejo Superior de la Judicatura sobre un grupo de tutelas ( más de un centenar) que, por ahora, suspenden la destitución que le impuso la Procuraduría.

De igual manera, el Alcalde Mayor tiene depositada toda sus esperanzas en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, decida a su favor las medidas cautelares solicitadas, en el sentido de suspender el proceso de destitución hasta tanto el caso sea analizado de fondo, tanto por la Justicia Colombiana como por la CIDH y cuyo argumento es que la decisión del Procurador estaría contraviniendo el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos, ratificada por Colombia mediante la ley 16 de 1972, en el que se dispone que a todos los ciudadanos se les debe respetar y garantizar sus derechos políticos, entre ellos, el ejercicio de cargos públicos y de elección y a ser separados de los mismos por condena de un juez competente y en un proceso penal.

Mientras que en lo político, todo parece indicar, que el próximo (6) de abril habrá elecciones para la revocatoria de mandato del Alcalde Capitalino y ahora influenciadas por los resultados de los pasados comicios legislativos, donde todo parece indicar que los parlamentarios que representan el Distrito y que harán parte de la Unidad Nacional del Presidente Santos le apostaran al Sí, mientras que solo nueve congresistas de las toldas del Petrismo apoyaran el No.

De todas maneras, los intentos de revocatoria de mandato en el país han sido desafortunados; ahora para que el mandato del Alcalde sea revocado se requiere que se registre una participación equivalente al menos al 55% del total de votos válidos depositados en la elección del alcalde de 2011 y que la mitad más uno vote por el sí.

Aunque es el primer caso que llegará a las urnas para intentar la revocatoria de un Alcalde mayor, esta no es la primera ocasión que busca revocar a un alcalde en la Capital; en el 2005 se intentó con Lucho Garzón y antes había sucedido algo similar con Enrique Peñalosa; de igual manera, ocurrió con Samuel Moreno, pero ninguno superó la etapa de recolección de firmas.

Pese a que es un mecanismo democrático de participación ciudadana, se calcula que, desde su creación se han registrado más de 100 intentos de revocatoria y sólo un poco más de la cuarta parte ha llegado a las urnas, el resto se ha quedado en el camino. De ahí la confianza del movimiento progresista que respalda con fe ciega a su Alcalde.

Columnista
19 marzo, 2014

Alcalde Petro, entre lo judicial y lo político

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Guillermo Ramirez

Después de todos los episodios que han rodeado al Alcalde Petro, frente a sus contradictores y seguidores, su permanencia en el Palacio del Liévano sigue atada a la suerte judicial y política. En lo judicial, parece irse resolviendo el problema jurídico, después de haber decidido el Consejo de Estado sobre la tutela que se instauró […]


Después de todos los episodios que han rodeado al Alcalde Petro, frente a sus contradictores y seguidores, su permanencia en el Palacio del Liévano sigue atada a la suerte judicial y política.

En lo judicial, parece irse resolviendo el problema jurídico, después de haber decidido el Consejo de Estado sobre la tutela que se instauró para impedir la separación del cargo y sobre la cual se decidió que no es el mecanismo para atacar los actos administrativos de contenido sancionatorio, sin embargo aún no se sabe cuál será el sentido de la decisión del Consejo Superior de la Judicatura sobre un grupo de tutelas ( más de un centenar) que, por ahora, suspenden la destitución que le impuso la Procuraduría.

De igual manera, el Alcalde Mayor tiene depositada toda sus esperanzas en que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, decida a su favor las medidas cautelares solicitadas, en el sentido de suspender el proceso de destitución hasta tanto el caso sea analizado de fondo, tanto por la Justicia Colombiana como por la CIDH y cuyo argumento es que la decisión del Procurador estaría contraviniendo el artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos, ratificada por Colombia mediante la ley 16 de 1972, en el que se dispone que a todos los ciudadanos se les debe respetar y garantizar sus derechos políticos, entre ellos, el ejercicio de cargos públicos y de elección y a ser separados de los mismos por condena de un juez competente y en un proceso penal.

Mientras que en lo político, todo parece indicar, que el próximo (6) de abril habrá elecciones para la revocatoria de mandato del Alcalde Capitalino y ahora influenciadas por los resultados de los pasados comicios legislativos, donde todo parece indicar que los parlamentarios que representan el Distrito y que harán parte de la Unidad Nacional del Presidente Santos le apostaran al Sí, mientras que solo nueve congresistas de las toldas del Petrismo apoyaran el No.

De todas maneras, los intentos de revocatoria de mandato en el país han sido desafortunados; ahora para que el mandato del Alcalde sea revocado se requiere que se registre una participación equivalente al menos al 55% del total de votos válidos depositados en la elección del alcalde de 2011 y que la mitad más uno vote por el sí.

Aunque es el primer caso que llegará a las urnas para intentar la revocatoria de un Alcalde mayor, esta no es la primera ocasión que busca revocar a un alcalde en la Capital; en el 2005 se intentó con Lucho Garzón y antes había sucedido algo similar con Enrique Peñalosa; de igual manera, ocurrió con Samuel Moreno, pero ninguno superó la etapa de recolección de firmas.

Pese a que es un mecanismo democrático de participación ciudadana, se calcula que, desde su creación se han registrado más de 100 intentos de revocatoria y sólo un poco más de la cuarta parte ha llegado a las urnas, el resto se ha quedado en el camino. De ahí la confianza del movimiento progresista que respalda con fe ciega a su Alcalde.