Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta es un baúl lleno de historias costumbristas que relatan la vida de grandes juglares, es uno de los históricos del vallenato apareciendo siempre en la lista de los artistas más vendidos a nivel nacional, mereciendo innumerables reconocimientos entre las que se cuentan tres Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla, […]
Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta es un baúl lleno de historias costumbristas que relatan la vida de grandes juglares, es uno de los históricos del vallenato apareciendo siempre en la lista de los artistas más vendidos a nivel nacional, mereciendo innumerables reconocimientos entre las que se cuentan tres Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla, ocho discos Doble de Platino, 35 Discos de Oro y un Grammy Latino, premio a una vida consagrada a la difusión del auténtico vallenato, entre otros.
Es sin duda uno de los juglares vivos más importante del Vallenato. Su voz proviene de una de las dinastías más importantes del folclor y después de 46 años de vida artística, presenta su nueva producción “Para’o en la Raya”
En conversación con EL PILÓN nos contó detalles de su nueva producción discográfica, de su herencia musical, de su gran amigo Diomedes Díaz, de cómo ve el vallenato actual y qué futuro le espera sino se conservan las raíces.
EL PILÓN: ¿Llevaba cuatro años sin grabar, a qué se debió esa ausencia?
PONCHO ZULETA: Llevo muchos años grabando, 46 en total, entonces uno ya como que se va cansando. En la parte laboral nosotros tenemos el mismo catálogo de contrataciones que el primer día, parece mentira pero es así. La gente no se va a poner a decir que le muestre para ver como toca uno, sino que dicen, contrátenme a Poncho Zuleta, de la misma forma dicen, véndame el disco de Diomedes Díaz, o el de Poncho Zuleta. Es preocupante lo que se vive ahora pero yo entiendo los cambios generacionales, aunque soy celoso del folclor.
EP: ¿A qué se refiere?
PZ: La mujer hace 50 años se vestía de una manera y ahora se viste de otra forma. Estamos viviendo los mismos cambios generacionales que tuvo la ranchera que es el folclor más lindo del mundo, era el papá de los folclores, la potencia. Se fue José Alfredo, se fue Agustín Lara, Rafael Hernández. En el vallenato eso se viene encima, ya ahora componen por encargo. La mujer era la mayor fuente de inspiración, ahora resulta que se perdió el respeto por la mujer y se le ataca y eso es falta de higiene musical. Entonces uno que es ortodoxo, la generación actual no es que le cuadre mucho, por supuesto. Mi papá o Rafael Escalona escuchan un disco de esos de ahora, y se vuelven a morir.
EP: Cuéntenos de su nueva producción ‘Para’o en la raya’
P.Z: Es una producción que recopilamos durante bastante tiempo. Tuvimos dificultades con la escogencia de las obras pero por fortuna las cosas salieron bien. Hoy tuvimos un reporte de la casa disquera y están contentos porque me dijeron que se veía que me había entregado mucho al disco, a la escogencia de las canciones y la interpretación. ‘El Cocha’ tocó fantástico, él duró un mes metido ahí y yo le preguntaba cómo estaba la cosa. Reuní a los compositores y les decía que había cosas que no me gustaban, que si se las podía quitar y ellos me lo permitieron, siempre estaba cuadrando. Buscaba hacerle correctivos; a las que tenían buena letra, le ponía buena melodía. Uno debe estudiar el disco, estudiar los tonos, arreglar la voz, emparejarla, son secretos de uno en grabación.
EP: Este disco tiene una particularidad; encontramos una canción en ritmo de porro y otra es una ranchera. ¿A qué se debe esa innovación?
PZ: A mí me fascina mucho la ranchera. No es difícil, cuando una canción es de un género y meter en otro. Eso es factible, no tiene dificultad, y claro que uno tiene sus temores, pero yo soy el más atrevido en eso, yo me he metido con salsa, con boleros, con merengue dominicano. La ranchera la grabé con Julio Rojas y es la que a mí me gusta cuando estoy entusiasmado, entonces decidí incluirla al disco.
EP: ¿Tiene alguna canción favorita del Cd?
PZ: A mí me gustan todas como decía José Alfredo. Pero personalmente hay unas más que otras. La canción de Omar Geles “No me busques más” es hermosa, la de Fabián Corrales tiene una letra muy buena.
EP: ¿Cómo han recibido los medios y el público en general este nuevo trabajo?
PZ: El disco fue muy bien recibido por parte de los medios y del público. El aporte del pueblo ha sido fundamental. Cuando la gente recibe un álbum así, eso es fantástico. La gente de acá es exigente porque opinan con razón y autoridad. Valledupar es la tierra de la música vallenata y los vallenatos tienen todo el derecho de ser exigente con su folclor.
EP: Este trabajo guarda la esencia del vallenato tradicional….
PZ: Nosotros éramos conscientes y veíamos la necesidad apremiante de hacer un disco fuerte. Reconozco que a los discos anteriores no les puse mucho empeño, pero sobre todo por la falta de tiempo, no tiene uno la misma soltura, el mismo ánimo, sobre todo el tema de disponibilidad es difícil, pero en éste estuvimos muy motivados, aun cuando tuvimos muchos problemas con la escogencia de las canciones porque hay una escasez terrible de buena música vallenata. Ahora hay muchos compositores, pero de las canciones de los nuevos, hay unos estilos que no encajan en el estilo mío.
EP: Usted viene de una gran dinastía, el compromiso es más grande..
PZ: Yo que dependo de una dinastía gloriosa, soy nieto de Cristóbal Zuleta, el músico más grande que ha dado la historia de Valledupar, fue el mejor cantante hace 100 años y tuvo la mejor orquesta, la mejor banda de aquí. Mi papá es un peso pesado del folclor, además yo vengo de ser nieto de la vieja Sara que fue musicóloga, mejor dicho vengo cruzao. Yo abrí los ojos viendo lo que se llama un acordeón, no lo que se escucha ahora. Yo sí sé lo que es un canto vallenato, un paseo, una puya, una poesía vallenata, porque el vallenato es poesía, es una música decente, no vulgar. Ahora quieren vulgarizarlo con esas corroncheras. Yo realmente tengo una preocupación; se murió ahoritica Diomedes que era un peso pesado, ahoritica me muero yo y se muere Jorge Oñate ¿y esto para dónde va?, ¿dentro de 20 años o menos qué va a pasar? ahoritica nada más hay dos acordeoneros que sirven.
EP: ¿Qué pasa con los acordeoneros?
PZ: No hay creatividad en el acordeón. Ahora es algo mecánico. Yo nunca en la vida ensayé con Emiliano, ¡jamás! eso no se usa. Ahora todo es mecánico, la agrupación va a los conciertos y tiene que tocar lo que ensayaron y si se sale de ahí se les daña el sancocho.
EP: Hablemos de Diomedes..
PZ: El día que salió el CD se lo dediqué. Me arrodillé a las 6 de la mañana, lloré, hice una oración por él y le dije: compadre ahí le mando. Fue una pérdida grande. Lamentablemente mi compadre, no supo que era tan grande, no se auto valoró. Uno tiene que pesarse, que evaluarse, valorarse, uno tiene que saber lo que significa. Diomedes fue un hombre muy grande. El mejor amigo de él fui yo, el único confidente, lo regañaba. Él me dijo una vez que se quería ir conmigo para una finca a pasar tiempo conmigo, y a componer. Yo me lo iba a llevar, pero las ocupaciones no dejaron.
EP: ¿Que perdió usted con la muerte de él?
PZ: A parte de que perdí un hermano, y que es una merma grande, la muerte de Diomedes genera una baja grande para el folclor. Se perdió un gran artista, un gran baluarte, un ejemplo de música, ejemplo de las nuevas generaciones y que mi compadre fue un tipo irrepetible, un genio, que lamentablemente los excesos se lo llevaron
EP: ¿Qué aprendió de él?
PZ: Modestia aparte el aprendió de mí. Yo vivía en el hotel Sicarare hace muchos años, y una vez fue a conocerme una mañana y me saludó muy cariñoso y me entregó una canción. Era un pelaito y trabajaba de mensajero en La Voz del Cañahuate. ¿Qué iba a saber yo que tenía al lado a semejante tigre? Después el pelao se sacudió y salió al ruedo, y yo ya tenía 10 años de estar en la música y ya había pegado discos. Ese hombre escuchaba puro Zuleta, era el más zuletista del mundo. No oía música de nadie, amanecía y lloraba con mis canciones.
EP: Decía que los excesos se lo llevaron. ¿Cuál es el consejo para que nuevos artistas no caigan en esos excesos?
PZ: Los pelaos de ahora tienen que atezarse los pantalones, porque si no los absorbe totalmente. Yo siempre que veo a los jóvenes les digo que deben tener mucho cuidado.
EP: ¿Que hará para el Festival?
PZ: Este año lo de siempre, pero con la diferencia que me van a poner de jurado de mayores, y tengo presentaciones normales. Vuelvo al parque nuevamente.
Por: Antonio Peralta Nieto
Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta es un baúl lleno de historias costumbristas que relatan la vida de grandes juglares, es uno de los históricos del vallenato apareciendo siempre en la lista de los artistas más vendidos a nivel nacional, mereciendo innumerables reconocimientos entre las que se cuentan tres Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla, […]
Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta es un baúl lleno de historias costumbristas que relatan la vida de grandes juglares, es uno de los históricos del vallenato apareciendo siempre en la lista de los artistas más vendidos a nivel nacional, mereciendo innumerables reconocimientos entre las que se cuentan tres Congos de Oro en el Carnaval de Barranquilla, ocho discos Doble de Platino, 35 Discos de Oro y un Grammy Latino, premio a una vida consagrada a la difusión del auténtico vallenato, entre otros.
Es sin duda uno de los juglares vivos más importante del Vallenato. Su voz proviene de una de las dinastías más importantes del folclor y después de 46 años de vida artística, presenta su nueva producción “Para’o en la Raya”
En conversación con EL PILÓN nos contó detalles de su nueva producción discográfica, de su herencia musical, de su gran amigo Diomedes Díaz, de cómo ve el vallenato actual y qué futuro le espera sino se conservan las raíces.
EL PILÓN: ¿Llevaba cuatro años sin grabar, a qué se debió esa ausencia?
PONCHO ZULETA: Llevo muchos años grabando, 46 en total, entonces uno ya como que se va cansando. En la parte laboral nosotros tenemos el mismo catálogo de contrataciones que el primer día, parece mentira pero es así. La gente no se va a poner a decir que le muestre para ver como toca uno, sino que dicen, contrátenme a Poncho Zuleta, de la misma forma dicen, véndame el disco de Diomedes Díaz, o el de Poncho Zuleta. Es preocupante lo que se vive ahora pero yo entiendo los cambios generacionales, aunque soy celoso del folclor.
EP: ¿A qué se refiere?
PZ: La mujer hace 50 años se vestía de una manera y ahora se viste de otra forma. Estamos viviendo los mismos cambios generacionales que tuvo la ranchera que es el folclor más lindo del mundo, era el papá de los folclores, la potencia. Se fue José Alfredo, se fue Agustín Lara, Rafael Hernández. En el vallenato eso se viene encima, ya ahora componen por encargo. La mujer era la mayor fuente de inspiración, ahora resulta que se perdió el respeto por la mujer y se le ataca y eso es falta de higiene musical. Entonces uno que es ortodoxo, la generación actual no es que le cuadre mucho, por supuesto. Mi papá o Rafael Escalona escuchan un disco de esos de ahora, y se vuelven a morir.
EP: Cuéntenos de su nueva producción ‘Para’o en la raya’
P.Z: Es una producción que recopilamos durante bastante tiempo. Tuvimos dificultades con la escogencia de las obras pero por fortuna las cosas salieron bien. Hoy tuvimos un reporte de la casa disquera y están contentos porque me dijeron que se veía que me había entregado mucho al disco, a la escogencia de las canciones y la interpretación. ‘El Cocha’ tocó fantástico, él duró un mes metido ahí y yo le preguntaba cómo estaba la cosa. Reuní a los compositores y les decía que había cosas que no me gustaban, que si se las podía quitar y ellos me lo permitieron, siempre estaba cuadrando. Buscaba hacerle correctivos; a las que tenían buena letra, le ponía buena melodía. Uno debe estudiar el disco, estudiar los tonos, arreglar la voz, emparejarla, son secretos de uno en grabación.
EP: Este disco tiene una particularidad; encontramos una canción en ritmo de porro y otra es una ranchera. ¿A qué se debe esa innovación?
PZ: A mí me fascina mucho la ranchera. No es difícil, cuando una canción es de un género y meter en otro. Eso es factible, no tiene dificultad, y claro que uno tiene sus temores, pero yo soy el más atrevido en eso, yo me he metido con salsa, con boleros, con merengue dominicano. La ranchera la grabé con Julio Rojas y es la que a mí me gusta cuando estoy entusiasmado, entonces decidí incluirla al disco.
EP: ¿Tiene alguna canción favorita del Cd?
PZ: A mí me gustan todas como decía José Alfredo. Pero personalmente hay unas más que otras. La canción de Omar Geles “No me busques más” es hermosa, la de Fabián Corrales tiene una letra muy buena.
EP: ¿Cómo han recibido los medios y el público en general este nuevo trabajo?
PZ: El disco fue muy bien recibido por parte de los medios y del público. El aporte del pueblo ha sido fundamental. Cuando la gente recibe un álbum así, eso es fantástico. La gente de acá es exigente porque opinan con razón y autoridad. Valledupar es la tierra de la música vallenata y los vallenatos tienen todo el derecho de ser exigente con su folclor.
EP: Este trabajo guarda la esencia del vallenato tradicional….
PZ: Nosotros éramos conscientes y veíamos la necesidad apremiante de hacer un disco fuerte. Reconozco que a los discos anteriores no les puse mucho empeño, pero sobre todo por la falta de tiempo, no tiene uno la misma soltura, el mismo ánimo, sobre todo el tema de disponibilidad es difícil, pero en éste estuvimos muy motivados, aun cuando tuvimos muchos problemas con la escogencia de las canciones porque hay una escasez terrible de buena música vallenata. Ahora hay muchos compositores, pero de las canciones de los nuevos, hay unos estilos que no encajan en el estilo mío.
EP: Usted viene de una gran dinastía, el compromiso es más grande..
PZ: Yo que dependo de una dinastía gloriosa, soy nieto de Cristóbal Zuleta, el músico más grande que ha dado la historia de Valledupar, fue el mejor cantante hace 100 años y tuvo la mejor orquesta, la mejor banda de aquí. Mi papá es un peso pesado del folclor, además yo vengo de ser nieto de la vieja Sara que fue musicóloga, mejor dicho vengo cruzao. Yo abrí los ojos viendo lo que se llama un acordeón, no lo que se escucha ahora. Yo sí sé lo que es un canto vallenato, un paseo, una puya, una poesía vallenata, porque el vallenato es poesía, es una música decente, no vulgar. Ahora quieren vulgarizarlo con esas corroncheras. Yo realmente tengo una preocupación; se murió ahoritica Diomedes que era un peso pesado, ahoritica me muero yo y se muere Jorge Oñate ¿y esto para dónde va?, ¿dentro de 20 años o menos qué va a pasar? ahoritica nada más hay dos acordeoneros que sirven.
EP: ¿Qué pasa con los acordeoneros?
PZ: No hay creatividad en el acordeón. Ahora es algo mecánico. Yo nunca en la vida ensayé con Emiliano, ¡jamás! eso no se usa. Ahora todo es mecánico, la agrupación va a los conciertos y tiene que tocar lo que ensayaron y si se sale de ahí se les daña el sancocho.
EP: Hablemos de Diomedes..
PZ: El día que salió el CD se lo dediqué. Me arrodillé a las 6 de la mañana, lloré, hice una oración por él y le dije: compadre ahí le mando. Fue una pérdida grande. Lamentablemente mi compadre, no supo que era tan grande, no se auto valoró. Uno tiene que pesarse, que evaluarse, valorarse, uno tiene que saber lo que significa. Diomedes fue un hombre muy grande. El mejor amigo de él fui yo, el único confidente, lo regañaba. Él me dijo una vez que se quería ir conmigo para una finca a pasar tiempo conmigo, y a componer. Yo me lo iba a llevar, pero las ocupaciones no dejaron.
EP: ¿Que perdió usted con la muerte de él?
PZ: A parte de que perdí un hermano, y que es una merma grande, la muerte de Diomedes genera una baja grande para el folclor. Se perdió un gran artista, un gran baluarte, un ejemplo de música, ejemplo de las nuevas generaciones y que mi compadre fue un tipo irrepetible, un genio, que lamentablemente los excesos se lo llevaron
EP: ¿Qué aprendió de él?
PZ: Modestia aparte el aprendió de mí. Yo vivía en el hotel Sicarare hace muchos años, y una vez fue a conocerme una mañana y me saludó muy cariñoso y me entregó una canción. Era un pelaito y trabajaba de mensajero en La Voz del Cañahuate. ¿Qué iba a saber yo que tenía al lado a semejante tigre? Después el pelao se sacudió y salió al ruedo, y yo ya tenía 10 años de estar en la música y ya había pegado discos. Ese hombre escuchaba puro Zuleta, era el más zuletista del mundo. No oía música de nadie, amanecía y lloraba con mis canciones.
EP: Decía que los excesos se lo llevaron. ¿Cuál es el consejo para que nuevos artistas no caigan en esos excesos?
PZ: Los pelaos de ahora tienen que atezarse los pantalones, porque si no los absorbe totalmente. Yo siempre que veo a los jóvenes les digo que deben tener mucho cuidado.
EP: ¿Que hará para el Festival?
PZ: Este año lo de siempre, pero con la diferencia que me van a poner de jurado de mayores, y tengo presentaciones normales. Vuelvo al parque nuevamente.
Por: Antonio Peralta Nieto