Aunque la Fiscalía argumentaba que le daban permiso para trabajar en un lugar diferente al Hospital, el Juez determinó que tenía que hacerlo en el cargo que ostenta.
El gerente del hospital ‘Rosario Pumarejo de López’, médico, Rubén Darío Sierra Rodríguez recientemente suspendido del cargo por supuestas irregularidades en el ejercicio de sus funciones y con detención preventiva en su domicilio, volverá a reasumir ese cargo a partir de hoy viernes, luego que el Juez Tercero Penal del Circuito con funciones de Garantías, atendiera una solicitud del abogado de la defensa en que le permitiera un permiso para trabajar argumentando el derecho al trabajo.
La decisión judicial fue proferida en audiencia pública en el cuarto piso del Palacio de Justicia Valledupar que inició a las 5:14 minutos de la tarde y terminó a las 7:15 minutos de la noche, tiempo mediante el cual tanto la defensa, José David Albarracín, el Juez y el Fiscal 14 expusieron sus argumentos sobre la situación jurídica de Sierra Rodríguez.
El funcionario es acusado por presuntos delitos de peculado por apropiación en favor de terceros en concurso por celebración de contratos sin el lleno de los requisitos legales, hecho que la Fiscalía lo acusó y un Juez ordenó una orden de captura para que respondiera por los delitos formulados en su contra.
Sierra Rodríguez, fue separado del cargo en atención a la orden judicial proferida en su contra mientras continuaba la investigación. Ante tal decisión y teniendo en cuenta los estatutos del centro asistencial en el que tiene ‘asiento’ el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, el endilgado en su momento procedió a encargar en la gerencia a la subgerente, Margarita Ospino Rodríguez mediante resolución, tal como lo contemplan los estatutos.
Sin embargo, ese nombramiento fue revocado por el gobernador Monsalvo Gnecco y en su defecto encargó a José Eduardo Fernández Celedón, funcionario de la Secretaría de Salud departamental en el cargo de líder del programa en asuntos de salud, cuyo nombramiento temporal fue rechazado categóricamente por los empleados administrativos hasta el punto de cerrar la puerta principal del Hospital para no dejarlo ingresar. Por este hecho, algunos servicios que prestaba el centro asistencial como entrega de citas, quedaron suspendidos y solo se atendía casos de urgencias y de cirugías programas.
Argumentos del abogado defensor
La defensa técnica de Sierra Rodríguez en una amplia exposición con 15 elementos probatorios solicitó muy comedidamente al Juez un permiso para que su cliente trabajara, por cuanto tiene a cargo un menor de edad con dificultades auditivas que requiere de educación y tratamiento especial en Bogotá, donde permanece desde hace varios meses junto a otra hermana y los recursos de su esposa no alcanzaban para sufragar los gastos que demanda el hogar.
En sus argumentos, él le hizo reparos a los decretos de nombramiento del Gerente Encargado y del que revocaba el nombramiento de la subgerente financiera, Inés Margarita Ospino, por parte del gobernador Monsalvo considerando que rayaba con los principios fundamentales de los estatutos y exhortó a la misma Fiscalía en estrado para que procediera a investigar al mandatario seccional por prevaricato, por ir en contra de sus mismas decisiones.
¿Qué dijo la Fiscalía?
Sin embargo, el Fiscal estuvo de acuerdo en que a Sierra Rodríguez le concedieran el permiso para trabajar, pero en un lugar distinto al Hospital, argumentado en que era ahí precisamente donde estaba siendo investigado y podría llegar al centro asistencial a continuar laborando. Hasta el último momento, el Fiscal se opuso y no compartía a que el sitio de trabajo de Rubén Sierra Rodríguez fuera la gerencia del Hospital e inclusive le decía al Juez que mantuviera la decisión de que sí se le concedía el permiso para trabajar, pero en otro lugar.
Sin embargo, el Juez decidió que tenía que ser en el cargo en el cual él venía desempeñándose.
La vista pública estuvo muy concurrida y al final de la decisión hubo celebraciones con abrazos entre las barras que estaban apoyándolo.
Por Abdel Martínez Pérez
Aunque la Fiscalía argumentaba que le daban permiso para trabajar en un lugar diferente al Hospital, el Juez determinó que tenía que hacerlo en el cargo que ostenta.
El gerente del hospital ‘Rosario Pumarejo de López’, médico, Rubén Darío Sierra Rodríguez recientemente suspendido del cargo por supuestas irregularidades en el ejercicio de sus funciones y con detención preventiva en su domicilio, volverá a reasumir ese cargo a partir de hoy viernes, luego que el Juez Tercero Penal del Circuito con funciones de Garantías, atendiera una solicitud del abogado de la defensa en que le permitiera un permiso para trabajar argumentando el derecho al trabajo.
La decisión judicial fue proferida en audiencia pública en el cuarto piso del Palacio de Justicia Valledupar que inició a las 5:14 minutos de la tarde y terminó a las 7:15 minutos de la noche, tiempo mediante el cual tanto la defensa, José David Albarracín, el Juez y el Fiscal 14 expusieron sus argumentos sobre la situación jurídica de Sierra Rodríguez.
El funcionario es acusado por presuntos delitos de peculado por apropiación en favor de terceros en concurso por celebración de contratos sin el lleno de los requisitos legales, hecho que la Fiscalía lo acusó y un Juez ordenó una orden de captura para que respondiera por los delitos formulados en su contra.
Sierra Rodríguez, fue separado del cargo en atención a la orden judicial proferida en su contra mientras continuaba la investigación. Ante tal decisión y teniendo en cuenta los estatutos del centro asistencial en el que tiene ‘asiento’ el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, el endilgado en su momento procedió a encargar en la gerencia a la subgerente, Margarita Ospino Rodríguez mediante resolución, tal como lo contemplan los estatutos.
Sin embargo, ese nombramiento fue revocado por el gobernador Monsalvo Gnecco y en su defecto encargó a José Eduardo Fernández Celedón, funcionario de la Secretaría de Salud departamental en el cargo de líder del programa en asuntos de salud, cuyo nombramiento temporal fue rechazado categóricamente por los empleados administrativos hasta el punto de cerrar la puerta principal del Hospital para no dejarlo ingresar. Por este hecho, algunos servicios que prestaba el centro asistencial como entrega de citas, quedaron suspendidos y solo se atendía casos de urgencias y de cirugías programas.
Argumentos del abogado defensor
La defensa técnica de Sierra Rodríguez en una amplia exposición con 15 elementos probatorios solicitó muy comedidamente al Juez un permiso para que su cliente trabajara, por cuanto tiene a cargo un menor de edad con dificultades auditivas que requiere de educación y tratamiento especial en Bogotá, donde permanece desde hace varios meses junto a otra hermana y los recursos de su esposa no alcanzaban para sufragar los gastos que demanda el hogar.
En sus argumentos, él le hizo reparos a los decretos de nombramiento del Gerente Encargado y del que revocaba el nombramiento de la subgerente financiera, Inés Margarita Ospino, por parte del gobernador Monsalvo considerando que rayaba con los principios fundamentales de los estatutos y exhortó a la misma Fiscalía en estrado para que procediera a investigar al mandatario seccional por prevaricato, por ir en contra de sus mismas decisiones.
¿Qué dijo la Fiscalía?
Sin embargo, el Fiscal estuvo de acuerdo en que a Sierra Rodríguez le concedieran el permiso para trabajar, pero en un lugar distinto al Hospital, argumentado en que era ahí precisamente donde estaba siendo investigado y podría llegar al centro asistencial a continuar laborando. Hasta el último momento, el Fiscal se opuso y no compartía a que el sitio de trabajo de Rubén Sierra Rodríguez fuera la gerencia del Hospital e inclusive le decía al Juez que mantuviera la decisión de que sí se le concedía el permiso para trabajar, pero en otro lugar.
Sin embargo, el Juez decidió que tenía que ser en el cargo en el cual él venía desempeñándose.
La vista pública estuvo muy concurrida y al final de la decisión hubo celebraciones con abrazos entre las barras que estaban apoyándolo.
Por Abdel Martínez Pérez