Medellín, entre más de 200 ciudades, luego 25 y al final 3, ha sido escogida la ciudad más innovadora del mundo. Al final derrotó a Nueva York, llamada capital mundial, y a Tel Aviv, creativa capital de Israel.

Felicitamos a su gente, a sus autoridades, a esos paisas que también han contribuido, con el emprendimiento que los caracteriza, a nuestros municipios. No pocos viven acá, pero guardan en el corazón ese afecto por la “bella villa” y el deseo, sino de volver a residenciarse en ella, de volver a vivirla. Es lo que sueña media humanidad con caminar por las calles de Nueva York, o de esa comunidad universal de judíos de hacerlo por Tel Aviv.

Es el afecto al terruño, el amor por los antepasados, la fuerza de la raza o la admiración por el progreso. Es también la voluntad que, en medio de lúgubres estigmatizaciones, resucita la templanza para el bien y para lavarse la cara y de qué manera. Es lo que ha hecho Medellín que, aún con violencia en barrios marginales, se erige como una ciudad de clase mundial.

Resaltamos:

– La alianza gobiernos locales- empresarios- universidades – prensa. Durante más de una década el binomio alcalde-gobernador ha trabajado en una misma dirección. Estos, con los mencionados aliados, han usado inteligentemente su relación con los gobiernos nacionales y han ido juntos a ver experiencias internacionales de ciudades, con método sistemático aprendizaje y no de paseo.

– Buenos empresarios, saben que grandes desafíos se enfrentan más allá de la voluntad, que en su caso se puede afirmar que mueve montañas, con el dinero suficiente, y que este se logra con el ahorro sistemático y el buen orden.

Han hecho de su empresa pública, EPM, un punto de servicio al ciudadano pero también al que este contribuye con lealtad, como patrimonio común. Hoy, dentro de las principales cinco empresas del país, retribuye al municipio $800 mil millones anuales que, más los impuestos que se pagan con gusto, hacen voluminosa la inversión.

– Si por el lado de los ingresos no falta, falta menos por el cuidado, la rendición de cuentas, y el concepto de que los dineros públicos son sagrados. Hay excepciones en Antioquia, pero qué contraste con nuestra comarca en que se exalta en algunos círculos a funcionarios públicos porque se enriquecen a costa de la comunidad y ha habido el más feroz robo y dilapidación, por dolo e impericia, de los recursos de las sagradas regalías.

– Promueven iniciativas de todo tipo y entre las últimas la Asamblea Mundial del BID, los juegos suramericanos, las ferias de la moda, sus fantásticos alumbrados, la feria minera, de las flores, los conciertos de Madonna y ahora van por los mundiales juegos olímpicos de la juventud. Atrajo la alianza a la Hewlett Packard, que decidió montar allí su sede latinoamericana generando miles de empleos de jóvenes ingenieros y técnicos de sistemas.

Obras de infraestructura urbana como parques, espacios públicos, jardines, bibliotecas, vías, puentes, metro, tranvía, metrocable; grupos empresariales convertidos en multinacionales y universidades líderes en investigación como la de Antioquia. Por supuesto el turismo de recreación, salud, educación, negocios y eventos se ha multiplicado. El propósito actual es hacer de la ciudad y el departamento, la región más educada.

En fin, no tenemos cesarenses y guajiros, que mirar tan lejos. Si, entre todos juntos, hay claridad de propósitos, voluntad de lograrlos, comprensión de que se requieren los mejores y más honestos recursos humanos y los dineros necesarios, la técnica de saber hacer las cosas, se actúa con amor por el terruño y pulcritud grandes cosas podremos hacer. Medellín nos está demostrando con sus experiencias y resultados que sí se puede.