Por: Luis Napoleón de Armas P. Son tantos los aspirantes a entrar al congreso que la gente se confunde, los árboles no dejan ver el bosque. Cada candidato ofrece sus encantos, sus sonrisas y su producto cual yerbatero y muchos dejan ver su chequera. Para el ciudadano común y desprevenido, esta variedad de ofertas y […]
Por: Luis Napoleón de Armas P.
Son tantos los aspirantes a entrar al congreso que la gente se confunde, los árboles no dejan ver el bosque. Cada candidato ofrece sus encantos, sus sonrisas y su producto cual yerbatero y muchos dejan ver su chequera. Para el ciudadano común y desprevenido, esta variedad de ofertas y baratijas lo hacen sentir en un mercado persa, lo más seguro es que no compre lo que necesite, estamos en la sociedad de consumo.
Es necesario hacerle una pedagogía a quienes no saben por quién votar, dándoles un sencillo perfil de algunos candidatos. En primer lugar, quiero referirme a las listas de senado, que son nacionales, y en algunas de ellas hay personas rescatables por las posiciones que han tenido frente a las cuestiones de Estado. En el Polo, el único partido que hace control político, no es posible pasar por alto los nombres de Jorge E Robledo, Iván Cepeda y Avellaneda; estos hombres no están untados de mermelada y por eso mantienen su independencia a la hora de decidir.
Por los pueblos indígenas Ati Quigua, de la etnia arahuaca, ex concejala de Bogotá. No deben faltar en el senado. Para quienes asuman posiciones más blandas y románticas, en el liberalismo encontramos aJuan Fernando Velasco, coherente frente al costo de los hidrocarburos, en defensa del consumidor; igual Guillermo Rivera. Pero los nuestros son el médico José L. Mayorca, un manaurero diamantino y Stv. Marulanda B., galeno con recorrido en las reivindicaciones sanitarias; Sonia Moscote, luchadora por la democracia, es una buena opción.
En la U son rescatables Juan Lozano y Armando Benedetti, quien ha asumido una valiente posición en cuestiones de derechos sexuales. En CR “Chichí” Quintero podría ser una opción para la cámara, su tradición familiar lo avala. Pero, ¿qué hace Basilio Padilla ayudando a conseguir el umbral impúdico de la cámara liberal? ¿Incoherencia ética? En las filas godas hice un recorrido con lupa pero me falló la linterna. Y, ¿en el Uribe centro? “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”, JC.
Entre los verdes, Navarro que debería estar buscando la presidencia, la praxis política lo tiene para senado; buena carta. Claudia López, más investigadora que política, debe entrar al congreso. Pero aquí, en este partido nuestra preocupación debe centrarse en el hijo de Patillal, Evelio Daza, tan nuestro como el Guatapurí; en lo regional no tiene pares y solo un voto podemos dar. Y, si no estás seguro de tu decisión, vota en blanco. Para el Parlamento Andino, Leonor Zalabata, arahuaca como Ati, es la carta. Por favor, construyamos paz y democracia.
Por: Luis Napoleón de Armas P. Son tantos los aspirantes a entrar al congreso que la gente se confunde, los árboles no dejan ver el bosque. Cada candidato ofrece sus encantos, sus sonrisas y su producto cual yerbatero y muchos dejan ver su chequera. Para el ciudadano común y desprevenido, esta variedad de ofertas y […]
Por: Luis Napoleón de Armas P.
Son tantos los aspirantes a entrar al congreso que la gente se confunde, los árboles no dejan ver el bosque. Cada candidato ofrece sus encantos, sus sonrisas y su producto cual yerbatero y muchos dejan ver su chequera. Para el ciudadano común y desprevenido, esta variedad de ofertas y baratijas lo hacen sentir en un mercado persa, lo más seguro es que no compre lo que necesite, estamos en la sociedad de consumo.
Es necesario hacerle una pedagogía a quienes no saben por quién votar, dándoles un sencillo perfil de algunos candidatos. En primer lugar, quiero referirme a las listas de senado, que son nacionales, y en algunas de ellas hay personas rescatables por las posiciones que han tenido frente a las cuestiones de Estado. En el Polo, el único partido que hace control político, no es posible pasar por alto los nombres de Jorge E Robledo, Iván Cepeda y Avellaneda; estos hombres no están untados de mermelada y por eso mantienen su independencia a la hora de decidir.
Por los pueblos indígenas Ati Quigua, de la etnia arahuaca, ex concejala de Bogotá. No deben faltar en el senado. Para quienes asuman posiciones más blandas y románticas, en el liberalismo encontramos aJuan Fernando Velasco, coherente frente al costo de los hidrocarburos, en defensa del consumidor; igual Guillermo Rivera. Pero los nuestros son el médico José L. Mayorca, un manaurero diamantino y Stv. Marulanda B., galeno con recorrido en las reivindicaciones sanitarias; Sonia Moscote, luchadora por la democracia, es una buena opción.
En la U son rescatables Juan Lozano y Armando Benedetti, quien ha asumido una valiente posición en cuestiones de derechos sexuales. En CR “Chichí” Quintero podría ser una opción para la cámara, su tradición familiar lo avala. Pero, ¿qué hace Basilio Padilla ayudando a conseguir el umbral impúdico de la cámara liberal? ¿Incoherencia ética? En las filas godas hice un recorrido con lupa pero me falló la linterna. Y, ¿en el Uribe centro? “Dejad que los muertos entierren a sus muertos”, JC.
Entre los verdes, Navarro que debería estar buscando la presidencia, la praxis política lo tiene para senado; buena carta. Claudia López, más investigadora que política, debe entrar al congreso. Pero aquí, en este partido nuestra preocupación debe centrarse en el hijo de Patillal, Evelio Daza, tan nuestro como el Guatapurí; en lo regional no tiene pares y solo un voto podemos dar. Y, si no estás seguro de tu decisión, vota en blanco. Para el Parlamento Andino, Leonor Zalabata, arahuaca como Ati, es la carta. Por favor, construyamos paz y democracia.