Una adecuada alimentación y evitar el consumo del cigarrillo puede evitar más de un 60 a 70 % enfermedades crónicas no transmisibles. Para prevenir las enefermedades cardiovasculares la Organización Mundial de la Salud, OMS, resalta tres pilares fundamentales a tener en cuenta; actividad física, adecuada alimentación y evitar consumó cigarrillo. Según el deportólogo Javier Gutierrez […]
Una adecuada alimentación y evitar el consumo del cigarrillo puede evitar más de un 60 a 70 % enfermedades crónicas no transmisibles.
Para prevenir las enefermedades cardiovasculares la Organización Mundial de la Salud, OMS, resalta tres pilares fundamentales a tener en cuenta; actividad física, adecuada alimentación y evitar consumó cigarrillo.
Según el deportólogo Javier Gutierrez “Si a estos tres factores les sumamos tener un peso adecuado y un bajo consumo de alcohol, se puede evitar más de un 60 a 70 % de las enfermedades crónicas no transmisible (no infecciosas). Nueve de cada diez personas con riesgo de sufrir diabetes, lograrían evitarla. Es por tanto importante, ser conscientes que estas enfermedades dependen principalmente de nuestro comportamiento y no del azar o la genética como anteriormente creíamos”.
La actividad física es capaz de modificar todos los factores de riesgo para una enfermedad cardiovascular. La actividad física reduce la tensión arterial, mejora el azúcar y el colesterol, al mismo tiempo. La actividad física reduce los trigliceridos, aumenta el HDL (colesterol bueno), reduce en menor cuantía el LDL (coñesterol malo), según asociación con pérdida de grasa corporal y mejora la resistencia a la oxidación de dichas partículas.
No hay excusas
Para personas que ya sufren enfermedades cardiovasculares, la actividad física debe ser recreacional o terapéutica, eso significa que la intensidad del ejercicio debe ser suave a moderada y no intensa.
A la actividad cardiovascular se debe adicionar ejercicios que permitan el entrenamiento muscular para desarrollar fuerza que permita la realización de las actividades de la vida diaria así como adaptaciones para reducir los factores de riesgo asociados. La recomendación es no exceder el 40-50% de la contracción voluntaria máxima (CVM), traducido ello, que pueda realizar el ejercicio mínimo 15 a 20 veces sin parar, y si puede realizar más de una serie la pausa entre ellas debe ser prolongada entre dos a tres minutos.
El estilo de vida define el riesgo de infarto
Según la OMS, existe una variedad de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, entre ellos los biológicos, como la edad y genética, y aquellos que están relacionados con hábitos de vida que sí se pueden modificar: un plan alimentario desbalanceado, el sedentarismo y el consumo de tabaco.
* Si fuma, o consume tabaco de alguna u otra forma, abandone el hábito. Evite inhalar el humo del tabaco de otras personas.
* Dedique unos 30 minutos diarios a realizar alguna actividad física. Por ejemplo, camine.
* Aliméntese balanceadamente. Se debe procurar tomar 3 comidas principales y 3 meriendas livianas durante el día
* Una vez al año acuda al médico para controlar su peso, tensión arterial, lipidemia y glucemia.
* Anime a los miembros de su familia y a otras personas a adoptar estilos de vida saludables.
Una adecuada alimentación y evitar el consumo del cigarrillo puede evitar más de un 60 a 70 % enfermedades crónicas no transmisibles. Para prevenir las enefermedades cardiovasculares la Organización Mundial de la Salud, OMS, resalta tres pilares fundamentales a tener en cuenta; actividad física, adecuada alimentación y evitar consumó cigarrillo. Según el deportólogo Javier Gutierrez […]
Una adecuada alimentación y evitar el consumo del cigarrillo puede evitar más de un 60 a 70 % enfermedades crónicas no transmisibles.
Para prevenir las enefermedades cardiovasculares la Organización Mundial de la Salud, OMS, resalta tres pilares fundamentales a tener en cuenta; actividad física, adecuada alimentación y evitar consumó cigarrillo.
Según el deportólogo Javier Gutierrez “Si a estos tres factores les sumamos tener un peso adecuado y un bajo consumo de alcohol, se puede evitar más de un 60 a 70 % de las enfermedades crónicas no transmisible (no infecciosas). Nueve de cada diez personas con riesgo de sufrir diabetes, lograrían evitarla. Es por tanto importante, ser conscientes que estas enfermedades dependen principalmente de nuestro comportamiento y no del azar o la genética como anteriormente creíamos”.
La actividad física es capaz de modificar todos los factores de riesgo para una enfermedad cardiovascular. La actividad física reduce la tensión arterial, mejora el azúcar y el colesterol, al mismo tiempo. La actividad física reduce los trigliceridos, aumenta el HDL (colesterol bueno), reduce en menor cuantía el LDL (coñesterol malo), según asociación con pérdida de grasa corporal y mejora la resistencia a la oxidación de dichas partículas.
No hay excusas
Para personas que ya sufren enfermedades cardiovasculares, la actividad física debe ser recreacional o terapéutica, eso significa que la intensidad del ejercicio debe ser suave a moderada y no intensa.
A la actividad cardiovascular se debe adicionar ejercicios que permitan el entrenamiento muscular para desarrollar fuerza que permita la realización de las actividades de la vida diaria así como adaptaciones para reducir los factores de riesgo asociados. La recomendación es no exceder el 40-50% de la contracción voluntaria máxima (CVM), traducido ello, que pueda realizar el ejercicio mínimo 15 a 20 veces sin parar, y si puede realizar más de una serie la pausa entre ellas debe ser prolongada entre dos a tres minutos.
El estilo de vida define el riesgo de infarto
Según la OMS, existe una variedad de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, entre ellos los biológicos, como la edad y genética, y aquellos que están relacionados con hábitos de vida que sí se pueden modificar: un plan alimentario desbalanceado, el sedentarismo y el consumo de tabaco.
* Si fuma, o consume tabaco de alguna u otra forma, abandone el hábito. Evite inhalar el humo del tabaco de otras personas.
* Dedique unos 30 minutos diarios a realizar alguna actividad física. Por ejemplo, camine.
* Aliméntese balanceadamente. Se debe procurar tomar 3 comidas principales y 3 meriendas livianas durante el día
* Una vez al año acuda al médico para controlar su peso, tensión arterial, lipidemia y glucemia.
* Anime a los miembros de su familia y a otras personas a adoptar estilos de vida saludables.