Son lamentables los sucesos ocurridos en el barrio La Nevada, que hace parte de un importante sector de la ciudad donde habitan más de 50 mil personas y aunque los hechos vandálicos que con frecuencia protagonizan motociclistas apoyados por otros miembros de la comunidad, no representan a la mayoría, sí inciden en la mala imagen que se ha ganado esta zona de Valledupar.
Son lamentables los sucesos ocurridos en el barrio La Nevada, que hace parte de un importante sector de la ciudad donde habitan más de 50 mil personas y aunque los hechos vandálicos que con frecuencia protagonizan motociclistas apoyados por otros miembros de la comunidad, no representan a la mayoría, sí inciden en la mala imagen que se ha ganado esta zona de Valledupar.
Los últimos acontecimientos ocurridos el miércoles anterior, donde un grupo de motociclistas reaccionaron violentamente contra agentes de la Policía y de paso agredieron a periodistas de RCN Radio y Valledupar Noticias, preocupan especialmente porque estos barrios –incluida La Nevada- se convertiría en tierra de nadie, donde ni siquiera la Policía Nacional ni el Ejército podrán controlar la seguridad y por ende el orden público.
La razón por la que se presentan los enfrentamientos apunta a dos hipótesis. Una se refiere a que los motociclistas no tienen los documentos en regla, y otra que los agentes de la policía les exigen dinero a cambio de no hacerles comparendos. Si existen actos de corrupción de parte de los agentes de la Policía Nacional, tal como han sido publicados en los medios radiales de la ciudad, estos deben ser denunciados ante la Casa de Justicia del sector, la URI de la Fiscalía, la Inspección de Policía o cualquiera de las fiscalías locales.
Lo mismo ocurre con los motociclistas, en su mayoría mototaxistas, que para evitar conflictos o enfrentamientos con la autoridad, deben portar todos los documentos que exige la ley para conducir este tipo de vehículos. Si esto es así, no deben presentarse controversias ni malos entendidos con las autoridades.
Es oportuno reiterar que el transporte en moto no ha sido legalizado en Colombia y aunque existe permisividad de parte de las autoridades, no quiere decir que quienes están en su ejercicio deban hacer resistencia u oposición a que se les exija el cumplimiento de los requisitos requeridos por las reglamentaciones del tránsito y trasporte.
Los mototaxistas, que en Valledupar superan los 80 mil, no deben olvidar que como ciudadano tienen la obligación de denunciar las irregularidades y demás conductas que conlleven la violación de la ley, especialmente en lo que tiene que ver con la vida, la honra, los bienes y la moralidad pública, a ellos les está prohibido según las normas nacionales, como a todos los demás ciudadanos, cohonestar el delito y las contravenciones, por lo que este medio de comunicación exhorta a que la calidad ciudadana que tanto se pregona sea ejercida con el debido espíritu cívico que conlleva a acatar la ley y las buenas costumbres. De lo contrario crecerá el caos y la anarquía que se ha generado por este tipo de actividad y de contera se presenta un alto índice de la población que infortunadamente los rechace.
Por su parte, el Estado colombiano le ha fijado como misión moral a los miembros de la Policía Nacional que su trabajo debe ser enmarcado en la imagen de Dios y la Patria, como dice su lema, lo cual en la conciencia de cada uno de sus miembros exige una actitud legal y ética en el cumplimiento de sus labores, las cuales le son reconocidas y pagadas oportunamente con los demás beneficios y logros laborales que ha determinado la ley en sus más de cien años de existencia. Hacer lo contrario a lo anterior, por parte de algunos miembros de la institución, genera desconfianza, mala imagen y rechazo a tan noble entidad, tan cara a nuestra tradición civilista colombiana.
¿Se justifica que algún miembro de la Policía a quienes el Estado les otorga beneficios y paga oportunamente su labor, tenga que generar corrupción, pidiendo dinero a cambio de no aplicar los procedimientos de ley cuando se presentan infracciones en este tipo de circunstancias? ¿Qué esconden los motociclistas involucrados con su conducta de alta peligrosidad e intolerancia? ¿Cuál es la procedencia legal de las motos y los antecedentes de dichos conductores? ¿Por qué la Policía y las autoridades no allanan los deshuesaderos de motos que diariamente aumentan por los continuos robos que se presentan en la ciudad? El Alcalde de Valledupar y el Gobernador del Cesar son los jefes de la Policía en la jurisdicción. ¿Qué han hecho al respecto?
Son lamentables los sucesos ocurridos en el barrio La Nevada, que hace parte de un importante sector de la ciudad donde habitan más de 50 mil personas y aunque los hechos vandálicos que con frecuencia protagonizan motociclistas apoyados por otros miembros de la comunidad, no representan a la mayoría, sí inciden en la mala imagen que se ha ganado esta zona de Valledupar.
Son lamentables los sucesos ocurridos en el barrio La Nevada, que hace parte de un importante sector de la ciudad donde habitan más de 50 mil personas y aunque los hechos vandálicos que con frecuencia protagonizan motociclistas apoyados por otros miembros de la comunidad, no representan a la mayoría, sí inciden en la mala imagen que se ha ganado esta zona de Valledupar.
Los últimos acontecimientos ocurridos el miércoles anterior, donde un grupo de motociclistas reaccionaron violentamente contra agentes de la Policía y de paso agredieron a periodistas de RCN Radio y Valledupar Noticias, preocupan especialmente porque estos barrios –incluida La Nevada- se convertiría en tierra de nadie, donde ni siquiera la Policía Nacional ni el Ejército podrán controlar la seguridad y por ende el orden público.
La razón por la que se presentan los enfrentamientos apunta a dos hipótesis. Una se refiere a que los motociclistas no tienen los documentos en regla, y otra que los agentes de la policía les exigen dinero a cambio de no hacerles comparendos. Si existen actos de corrupción de parte de los agentes de la Policía Nacional, tal como han sido publicados en los medios radiales de la ciudad, estos deben ser denunciados ante la Casa de Justicia del sector, la URI de la Fiscalía, la Inspección de Policía o cualquiera de las fiscalías locales.
Lo mismo ocurre con los motociclistas, en su mayoría mototaxistas, que para evitar conflictos o enfrentamientos con la autoridad, deben portar todos los documentos que exige la ley para conducir este tipo de vehículos. Si esto es así, no deben presentarse controversias ni malos entendidos con las autoridades.
Es oportuno reiterar que el transporte en moto no ha sido legalizado en Colombia y aunque existe permisividad de parte de las autoridades, no quiere decir que quienes están en su ejercicio deban hacer resistencia u oposición a que se les exija el cumplimiento de los requisitos requeridos por las reglamentaciones del tránsito y trasporte.
Los mototaxistas, que en Valledupar superan los 80 mil, no deben olvidar que como ciudadano tienen la obligación de denunciar las irregularidades y demás conductas que conlleven la violación de la ley, especialmente en lo que tiene que ver con la vida, la honra, los bienes y la moralidad pública, a ellos les está prohibido según las normas nacionales, como a todos los demás ciudadanos, cohonestar el delito y las contravenciones, por lo que este medio de comunicación exhorta a que la calidad ciudadana que tanto se pregona sea ejercida con el debido espíritu cívico que conlleva a acatar la ley y las buenas costumbres. De lo contrario crecerá el caos y la anarquía que se ha generado por este tipo de actividad y de contera se presenta un alto índice de la población que infortunadamente los rechace.
Por su parte, el Estado colombiano le ha fijado como misión moral a los miembros de la Policía Nacional que su trabajo debe ser enmarcado en la imagen de Dios y la Patria, como dice su lema, lo cual en la conciencia de cada uno de sus miembros exige una actitud legal y ética en el cumplimiento de sus labores, las cuales le son reconocidas y pagadas oportunamente con los demás beneficios y logros laborales que ha determinado la ley en sus más de cien años de existencia. Hacer lo contrario a lo anterior, por parte de algunos miembros de la institución, genera desconfianza, mala imagen y rechazo a tan noble entidad, tan cara a nuestra tradición civilista colombiana.
¿Se justifica que algún miembro de la Policía a quienes el Estado les otorga beneficios y paga oportunamente su labor, tenga que generar corrupción, pidiendo dinero a cambio de no aplicar los procedimientos de ley cuando se presentan infracciones en este tipo de circunstancias? ¿Qué esconden los motociclistas involucrados con su conducta de alta peligrosidad e intolerancia? ¿Cuál es la procedencia legal de las motos y los antecedentes de dichos conductores? ¿Por qué la Policía y las autoridades no allanan los deshuesaderos de motos que diariamente aumentan por los continuos robos que se presentan en la ciudad? El Alcalde de Valledupar y el Gobernador del Cesar son los jefes de la Policía en la jurisdicción. ¿Qué han hecho al respecto?