Cerca de doscientas botellas de licor adulterado, que personas inescrupulosas pretendían comercializar este fin de año en establecimientos abiertos al público en Valledupar, fueron decomisadas por la Policía Nacional dentro de los planes especiales que llevaron a cabo sobre la carrera 4, zona céntrica de la ciudad.

El Comando de la Policía confirmó la operación, en la que lograron incautar ocho cajas por 20 unidades con capacidad de 750 mililitros de aguardiente, para un total de 160 botellas de licor adulterado, cuyo valor asciende a los 4 millones de pesos.

Luego de las pruebas de laboratorio, adelantadas por las autoridades de salud, se pudo comprobar que el licor presentaba inconsistencias en sus estampillas, sellos de seguridad e impurezas dentro del mismo; la bebida adulterada era transportada en un vehículo, cuyo conductor no pudo dar con exactitud explicaciones sobre el origen de éste.

Las cajas de Aguardiente que tiene un valor comercial en el mercado negro de 4 millones de pesos, era transportado en el vehículo clase camión, marca Dodge, de placas AEB-105, conducido por un ciudadano de 47 años de edad, que tenía como destino final Valledupar.

Cuidado con el licor

Las autoridades conminaron a los cesarenses para que acaten algunas recomendaciones al adquirir e ingerir licor: revisar bien dónde lo compran; sin importar qué promoción le ofrezcan, adquieran licores en sitios que conozcan y que les brinden confianza, máximo si es alcohol empacado en ‘tetra pack’.

Cerciórese de que las botellas tengan sellos, estampillas y tapas en buen estado.

Pase el dedo por la etiqueta y si ésta destiñe o se despega, rechace el trago y denuncie el hecho.

Ponga la botella a contraluz, si su color no es uniforme y trae partículas en suspensión, rechácelo.

Por último, beba con moderación, porque a mayor cantidad de trago ingerido, mayores son los daños.

Por Abdel Martínez Pérez

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