Un conductor de camión tipo furgón que realizaba diligencias en el sector del Mercado Público de Valledupar, murió aplastado por una rama gruesa de un árbol de corazón fino que cayó al ser impactada por un vehículo de carga pesada.

Los hechos se registraron en la carrera 12 con calle 20B del barrio Gaitán, frente a la estación de gasolina que funciona en ese sector de la ciudad.

La víctima fue identificada como Roberto Orozco Manotas, de 38 años, natural y residente en Valledupar, quien fue auxiliado por más de 20 hombres que en un desesperado intento por salvarlo levantar la frondosa rama del árbol que practicamente lo tenía aplastado, en medio del separador central de la avenida Pastrana.

Según testigos, la base del árbol, estaba podrida y con el roce del furgón, el árbol cedió en su totalidad e infortunadamente le cayó encima a Orozco Manotas.

El conductor del vehículo de placas UPO-400, matriculado en La Calera, Cundinamarca, que de manera accidental golpeó el árbol, fue detenido en forma preventiva para tratar de esclarecer los hechos.

Orozco  Manotas, alcanzó a ser trasladado con vida al Hospital Rosario Pumarejo de López, donde murió minutos después. Según el dictamen médico, sufrió desprendimiento de varios de sus órganos. 

Los vecinos del sector donde se produjo el suceso, indicaron que una vez Orozco Manotas vez fue sacado debajo del pesado árbol, permaneció cerca de 20 minutos a la espera de una ambulancia, vehículo que llegó cuando ya la Policía había montado  a este hombre malherido en la parte de atrás de una de sus patrullas.

Habló un testigo

“Yo estaba al frente de donde quedó aplastado el señor, él estaba esperando para atravesar la avenida cuando sentí que algo traqueó y cayó; luego miré hacia el suelo y me di cuenta de que un hombre estaba atrapado debajo de la rama del árbol, él no dijo nada, ni tuvo tiempo de hacerlo, porque eso fue rápido en fracciones de segundo. Comencé a gritar para ayudarlo y no menos de 30 personas que nos pegamos al árbol para sacarlo de allí, él alcanzó a quedar con vida, se movía pero no se quejaba, ni hablaba”, explicó uno de los dueños de un local comercial ubicado al frente donde ocurrió el hecho.

Adolfo Mario Manotas Castro, tío de la víctima, pasaba por el sector cuando se registró el caso, “yo vi que la gente rodeaba un árbol caído y por curiosidad, me bajé del carro y qué sorpresa cuando me di cuenta de que la persona que estaba debajo de la rama, era mi sobrino. No supe dónde quedé, pedí ayuda y la gente fue muy solidaria, todos querían ayudar y logramos sacarlo, pero lo veía muy mal, yo lo acompañé hasta el hospital en la patrulla de la Policía, le hablaba, lo abrazaba y le preguntaba qué tenía, pero no me respondía, ese golpe fue mortal”.

Por Abdel Martínez Pérez


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