La propuesta teatral ‘Farsa y justicia, señor Corregidor’ llegó a Valledupar de la mano del colectivo teatral Doble Faz, un grupo artístico que como su nombre lo indica muestra en el mismo escenario, las dos caras que tiene la vida.  

Para conocer un poco sobre esta presentación y cómo es hacer teatro en Valledupar, la artista y directora de este colectivo, Yadira Vega Mendoza, quien junto a William Daza fundó ‘Doble Faz’, y desde hace un año se han consolidado como uno de los grupos insignias del teatro independiente en la región.   

EL PILON: Antes de hablar de la obra ‘Farsa y justicia, señor Corregidor’. ¿Quiénes son o qué es Doble Faz? 

Yadira Vega: Es un grupo de teatro, que inició con 22 personas hace más o menos un año. Una propuesta que  inicié con un compañero, William Daza y que hoy por hoy tratamos de sacar adelante. Además es una forma de mostrar las dos caras que tiene la vida, esa dualidad entre felicidad y tristeza que hace parte de la realidad y que en las tablas adquiere otra dimensión. 

EP: Como grupo independiente y teniendo en cuenta que Valledupar no es una ciudad con escenarios adecuados para ver o hacer teatro ¿Qué forma usaron para mantenerse durante este año de trabajo?  

YV: Es difícil el trabajo en sí, y mucho más mantenerlo. Yo soy esteticista, me tocaba trabajar duro en la estética para  los vestuarios, el trasporte, la escenografía. Hasta que conseguimos unos contratos con la Casa de la Cultura. Allí los costos iniciales fueron ridículos solo nos pagaban 150 mil pesos por obra pero eran varias, eso nos ayudó mucho.

Recuerdo que en ese entonces hacíamos las obras de Rafael Pombo, para el preescolar de los colegios públicos. 
De ahí continuamos en los programas contra el matoneo  y en diferentes campañas. 

Fue así como en las diferentes plazas de Valledupar presentamos una versión del Quijote de la Mancha y fuimos a la Biblioteca Departamental, a la Concha Acústica del Doce de Octubre. Pero no es fácil, porque nunca hay presupuesto y toca trabajar con las uñas. Es algo que uno hace por amor al arte y es difícil hacer teatro en Valledupar. 

EP: ¿Por qué es tan difícil? 

YV: No hay apoyo y no hay presupuesto. Eso dificulta todo, aun cuando  acá el teatro gusta. Cuando nos presentamos la gente nos pregunta dónde nos puede ver o cómo se puede unir al grupo,  pero no hay presupuesto para sostener grupos grandes. 

EP: ¿No hay presupuesto, pero no se supone que el año pasado quedó un dinero restante que no se invirtió en el sector cultural del municipio? 

YV: Tengo entendido que el año pasado quedaron 400 millones sin ser invertidos y no se sabe por qué ocurre esto. No hablo solo del teatro sino de muchas cosas más que se quedan sin ser utilizados, también hago poesía y con la poesía pasa lo mismo.  

EP: ¿Falta de proyectos, tal vez?

YV: Nosotros hacemos y presentamos proyectos, los pintores y artistas plásticos presentan y hacen proyectos, los escritores igual. No pasa nada, nunca hay presupuesto, no hay capital y ni siquiera están dados los espacios, todo se queda en promesas y nada se concreta; y los proyectos que uno presentó quedan archivados metidos en una carpeta. 

EP: Pero si ustedes presentan proyectos y según comenta el año pasado quedó dinero, ¿a qué responde esta falta de apoyo? 

YV: La responsabilidad viene de los manejos de los dineros, para cultura se gira mucho dinero pero no lo utilizan de forma adecuada. El vallenato es a lo único que le invierten. Al teatro, a las artes plásticas y a otras expresiones, no.  La cultura no es solo el vallenato y eso es bueno que lo entiendan. Las leyendas vallenatas se representen con pinturas, con obras de teatro y no solo con canciones. El manejo cultural es muy malo; al que ponen a ocupar los cargos, lo ponen por política, no porque sepa de eso.

EP: En estos días los escritores han dicho que no hay lugar ni espacios para desarrollar su trabajo y mostrarlo; los pintores sentaron la misma queja. ¿Qué pasa con los espacios para hacer teatro? 

YV: No hay teatros ni donde hacerlos; la Casa de la Cultura no es adecuada, la Biblioteca Departamental tampoco; todo es promesas y ahí queda todo. Culturalmente estamos graves.  Parece que a nadie le importa, no hacen nada para que esto cambie. 

También es bueno que la gente participe de las pequeñas cosas que en este sentido se pueden hacer. Es importante la participación del público en la construcción de una cultura que aprecie este tipo de expresiones.  

EP: Una de esas oportunidades es ‘Farsa y justicia, señor Corregidor’, hable de esta obra.

YV: La obra es una comedia que muestra como actúa la justicia en todo el mundo. Además de comedia, es una crítica de época. A la que adapté y le cambié el léxico para que fuera más acorde a esta ciudad. 

Hace tres a cuatro meses estamos trabajando en ella y ya  se presentó en la Concha Acústica, pero con muy poco público.  Una obra divertida, una comedia adecuada a las injusticas que tiene el sistema. Es una sátira de como actúa el sistema y la justicia en el mundo entero.