A propósito del bloqueo que hicieron los transportadores y los habitantes de la zona en la carretera que une a Chimichagua y El Banco (Magdalena) con la Troncal de Oriente, por pésimo estado de los seis kilómetros que faltan por pavimentar, es oportuno revisar cómo están las vías secundarias y terciarias del Cesar, especialmente éstas […]
A propósito del bloqueo que hicieron los transportadores y los habitantes de la zona en la carretera que une a Chimichagua y El Banco (Magdalena) con la Troncal de Oriente, por pésimo estado de los seis kilómetros que faltan por pavimentar, es oportuno revisar cómo están las vías secundarias y terciarias del Cesar, especialmente éstas últimas que en esta época invernal se vuelven intransitables.
El caso de Chimichagua, vía que pertenece a la llamada Transversal de la Depresión Momposina, cuya pavimentación de los 113 kilómetros inició en el 2006 con recursos del gobierno nacional y departamental, ha tenido todos los inconvenientes políticos, administrativos y de voluntad gubernamental para terminar los seis kilómetros que quedaron pendientes. En su momento esta vía que va desde Cuatro Vientos-Chimichagua-El Banco, fue divida en tres frentes, uno de ellos para la pavimentación de los 13.5 kilómetros que existen entre el corregimiento de Mandinguilla y Chimichagua, los cuales son hoy el florero de Llorente.
El gobierno departamental anterior hizo anuncios suficientes para la terminación de la obra, pero nunca se concretó la acción. Ya en el 2010 se había dado otro bloqueó de transportadores y campesinos que pedían la pavimentación de este tramo y de la vías terciarias que en ese momento estaban en pésimas condiciones para sacar los productos agrícolas de la zona, problema que aún persiste.
Ahora la Administración Departamental después de 12 horas de bloqueó reaccionó y envío la maquinaria para adecuar la vía, una solución temporal, más no definitiva. Se requiere una acción más eficaz de los gobiernos –Nacional, Departamental y Municipal- que permita la solución total de estos ocho kilómetros –seis de Mandinguilla a Chimichagua y dos de la entrada a la población-.
Hace cinco meses, en mayo pasado, en su visita al Cesar, el subdirector Nacional del Instituto Nacional de Vías –Invías- acordó poner un peso por cada peso que pusiera el Gobierno Departamental para culminar la construcción de los 6 kilómetros, teniendo en cuenta que las obras de artes están listas y la estructura de pavimento no ha sufrido daños. En esa oportunidad incluso informaron que asfaltar el tramo costaría alrededor de siete mil millones de pesos. Para esto sólo era necesario formalizar el convenio entre Invías y el Gobierno del Cesar. ¿Qué ha pasado con este convenio? ¿Ya se firmó?
La meta del gobierno departamental según su Plan de Desarrollo es rehabilitar 500 kilómetros de vías secundarias y terciarias, de los 3.500 que están en mal estado. ¿Están las vías del Cesar a medio camino?
A propósito del bloqueo que hicieron los transportadores y los habitantes de la zona en la carretera que une a Chimichagua y El Banco (Magdalena) con la Troncal de Oriente, por pésimo estado de los seis kilómetros que faltan por pavimentar, es oportuno revisar cómo están las vías secundarias y terciarias del Cesar, especialmente éstas […]
A propósito del bloqueo que hicieron los transportadores y los habitantes de la zona en la carretera que une a Chimichagua y El Banco (Magdalena) con la Troncal de Oriente, por pésimo estado de los seis kilómetros que faltan por pavimentar, es oportuno revisar cómo están las vías secundarias y terciarias del Cesar, especialmente éstas últimas que en esta época invernal se vuelven intransitables.
El caso de Chimichagua, vía que pertenece a la llamada Transversal de la Depresión Momposina, cuya pavimentación de los 113 kilómetros inició en el 2006 con recursos del gobierno nacional y departamental, ha tenido todos los inconvenientes políticos, administrativos y de voluntad gubernamental para terminar los seis kilómetros que quedaron pendientes. En su momento esta vía que va desde Cuatro Vientos-Chimichagua-El Banco, fue divida en tres frentes, uno de ellos para la pavimentación de los 13.5 kilómetros que existen entre el corregimiento de Mandinguilla y Chimichagua, los cuales son hoy el florero de Llorente.
El gobierno departamental anterior hizo anuncios suficientes para la terminación de la obra, pero nunca se concretó la acción. Ya en el 2010 se había dado otro bloqueó de transportadores y campesinos que pedían la pavimentación de este tramo y de la vías terciarias que en ese momento estaban en pésimas condiciones para sacar los productos agrícolas de la zona, problema que aún persiste.
Ahora la Administración Departamental después de 12 horas de bloqueó reaccionó y envío la maquinaria para adecuar la vía, una solución temporal, más no definitiva. Se requiere una acción más eficaz de los gobiernos –Nacional, Departamental y Municipal- que permita la solución total de estos ocho kilómetros –seis de Mandinguilla a Chimichagua y dos de la entrada a la población-.
Hace cinco meses, en mayo pasado, en su visita al Cesar, el subdirector Nacional del Instituto Nacional de Vías –Invías- acordó poner un peso por cada peso que pusiera el Gobierno Departamental para culminar la construcción de los 6 kilómetros, teniendo en cuenta que las obras de artes están listas y la estructura de pavimento no ha sufrido daños. En esa oportunidad incluso informaron que asfaltar el tramo costaría alrededor de siete mil millones de pesos. Para esto sólo era necesario formalizar el convenio entre Invías y el Gobierno del Cesar. ¿Qué ha pasado con este convenio? ¿Ya se firmó?
La meta del gobierno departamental según su Plan de Desarrollo es rehabilitar 500 kilómetros de vías secundarias y terciarias, de los 3.500 que están en mal estado. ¿Están las vías del Cesar a medio camino?