Frank Alberto Soto Meza, este miércoles en la mañana no quiso  recoger en su moto a su esposa en una de las clínicas de la ciudad en donde trabaja como auxiliar de enfermería, decidió encerrarse en su casa y poner el equipo de sonido a alto volumen.

Mientras estaba encerrado, planeaba cómo se quitaría la  vida y esto lo cumplió minutos después, ahorcándose en su habitación, sin que hasta el momento se desconozcan las razones por las cuales tomó la fatal decisión.

Soto Meza, de 25 años, nació en Valledupar y residía en la calle 33 con carrera 21 del barrio Los Fundadores de esta misma ciudad, en donde se encerró para ponerle fin a sus días.

Se conoció que Frank Alberto le echó seguro a la puerta, lo que evitó que su suegra Dora Audibeth pudiera entrar para ver qué le pasaba, porque lo llamaban insistentemente y no respondía.

Hasta su compañera le marcó varias veces al celular para que la fuera a recoger, pero en vista de que no le respondía, se fue sola para su casa y comenzó a tocarle la puerta de la habitación; ante la negativa, llamó a la Policía del cuadrante y uno de los uniformados ingresó por el techo, encontrándose con la escena de que el hombre estaba ahorcado.

“La verdad, es que yo no sé qué le pudo haber pasado a mi yerno, porque él nunca me anunció que estaba aburrido de la vida, o que se iba a matar. Ellos vivían sin problemas, se veía que se querían, él llevaba y recogía a mi hija en la clínica; pero ayer, me extrañó que no se levantara para ir a recogerla, me cansé de llamarlo, de tocarle la puerta y no me respondía, entonces decidí llamar a mi hija para que se viniera, porque Frank no se quería levantar y tenía el equipo a todo ‘timbal'”, explicó la suegra.

La Policía lo descolgó y procedió a llevar a cabo el procedimiento de inspección y reconocimiento al cadáver, iniciando las investigaciones del caso para establecer las causas del suicidio. El cadáver fue trasladado horas después hasta la morgue de Medicina Legal.

Por Abdel Martínez Pérez


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